- Se intensificará la vigilancia sobre furgones, furgonetas, vehículos mixtos y derivados de turismos
La DGT anuncia ahora una vigilancia especial de los comerciales ligeros |
Por eso, cuando en EEUU se empezó a reactivar la economía en 2012, inmediatamente empezaron a subir las víctimas de accidentes de tráfico. Y no se trata de modelos probabilísticos, como ha soltado algún juez en TV, sino de aritmética elemental. Lo que pasa es que en la DGT, como en otros muchos sitios, se tiene la mala costumbre de expresar las cifras en términos absolutos. Posiblemente, si la evolución de las víctimas en accidentes de tráfico se hubiera ponderado, por ejemplo, con el número de vehículos-kilómetro, el análisis de la evolución de aquéllas habría permitido llegar a conclusiones muy diferentes de las que se inferían del mero recuento de dichas víctimas.
Pero, claro, la DGT tiene un problema para realizar un cálculo ponderado con los vehículos-kilómetro que se hacen en España cada año. Y es que desconoce en realidad cuántos vehículos hay en el parque español. De hecho, en septiembre de 2013 –a nosotros no se nos olvida– admitió que había como tres millones de vehículos que no sabían si seguían en circulación, si se habían retirado de ella o abandonado en alguna cuneta o qué.
Y si no sabe cuántos vehículos hay de verdad en nuestro parque automovilista, ¿cómo puede saber cuál es la edad media de dicho parque?. ¿Cómo puede concluir que la edad media del parque español de furgonetas es de 15 años?.
Sobre este tema de la edad media siempre nos ha hecho sonreír la diferencia de enfoque que existe entre, por ejemplo, EEUU y España. Cuando en estos años recientes la edad del parque estadounidense ibo creciendo, la conclusión a que llevaba allí el fenómeno es que la calidad de los automóviles había venido aumentando. En nuestro país, la conclusión a que llevaba el mismo fenómeno era que el envejecimiento del parque reducía la seguridad vial y que era necesario que el gobierno se soltara el dinero en un nuevo plan PIVE.
No estamos en contra de la vigilancia del cumplimiento de las normas de Tráfico, ni muchísimo menos, pero sí estamos en contra de todas esas campañas que aparecen con un tinte promocional –de los responsables de turno en la DGT, se entiende– que no nos parece adecuado. Se va a intensificar la vigilancia de las furgonetas... ¿es que no se vigilaban lo suficiente?. Fin de la campaña de control de alcohol y drogas... ¿no lleva eso al ciudadano la idea de que, a partir de ahora, barra libre o casi libre de ambas cosas?.
La DGT y nuestras autoridades tienen que convencerse de que el problema de nuestros conductores es un problema muchísimo más profundo que los que pueden solucionarse con campañas temporales. Es un problema de educación. De educación desde la más tierna infancia y eso lleva tiempo, mucho tiempo. Sobre todo cuando nuestro sistema educativo está como está. En sus últimos años de vida, nuestro Camilo José Cela dijo que recomponer el daño que los planes de educación de los gobiernos socialistas habían hecho al pueblo español –no hemos visto que los posteriores gobiernos del PP hayan hecho nada bueno al respecto– llevaría no menos de 70 años... ¿Cuándo vamos a ponernos de verdad a solucionar tan grave problema?.