🔸 Si el Reino Unido abandona la Unión Europea sin llegar a un acuerdo con ésta, los aranceles podrían ser una importante traba para la importación de camiones y autobuses
MADRID ─ Henrik Henriksson, presidente ejecutivo de Scania, el fabricante sueco de vehículos industriales hoy integrado en el grupo alemán Traton, de la esfera Volkswagen, ha dicho que su compañía había visto como los pedidos procedentes del Reino Unido se habían incrementado en el cuarto trimestre de 2018, posiblemente como reacción preventiva de los transportistas británicos ante los problemas que podrían derivar de un Brexit duro. En consecuencia, nos hemos apresurado a entregar esos pedidos en enero y febrero de 2019, anticipando también nosotros las demoras que podrían producirse en la frontera del Reino Unido después de la fecha límite de finales de marzo, ya postergada a abril, dijo Henriksson.
Si el Reino Unido abandona la Unión Europea (UE) sin llegar a un acuerdo con ésta, el país retornará a los esquemas y normas de la Organización Mundial de Comercio (WTO por su acrónimo en inglés) y las importaciones de vehículos se verán gravadas con aranceles, encareciendo el producto y provocando una notable caída de las ventas.
En Scania también han tomado medidas para paliar los efectos negativos de un Brexit duro que cada vez parece más probable. A tal fin, se han ampliado los plazos de tiempo necesarios para fabricar los componentes originarios del Reino Unido y se han diseñado rutas de envío alternativas para los camiones fabricados en Holanda y Bélgica que tengan que ser entregados en el Reino Unido.
Dentro de la UE, los camiones circulan sin problemas a través de los controles fronterizos. Pero a las empresas les preocupa que los vehículos vuelvan a tener que pasar un control de seguridad en los puertos y se pongan en cola en las carreteras secundarias a ambos lados del Canal si un Brexit duro o simplemente difícil retrasa cada camión en la aduana aunque no sea más que unos minutos.
Volvo Trucks, un competidor de Scania, ya acometió en diciembre último la acumulación de un stock de seguridad en Gran Bretaña para prevenir los desajustes presumibles en las primeras semanas de aplicación del Brexit.
China recupera el ritmo
De hecho, en noviembre del año pasado, Scania había señalado que sus clientes chinos, en particular los grandes clientes, tendían a frenar el ritmo de renovación de sus flotas, de manera que la demanda de camiones y autobuses en China había retrocedido de un 10 a un 15 por ciento con respecto a los trimestres anteriores y que los clientes pronosticaron menos compras de vehículos para los próximos seis meses.
Sin embargo, Henrik Henriksson ha manifestado que aquellas condiciones han mejorado y que la demanda china estaba repuntando al mismo nivel que antes de la desaceleración en el cuarto trimestre, ya que el comercio electrónico ha llevado a los clientes a reanudar la compra de camiones de larga distancia de Scania.
Scania es parte de la unidad de camiones Traton de Volkswagen (VW), cuya salida a bolsa, prevista inicialmente para este mes de abril, fue retirada por VW hace un par de semanas hasta que mejoren las condiciones del mercado. A este respecto, Henriksson dijo que las estrategias comerciales de Scania serán independientes de la estructura de su capital social.
Henriksson también señaló que ya habían encontrado fórmulas de desarrollo de sinergias entre Scania y MAN ─compañía ésta también integrada en Traton─ que permitieran mantener en el mercado una imagen diferente de ambos productos.