sábado, 18 de mayo de 2019

RECUERDOS DEL TRASTERO: EL ORIGEN DE LOS MOTORES CURSOR DE IVECO

🔸 Al cabo de 30 años, muy pocos recuerdan que el desarrollo de los motores Cursor que Iveco usa en sus camiones se inició en colaboración con Nissan

Actualizado el 20.05.2019 a las 21:00 horas
Imagen de un motor Cursor 8 actual para carretera
MADRID ─ En 1990, justo el año en que Iveco se disponía a desembarcar en la española Pegaso (Enasa), la compañía italiana firmaba un acuerdo con la japonesa Nissan para el desarrollo conjunto de una nueva gama de motores Diesel de cilindrada comprendida entre 6 y 8 litros, que se deseaba que dieran potencias de 250 a 340 caballos y que no sólo cumplieran las normas Euro 2 sobre control de emisiones contaminantes, que iban a entrar en vigor en octubre de 1996, sino que también estuvieran en condiciones de adaptarse fácilmente a las normas Euro 3 que se debían implantar bastantes años después.

Uno de los objetivos de Iveco era rellenar el hueco que en aquellos momentos tenía esta compañía en la producción de motores entre 5,86 y 9,5 litros de cilindrada.

La duda que se planteaba era si Iveco usaría también los nuevos motores para reemplazar el seis cilindros en línea de 9,5 litros de cilindrada que entonces fabricaban los italianos, y que daba una gama de potencias que iba de 263 a 365 caballos.

A finales de 1993, Giovanni Biaggini, el entonces máximo responsable de ingeniería de Iveco, declaraba al autor de estas líneas que los primeros frutos del acuerdo con Nissan podrían ver la luz en 1995 y avisaba de que, como luego se repetiría en posteriores fases de la implantación de la normativa Euro sobre emisiones contaminantes, los motores nacidos del acuerdo consumirían más que aquellos que venían a sustituir; concretamente, del orden de un 4 a un 8 por ciento y eso que Iveco tenía previsto introducir antes de 1996 nuevos desarrollos en el campo de la combustión, la inyección a presión muy elevada y en los turbocompresores, de los que se hacía necesario conseguir mejor respuesta a velocidades de giro bajas o intermedias.

Biaggini también reconocía que Iveco iba a aprovechar la experiencia de Pegaso en los motores de cuatro válvulas por cilindro para estudiar su introducción en una nueva gama de propulsores que debía estar lista para cuando entraran en vigor las futuras normas Euro 3.

Información con cuentagotas

A finales de 1995, se supo que el primer motor que se pretendía reemplazar con los frutos del nuevo desarrollo era el 7,7 litros de 260 caballos de potencia con que Iveco contaba desde bastantes años atrás y que se usaba en los modelos más pesados de la gama media de camiones del fabricante italiano, los Eurocargo, y en los modelos más ligeros de la gama pesada Eurotech y que la sustitución estaba prevista para 1997.

Del nuevo motor apenas se conocían detalles ya que Iveco mantenía un riguroso secreto sobre sus características, pero aún así se había filtrado que se trataba de un seis cilindros en línea con una cilindrada próxima a los 6,8 litros con el que se pensaba alcanzar una potencia de unos 290 caballos y cuyo bloque se había diseñado con auxilio de ordenador con el fin de hacer también lo más silencioso posible su funcionamiento.

El control de la inyección se iba a realizar con el auxilio de microprocesadores y se rumoreaba que se había preparado una versión de prueba con inyectores-bomba independientes y otra con bomba de carril común (common-rail), aunque aún no se había decidido qué sistema se usaría finalmente en la versión definitiva.

También se conoció que la producción de los nuevos motores se iba a llevar a cabo en las instalaciones de Iveco en Bourbon-Lancy (Francia) y que los camiones en que se instalase el nuevo propulsor usarían también un nuevo eje motor Rockwell, más ligero, lo que, unido al menor tamaño del nuevo motor y a un seguro aligeramiento del chasis podría ofrecer una tara inferior en 135 kilos a la que tenían los modelos de camión que iban a ser renovados.

Nissan da la espantá

Pero entonces el proyecto tuvo un importante contratiempo del que sólo se sabría algún tiempo después cuando, nada más diseñarse el primer prototipo de los nuevos motores, Nissan comunicaba a Iveco su decisión de abandonar el proyecto por considerar que el mismo se enfocaba en un producto demasiado avanzado para los mercados habituales del fabricante japonés.

Imagen de un motor Cursor 10 actual
Lógicamente, aquello demoró los planes de Iveco, que optó por continuar en solitario el desarrollo de lo que en 1998 iba a convertirse en el motor Cursor 8 de 8 litros de cilindrada  y turbocompresor de geometría variable, que empezó a montarse en una nueva gama de camiones: los Eurotech Cursor.

Un año después aparecería el Cursor 10 de 10 litros de cilindrada y tras él vendría el Cursor 13, de 13 litros. Todos ellos con inyectores bomba independientes controlados electrónicamente.

Fue en 2006, cuando apareció el primer motor con bomba common-rail, el Cursor 9, de 9 litros de cilindrada, que podemos considerar como un desarrollo del Cursor 8. Lo mismo que el Cursor 11, de 11 litros, respecto al Cursor 10. Estos desarrollos vinieron forzados por la implantación de las normas Euro 6 sobre control de emisiones contaminantes.

Bastantes años más tarde, en 2014, se presentaría el Cursor 16 capaz de rendir hasta 775 caballos de potencia pero que inicialmente iba destinado a ser aplicado sólo en maquinaria pesada, aunque en 2016 sería instalado por primera vez en un camión Iveco para usos militares, concretamente una tractora de cuatro ejes el transporte de carros de combate.

El lector se preguntará qué pudo pasar para que Nissan tomase la decisión de salirse del acuerdo y para que una gama de motores de los que inicialmente se decía que iban a tener una cilindrada de entre 6 y 8 litros terminaran siendo de entre 8 y 13 litros.

Pues desde un punto de vista especulativo todo apunta a que, quizá por el choque entre la habitual lentitud oriental y las prisas de los italianos, a los que se les echaban encima las normas Euro sobre control de emisiones, los de Iveco arrimaron más el ascua del desarrollo a la sardina de los motores de 8 litros, lo que pudo llevar a los nipones a preguntarse qué es lo que ellos estaban haciendo allí.

Nace la Alianza Europea de Motores

Desde luego, Iveco también tenía interés por desarrollar nuevos motores de 6 y menos litros de cilindrada no sólo para sus camiones de tonelaje medio sino también para la maquinaria agrícola y de construcción que fabricaba la británica New Holland, la pertenecía entonces al grupo Fiat.

El potentísimo motor Cursor 16, capaz de dar hasta 775 caballos
de potencia se presentó en 2014 pero hasta ahora sólo se ha usado
en maquinaria camiones especiales de uso militar
Y prueba de ello fue que Iveco inició de inmediato conversaciones para encontrar un reemplazo a Nissan, de manera que un año después de que los japoneses anunciasen su salida del proyecto, se hacía pública la constitución de una sociedad conjunta entre Iveco, la estadounidense Cummins y New Holland que se denominaría Alianza Europea de Motores (EEA por sus iniciales en inglés). El propósito de esta nueva sociedad conjunta no era otro que el diseño y desarrollo de una nueva gama de propulsores de un litro por cilindro con potencias de 50 a 275 caballos de potencia, que partirían de la tecnología usada por Cummins en su serie B de motores, que DAF usaba ya en sus gamas 45 y 55 de camiones de medio tonelaje.

De la Alianza Europea de Motores nacerían los propulsores Tector que Iveco incoporaría más adelante a su gama Eurocargo.

Pero esa es una historia diferente que comentaremos otro día.