miércoles, 1 de mayo de 2019

"CITROËN GENERATIONS": LOS VÍDEOS DE UN CENTENARIO: EPISODIO 4 (ITALIA)

🔸 La historia de Franco Grosso, un juguetero, un manitas, que inició su relación con Citroën al abrir en su pueblo un taller especializado en el 2CV


Pese a que se jubiló a los 65 años y a que su hija Elisa, de espaldas, 
se hizo cargo del negocio, Franco Grosso acude a diario a su taller
MADRID ─ Como muchos de los lectores saben, Citroën, el fabricante francés de automóviles,  está celebrando este año su centenario con multitud de actos de todo tipo entre los cuales figura una colección de vídeos en que distintas familias, empresas y coleccionistas de todo el mundo cuentan la historia de su relación con la marca. Desde Eslovenia a Japón o España, los testimonios son tan variados como coloridos y muestran que realmente Citroën es una marca popular, en el verdadero sentido de la palabra. El cuarto vídeo de la serie, titulado Los locos inventos de Franco Grosso, está dedicado a una familia italiana y los lectores interesados podrán verlo al final de este comentario.

La historia de Franco Grosso comienza en 1975, cuando abre su taller en Beinette, una pequeña ciudad del norte de Italia, con un nombre que ya indicaba por dónde iban los tiros: Assistenza 2CV. Más adelante, sería su hija Elisa la que se haría cargo del taller.

¿Por qué esta familia? Agradable y completamente loco por la mecánica, Franco Grosso puede hablar sin cesar sobre Citroën y más específicamente sobre el dos caballos (2CV). Un juguetero, un manitas, el alegre italiano de 65 años de edad dice haberse retirado, pero puedes encontrarlo todos los días en su taller.

Los modelos que posee son varios 2CV, en particular en el museo (que es lo que Franco llama su garaje) - allí hay diversos modelos ─Primavera, Charleston, Azam, etc.─ del 2CV, y también Méharis, Dyanes, e incluso una motocicleta construida usando piezas del 2CV.

Y ya no lo demoramos más. ¡Ahí va el vídeo subtitulado en francés!. ¡Que lo disfruten!.