lunes, 1 de febrero de 2021

FIAT CHRYSLER PAGARÁ UNA MULTA DE 30 MILLONES DE DÓLARES EN EEUU POR CORRUPCIÓN

🔸 Se declarará culpable de los cargos de conspirar para hacer obsequios ilegales y generosos a los líderes del sindicato United Auto Workers

MADRID ─ Fiat Chrysler Automobiles, el fabricante de automóviles italo-estadounidense que acaba de integrarse con el grupo francés PSA Peugeot en un gran conglomerado llamado Stellantis, ha alcanzado un acuerdo con los fiscales estadounidenses por el que se declara culpable de un cargo de conspiración para violar la Ley de Relaciones Laborales y Gerenciales y accede a pagar una multa de 30 millones de dólares (unos 25 millones de euros al cambio actual). Fiat Chrysler también aceptó someterse a tres años de vigilancia por parte de un supervisor para garantizar que cumple con las leyes laborales federales. Según informa la agencia de noticias Reuters, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusaba a Fiat Chrysler de hacer pagos ilegales por más de 3,5 millones de dólares a altos cargos de la United Auto Workers (UAW) desde 2009 hasta 2016.

Según Timothy Waters, jefe de la oficina del FBI en Michigan, Fiat Chrysler proporcionó dinero y otros artículos de valor en un intento de crear una atmósfera más favorable para negociar con la UAW.

La documentación relativa a la denuncia hablaba de pagos realizados por el entonces negociador laboral jefe de Fiat Chrysler, Alphons Iacobelli, a funcionarios de la UAW a través de un centro de formación creado conjuntamente por la UAW y Fiat Chrysler. Jacobelli, que ya dejó la empresa, se había declarado culpable, siendo reducida su sentencia de prisión a cuatro años a principios de año haber colaborado significativamente en la investigación.

En diciembre de 2020, la UAW aceptó una supervisión independiente para resolver la investigación de corrupción en la que se vieron implicados dos ex presidentes del sindicato.

La UAW devolvió más de 15 millones de dólares recaudados facturados indebidamente a Ford Motor y Fiat Chrysler por emplear a miembros que no trabajaban en los centros de formación operados por el sindicato y las empresas.

La oficina de Matthew Schneider, fiscal federal en Detroit, acusaba a 15 exfuncionarios de la UAW como parte de su investigación, y también a Gary Jones y Dennis Williams, ex presidentes del sindicato, que se declararon culpables de malversar fondos sindicales.

Varios directivos de la UAW, incluidos los dos ex presidentes mencionados, admitieron haber malversado millones de dólares para beneficio personal, usar fondos para comprar licores y cigarros caros y pagar partidos de golf y equipamiento para éstos, así como estancias en hoteles caros.

Schneider declinó hablar del papel que pudo desempeñar en la conspiración, si lo hubo, el difunto presidente ejecutivo de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, alegando que el gobierno de Estados Unidos no procesa ni acusa a personas fallecidas.

Lo que sí dijo Schneider es que Ford sigue bajo investigación. 

La investigación de los sobornos llegó a afectar también a General Motors (GM) que terminó por demandar a Fiat Chrysler en 2020, acusando a los ejecutivos de esta de sobornar a los funcionarios de la UAW para conseguir convenios laborales que situaban en desventaja a GM. Pero en julio último, un juez federal desestimó esa demanda, aunque GM pidió a un tribunal federal de apelaciones que la readmitiera.

En la actualidad, la UAW cuenta con unos 400.000 trabajadores afiliados y aunque esa cifra está muy lejos de sus momentos de mayor esplendor cuando, allá por 1979, en sus filas militaban 1,5 millones de miembros, sigue siendo el sindicato de mayor implantación en la industria estadounidense del motor, sobre todo en GM, Ford y Chrysler.