lunes, 5 de junio de 2017

TEMOR AL IMPACTO QUE EN EL EMPLEO PUEDEN TENER LOS CAMIONES AUTOPILOTADOS

Un nuevo informe plantea la necesidad de tomar medidas globales en materia normativa y de empleo para los transportistas con vistas a la generalización de estos vehículos


Los fabricantes de vehículos azuzan a los gobiernos occidentales para
que actúen ya con vistas a preparar el terreno para una generalización
del uso de camiones autopilotados y prevenir su impacto en el empleo
MADRID ─ La automatización del transporte por carretera ahorrará costes, reducirá las 
emisiones y mejorará la seguridad en carretera. Pero, sin embargo, también dará lugar a una pérdida importante de puestos de trabajo como conductores. Por eso, un nuevo informe publicado por el Foro Internacional del Transporte (ITF) y tres organizaciones asociadas recuerdan a los gobiernos que deben meditar muy bien la forma en que van a gestionar la transición hacia los camiones sin conductor, a fin de evitar trastornos sociales potenciales derivados de aquella pérdida de empleo.

Los camiones autopilotados podrían paliar la falta de transportistas profesionales que, según reconoce dicho estudio, sufre el sector del transporte por carretera. Pero el problema es que, el impacto en el empleo podría ser muy superior a esa falta de conductores capacitados. Un escenario posible es que los camiones automatizados podrían reducir la 
demanda de transportistas entre un 50 y un 70 por ciento en Estados Unidos y Europa antes de acabar 2030, con la consiguiente desaparición de hasta 4,4 millones de empleos sobre una previsión de que, sin los camiones autopilotados habría entonces 6,4 millones de conductores de camiones.

Bien es cierto que el auge de los camiones sin conductor disuadiría de entrar en el sector a muchos nuevos aspirantes, pero en el mejor de los casos, más de 2 millones de conductores podrían verse afectados directamente en Estados Unidos y Europa, de acuerdo con otros posibles escenarios considerados en el informe. 

Para ayudar a gestionar la transición hacia el transporte sin conductor por carretera, el informe recomienda

a) Instaurar un consejo asesor de transición que oriente sobre cuestiones laborales. 
b) Considerar un sistema de permisos temporales para gestionar el ritmo de adopción de
esta tecnología. 
c) Establecer, a escala internacional, estándares, normas de tráfico y normativas de 
vehículos para los camiones de conducción autónoma. 
d) Continuar con los proyectos piloto con camiones sin conductor para poner a prueba los 
vehículos, la tecnología en red y los protocolos de comunicaciones. 

Estas recomendaciones han sido acordadas conjuntamente por organizaciones que representan a los fabricantes de camiones, los operadores de camiones y los sindicatos de trabajadores del transporte, bajo los auspicios de una organización intergubernamental, por lo que este llamamiento a la acción tiene una relevancia muy elevada. 

¿No es para tanto?

¿Demasiado alarmismo?. Quizá un poco pero no deben pasarse por alto las declaraciones de José Viegas, secretario general del Foro Internacional del Transporte (ITF) en el sentido de que el uso de camiones sin conductor podría consolidarse en muchas carreteras en los próximos 10 años. Los camiones de conducción autónoma ya operan en entornos controlados como puertos o minas. Se están efectuando pruebas en carretera abierta en muchas regiones, como Estados Unidos y la Unión Europea. Los fabricantes están invirtiendo grandes sumas en la automatización y son numerosos los gobiernos que revisan activamente sus normativas.

La advertencia de Viegas obedece, desde nuestro punto de vista a que en tanto que los fabricantes de vehículos han avanzado bastante en la automatización de éstos, los gobiernos están a verlas venir y, en realidad, son los que más trabajo tienen por delante, por la multitud de normas que deberán revisar para que los camiones autopilotados puedan circular de manera controlada.

Y no se trata sólo de legislar, sino de armonizar esa nueva legislación para que el paso de una frontera no requiera tener que modificar nada en los sistemas de conducción automatizada, como,puso de manifiesto durante la presentación del informe que ahora comentamos Erik Jonnaert, secretario general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), al decir que la armonización internacional de las normas es crucial para sacar el máximo partido a la tecnología de camiones sin conductor.

Sin duda, la cuestión de los camiones automatizados no se circunscribe a la esfera nacional, porque deberían poder cruzar las fronteras sin problemas. Necesitamos estándares, legislación y procesos de ámbito internacional para introducir en las  normas de tráfico las excepciones pertinentes para los camiones de conducción autónoma. De lo  contrario, corremos el riesgo de enfrentarnos a una amalgama de normas y reglamentos que  podría disuadir a fabricantes y usuarios de la carretera de invertir en los vehículos automatizados, añadió Jonnaert.