• Resulta increíble que con el grado de informatización que hoy ha alcanzado la industria, siga sin saberse qué modelos y cuántas unidades de cada uno montaban el software camuflador de emisiones
MADRID ─ En los últimos días, han empezado a publicarse artículos en los principales medios de comunicación que tratan de quitarle filo al escándalo del fraude en las emisiones de los motores Diesel del grupo Volkswagen (VW) que fue descubierto inicialmente por el International Council on Clean Transportation (Consejo Internacional del Transporte Limpio), y luego confirmado por la Agencia estadounidense para la Protección del Medio Ambiente (EPA). Se insiste en esos artículos en que el fraude estadounidense no es tal en Europa porque a este lado del Atlántico la normativa sobre emisiones es mucho menos exigente y se cumple sin recurrir al dichoso software camuflador de emisiones. Pero, desde nuestro punto de vista, el mayor motivo de escándalo no son las emisiones, sino el deseo de engañar por parte del grupo alemán.