miércoles, 17 de febrero de 2021

UNA GRÚA FRANKESTEIN DE 1934

Se trata de un vehículo muy poco común construido en 1934 y que viene perteneciendo a una misma familia desde 1950

Esta grúa Ford de 1934 con caja de cambios automática Chevrolet de
cuatro velocidades  se vende en Estados Unidos por 32.400 euros
MADRID ─ Navegando por el proceloso océano de Internet, he encontrado un breve artículo sobre un muy llamativo vehículo que está a la venta por 39.000 dólares (unos 32.400 euros al cambio actual) en Gateway Classic Cars una web que se dedica a la venta de vehículos clásicos. El artículo en cuestión está firmado por Daniel Patrascu y aparece en la web Autoevolution dedicada al mundo del automóvil y que, de vez en cuando, publica algunos artículos sobre camiones clásicos. Patrascu señala que aunque se anuncia como un Ford de 1934, este vehículo está construido sobre un chasis Locomobile de 1913 (Locomobile fue un fabricante de automóviles de muy corta vida que estuvo activo en los primeros años del siglo XX), y usa un tren motor Chevrolet completo, lo que explica el sobrenombre de grúa Frankestein. En su parte posterior tiene un sistema de arrastre-elevación Holmes de dos brazos con capacidad para 2 toneladas cada uno.

Puesto de conducción de esta grúa Frankestein
El motor que en la actualidad mueve el vehículo tiene una cilindrada de 4,6 litros y solo 1.600 kilómetros a cuestas que va acoplado a una caja de cambios automática Chevrolet de 4 velocidades. Pero esa no es la cadena cinemática original que constaba de un motor Ford de 8 cilindros en V con una caja de cambios también Chevy pero manual de 4 marchas. Esta cadena cinemática original, que acumula supuestamente (no hay documentación que lo acredite) 145.000 kilómetros, también está disponible para el comprador que quiera hacer uso de ella o incluso restaurar el vehículo a su estado original.

Vista del motor actual de 4,6 litros de cilindrada que impulsa al vehículo
El vehículo en venta incluye también los tapacubos de las ruedas, neumáticos de alto rendimiento y un interior de vinilo.

En su artículo, Daniel Patrascu aprovecha la oportunidad para recordar la historia de las grúas, cuya invención generalmente se atribuye oficialmente a Ernest Holmes en 1916, tras darse cuenta de que, al igual que otras máquinas, los vehículos también se averiaban y con frecuencia necesitaban asistencia, amén de mucho esfuerzo y mano de obra para sacar los coches y camionetas cuando quedaban retenidos en un arroyo.

Detalle del mecanismo de recuperación de esta grúa Ford construida en 1934
La primera de las grúas de Holmes se basó en un Cadillac de 1913 y tuvo tanto éxito que pronto nació la compañía Ernest Holmes Co. Después, la compañía pasaría a denominarse Miller Industries, que aún existe.

En el enlace que recomendábamos al lector párrafos atrás sobre la historia de las grúas, el lector interesado encontrará muchos datos sobre la materia, además de un vídeo sobre el primer vehículo construido por Holmes y la evolución posterior de las grúas.