🔸 Fueron utilizados en un programa del Departamento de Energía de Estados Unidos para el estudio de componentes cerámicos resistentes a temperaturas muy elevadas
BISON DE 1964 y CHEVROLET TURBO TITAN III de 1966, General Motors (GM) parece que dejó un poco de lado el desarrollo de los camiones con motor de turbina de gas, centrándose más en el perfeccionamiento de los motores de turbina en sí. Fue a mediados de los años 70 cuando el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) inició un programa en colaboración con la división Detroit Diesel Allison de GM con el objeto de diseñar componentes cerámicos para el motor de turbina de gas GT-404-4 desarrollado por esta división de GM y que ofrecía potencias de 300, 310 y 325 caballos. Desde el primer momento, había quedado en evidencia que uno de los principales problemas que padecían los motores de turbina era la elevada temperatura que alcanzaban durante su funcionamiento y que difícilmente soportaban los materiales metálicos disponibles en la época.
El programa del DOE contemplaba pruebas prácticas de camiones propulsados por motores de turbina que usaran los nuevos materiales cerámicos en un camión sobre recorrido urbanos e interurbanos. De los vehículos que se utilizaron en aquellas pruebas han llegado muy pocos datos hasta nuestros tiempos. Según parece, se trabajó primero con un GMC Astro 95 impulsado por una turbina de gas GT-309 también desarrollada por Detroit Diesel Allison. El vehículo montaba la suspensión neumática trasera Astro-Aire de 17.000 kilos que GM venía fabricando desde 1971 y que ofrecía un ahorro de 500 kilos de peso con respecto a las suspensiones mecánicas de entonces.
En el Astro SS la parrilla del radiador era meramentre decorativa al haber sido eliminado el sistema convencional de refrigeración |
De blanco, como las novias
Un detalle muy característico de estos Astro 95 con motor de turbina era el uso abundante del color blanco en todo el vehículo: el chasis del camión, las cajas de batería, los escalones, los tanques de combustible, los dos tubos de escape, la suspensión e incluso las ruedas, estaban pintados de blanco, aunque se mantuvo el parachoques delantero cromado. Se piensa que con ello se intentaba transmitir una imagen de combustión limpia.
Se dice que, entre 1974 y 1977, Detroit Diesel Allison instaló casi cien motores de turbina de las series GT-404 y GT-505 en camiones, autocares interurbanos (Greyhound), autobuses municipales (Baltimore - RTS-II) y vehículos contra incendios (American LaFrance), así como en diversas aplicaciones marinas e industriales para realizar evaluaciones de campo en las que contó con la colaboración de las flotas de compañías de transporte como Consolidated Freightways, Greyhound, Ruan Transportation, Terminal Transport, GM Truck and Coach y Freightliner.
Según se publicó al final del proyecto del DOE, las pruebas demostraron claramente que los componentes cerámicos diseñados adecuadamente podrían soportar las condiciones más severas de uso en un vehículo típico.
Sobre el primer eje del tándem trasero se aprecia una especie de gran cajón en que iba montado el motor de turbina del Astro SS |
En 1979, GMC construyó un Astro SS equipado con una turbina de gas regenerativa GT-404-4 que incorporaba los más recientes materiales cerámicos resistentes a altas temperaturas. Con t94 kilos de peso, este motor era aproximadamente 295 kilos más ligero que un Detroit Diesel 8V-71 comparable. En el conjunto del vehículo se consiguió un ahorro de unos 500 kilos, gracias también a la eliminación del sistema convencional de refrigeración del motor, pues ya hemos dicho que la refrigeración del motor de turbina, situado en un departamento detrás de la cabina, era llevada a cabo por un sistema específico desarrollado al efecto.