martes, 30 de noviembre de 2021

RECUERDOS DEL TRASTERO: CUANDO GENERAL MOTORS SE PLANTEÓ COMPRAR ENASA-PEGASO

🔸 La compañía estadounidense trataba de encontrar la forma de potenciar la presencia de su filial británica Bedford en el mercado europeo

El TM 4400 era de lo último que Bedford había sacado al mercado
británico poco antes de que General Motors decidiera acabar
con su presencia en el mercado europeo de camiones
MADRID ─ De todas las posibles opciones de supervivencia de que dispuso ENASA-Pegaso antes de pasar finalmente a manos del grupo italiano Iveco, puede que una de las más desconocidas sea la del gigante estadounidense General Motors (GM). Fue a finales de enero de 1985 cuando se confirmó que la compañía española y GM habían firmado un acuerdo de intenciones para explorar posibles relaciones comerciales adicionales por parte de las dos empresas, a través de un estudio conjunto que debería conducir el 30 de junio de ese mismo año a una decisión final sobre la compra de una participación mayoritaria de ENASA-Pegaso por parte de GM.

Las intenciones de GM habían sido avanzadas algunos días antes por el entonces presidente de esta última compañía, Roger Smith, que había dicho en una rueda de prensa celebrada en Toronto (Canadá) que efectivamente, su compañía estaba manteniendo conversaciones con Enasa buscando algún tipo de acuerdo, aunque subrayó que era demasiado pronto para decir cuál iba a ser el resultado final de las conversaciones, pero que sí se sabía que la firma española prefería a GM como socio en lugar de Nissan o Toyota, que también habían manifestado su interés por Enasa.

El interés de GM por ENASA-Pegaso no era un interés específico, sino que se encuadraba en una operación mucho más amplia con la que la compañía americana lo que estaba dilucidando era si mantenía su presencia en el mercado europeo potenciando su marca Bedford, hasta entonces centrada prácticamente en el mercado británico, para desembarcar con ella en la Europa continental.

Con este fin, GM había estado considerando también la compra de la germana MAN y pensaba estudiar incluso hacerse con la británica Leyland.

Los analistas británicos pensaban que General Motors podría
beneficiarse de la cabina que ENASA-Pegaso y DAF estaban
preparando para sus futuros y respectivos modelos Troner y 95
Al saberse del interés de GM por ENASA-Pegaso, en medios industriales internacionales se trató de buscar una lógica a la operación con argumentos como que si GM obtenía una participación mayoritaria en Enasa, la operación tendría un efecto significativo en varios fabricantes de vehículos europeos, entre ellos Bedford, la división británica de la Worldwide Truck and Bus Corporation de GM, que estaría en una posición sólida para comercializar vehículos comerciales ligeros. en particular, su furgoneta Midi que se construía en Luton, muy cerca del aeropuerto británico de Londres-Heathrow, y que se acababa de lanzar al mercado británico y al de Centroeuropa, a través de la red de ventas de ENASA-Pegaso. Recordemos que España aún no se había incorporado al Mercado Común europeo.

Las furgonetas Midi, que Bedford construía sobre un diseño de la japonesa Isuzu, podrían venir a reemplazar las obsoletas Sava J4 basadas precisamente en un viejo modelo de British Motor Corporation (BMC) que se había dejado de fabricar hacía bastante tiempo.

GM también obtendría el control del fabricante británico de camiones Seddon Atkinson, compañía que un año antes había sido endosada a ENASA-Pegaso por International Harvester cuando esta dio la espantada en su proyecto de hacerse con la compañía española.

Para los analistas británicos, Seddon contribuiría a que GM mejorase su posición en el extremo pesado del mercado del Reino Unido, donde Bedford había tenido hasta entonces mucho menos éxito.

Se pensaba que las furgonetas Midi que Bedford había empezado a
fabricar en el Reino Unido en colaboración con Isuzu podrían venir
a reemplazar a las obsoletas Sava J4 que vendía ENASA-Pegaso

Además, por entonces GM ya contaba en con la fábrica de turismos de Figueruelas, cerca de Zaragoza, con lo que su desembarco en España no iba a ser una llegada a un mundo desconocido. Por otra parte, se decía que con una participación mayoritaria en ENASA-Pegaso, GM se beneficiaría del proyecto conjunto Cabtech, una compañía creada a partes iguales entre la firma española y la holandesa DAF para desarrollar una cabina para vehículos de más de 20 toneladas, que se preveía entrara en producción en 1988 y que se usaría en los futuros modelos Troner de ENASA-Pegaso y los 95 de DAF.

Sería interesantísimo conocer los informes que realizaron los expertos de GM sobre MAN, Leyland, Bedford y especialmente ENASA-Pegaso, pero lo cierto es que finalmente los estadounidenses decidirían no entrar en ninguna de ellas ─la posible compra de MAN por GM la torpedeó Mercedes-Benz, que forzó a MAN a romper las negociaciones con GM─ y desprenderse de Bedford, abandonado definitivamente el mercado europeo.

Conviene no confundir esta aproximación de MAN a ENASA-Pegaso a través de GM con la posible compra de esta última por esa compañía alemana. Esta operación también sería manipulada por Mercedes-Benz que convenció a MAN de formar entre ambas un consorcio que sería el que compraría la compañía española. Pero cuando ya estaba todo más o menos acordado entre dicho consorcio y la firma española, se produjo un inesperado acontecimiento geopolítico que pondría todo patas arriba, abortando también esta operación.

Nunca se supo qué es lo que pudo encontrar GM en ENASA-Pegaso, que hizo que los americanos desistieran de hacerse con esta última ─¡ojo!, fue GM la que rompió las negociaciones en este caso─, pero desde luego, parece que la actitud de la alta gerencia de la compañía española no contribuyó a favorecer aquella compra pues el autor de estas líneas recuerda que después de que la compañía americana anunciara que no estaba interesada en la firma española, en medios directivos de esta última se lamentaba que aquellas negociaciones con GM se hubieran llevado por la parte española de una forma tan prepotente que con frecuencia daba la sensación de que en realidad era ENASA-Pegaso la que iba a comprar GM.