sábado, 9 de enero de 2016

VOLKSWAGEN SIGUE "HACIENDO AMIGOS" EN ESTADOS UNIDOS

Ahora ha desatado las iras del fiscal general del estado de Connecticut al negarse a entregar ciertos documentos a un grupo de abogados que investiga el supuesto fraude en las emisiones de sus vehículos



La solución para los 580.000 motores TDI con software
para falsear sus emisiones que VW vendió en Estados
Unidos parece que va a demorarse mucho
MADRID ─ Escudándose en la legislación alemana sobre privacidad, Volkswagen (VW) se ha negado a entregar unos documentos solicitados por un grupo estadounidense formado por 48 fiscales generales de otros tantos estados que investiga el uso de software para falsear las emisiones en más de 580.000 vehículos del grupo alemán vendidos en Estados Unidos, lo que ha desatado las iras del fiscal general del estado de Connecticut. Pese a todas sus declaraciones de colaboración plena con las partes implicadas en las diferentes investigaciones abiertas al respecto en Estados Unidos y un calculado pesar por lo sucedido, la negativa de VW demuestra que, en el fondo, la compañía alemana se resiste a cooperar, lamentó George Jepsen, que es como se llama el fiscal general de Connecticut.

Según una información de Reuters, fuentes relacionadas con el caso citaron que los documentos que VW no había querido entregar eran correos electrónicos y otros comunicados entre directivos del grupo alemán. Sin embargo, desde la compañía alemana no ha querido confirmar si, efectivamente, existen esos documentos que han sido retenidos. Estamos intercambiando información permanentemente con las autoridades estadounidenses y cooperando en todo momento con ellas, pero no queremos hacer comentarios sobre las investigaciones en curso, indicaron desde la compañía alemana.

Jepsen dijo que el grupo de fiscales generales va a hacer todo lo legalmente posible porque VW rinda cuentas por su comportamiento.

Otros dos fiscales generales más se han unido a la condena del comportamiento de VW. Por un lado, Eric Schneiderman, fiscal general del estado de Nueva York, dijo que nuestra paciencia con VW se está agotando. Y por otro, Megan Hawthorne, portavoz de Bill Schuette, fiscal general del estado de Michigan, advirtió a los responsables de la compañía alemana que vamos a hacer todo lo posible por que la investigación siga adelante.

Hace sólo unos días, el Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió un juicio civil contra VW en el que reclama sanciones para ésta que podrían llegar a 46.000 millones de dólares (unos 42.000 millones de euros) por violar la ley del Aire Limpio, al permitir que 580.000 de sus vehículos emitieran más gases contaminantes de los legalmente permitidos. También está en preparación una causa criminal contra VW.

En total, VW ha reconocido que el software para falsear las emisiones reales de sus vehículos se instaló en 11 millones de ellos que circulan por todo el mundo.

VW ha abierto por su parte una investigación interna en la que colaborarán la consultora Deloitte y el gabinete de abogados Jones Day.

Aunque el escándalo sobre las emisiones de los vehículos VW estalló en septiembre del año pasado, Matthias Müller, presidente ejecutivo de la compañía alemana, ha reconocido que aún no se ha encontrado una solución satisfactoria para el problema en Estados Unidos. Para avanzar en esa búsqueda, Müller se reunirá la semana que viene con Gina McCurthy, administradora de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) de Estados Unidos.

Entretanto, las ventas de VW han acusado los efectos del escándalo, registrando en 2015 casi un 5 por ciento de descenso, la primera bajada desde hace 11 años.