lunes, 21 de septiembre de 2020

EL SECTOR DEL TRANSPORTE DE VIAJEROS POR CARRETERA PODRÍA PERDER 30.000 EMPLEOS A CAUSA DEL COVID-19

🔸 Sólo en el primer semestre de 2020 se estima que las empresas han perdido 1.500 millones de euros 🔸 CONFEBUS propone al gobierno un plan urgente para paliar los efectos de la pandemia en este sector

MADRID ─ La Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS) resume el grave impacto que la crisis del COVID-19 está suponiendo para el sector del transporte de viajeros por carretera en nuestro país en dos cifras: la pérdida de 1.500 millones de euros tan solo en el primer semestre del año y la posible desaparición de 30.000 puestos de trabajo, lo que supondría el cierre de muchas de las empresas que en estos momentos están operando en España. Desde CONFEBUS subrayan que el transporte en autobús es un servicio esencial estratégico para la sociedad y la economía españolas, ya que garantiza el derecho a la movilidad universal y al acceso a los servicios de estado del bienestar (sanidad, educación, trabajo…). Tampoco podemos olvidar que atiende el 50 por ciento de los desplazamientos colectivos de personas en España, siendo un ejemplo de una movilidad responsable, sostenible y eficiente que, gracias a su capilaridad y tupida red, permite la movilidad a prácticamente todos los rincones de nuestro país, uniendo más de 8.000 núcleos de población diariamente, y que resulta fundamental para la cadena y oferta turística (excusiones, congresos, ferias, circuitos…). Además, da empleo a 95.000 personas y factura en torno a 6.000 millones de euros anuales., subrayan desde la Confederación.

Ante esta situación CONFEBUS ha presentado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana un Plan de Recuperación y Resiliencia del Sector basado en cuatro ejes, transformación ecológica, digitalización, empleo y servicio público. Para los lectores que no estén familiarizados con el término resiliencia, aclaremos que se refiere a la capacidad de superación de situaciones críticas.

El plan está basado en cuatro ejes: la transformación ecológica, la digitalización, el empleo y el servicio público.

Transformación ecológica

Con respecto a la transformación ecológica, el Plan propone una serie de medidas como la implantación de ayudas para la compra de vehículos eléctricos, acciones de promoción del desplazamiento al lugar de trabajo en transporte público, también plantea la instalación de infraestructuras de energía renovable (paneles en azoteas de cocheras y estaciones, plantas para generación de hidrógeno en estaciones, …) así como la inclusión del transporte en el Plan de Acción de España Circular y la puesta en marcha de un Plan Nacional de Infraestructuras Verdes de Transporte de Viajeros por Carretera, con el establecimiento de prioridad semafórica para los autobuses, carriles bus  y carriles de apeamiento. Todas estas medidas tienen como objetivos, la descarbonización del sector y la modernización de infraestructuras y vehículos y, según CONFEBUS, supondrían una inversión de más de 3.500 millones de euros.

Digitalización

La digitalización es otra de las claves del Plan de Recuperación y Resiliencia del Sector y en este frente se proponen cuatro actuaciones para mejorar la calidad del servicio y aumentar su atractivo para los viajeros. En primer lugar, un programa de innovación de la movilidad con un enfoque transversal que afecte a todas las áreas de movilidad urbana e interurbana. También se pide la implantación de un programa de digitalización de los servicios públicos de transporte de viajeros que afecte a autobuses e infraestructuras. Por otro lado, se propone la puesta en marcha de un programa enfocado en incentivar las soluciones 5G para el transporte de viajeros por carretera y, por último, una actuación orientada a mejorar las capacidades y recursos que las empresas tienen para desarrollar el proceso de innovación, con el fin de mejorar su competitividad global. La inversión estimada en este capítulo de digitalización superaría los 400 millones de euros.

Empleo

En el capítulo referido al empleo se proponen tres acciones centradas en la creación de empleo de calidad, inclusión activa y mejora de la empleabilidad. En concreto se habla de un plan de formación profesional dual, así como de favorecer el acceso de las mujeres a estos programas formativos, un programa de formación continua y una serie de acciones orientadas a incentivar la internacionalización de las empresas de transporte de viajeros por carretera con sede en España para afrontar las dificultades creadas por el parón económico derivado de la crisis sanitaria. El acceso de las mujeres al empleo en el sector es una preocupación transversal en todas las medidas de este capítulo, que requeriría una inversión de más de 137 millones de euros.

Servicio público

El otro eje sobre el que se asienta el Plan de Recuperación y Resiliencia del Sector se orienta a reforzar los servicios públicos de transporte de viajeros por carretera, especialmente afectados por la crisis del COVID-19. Este eje busca no solo compensar directamente a las empresas más afectadas por el reciente parón económico, sino también actuar sobre las infraestructuras del transporte de viajeros por carretera, trabajar en la mejora de la imagen del sector, así como en el avance en planes específicos para el turismo y otros con enfoque territorial. En este sentido se propone una serie de medidas como la creación de un programa de compensación a los operadores de transporte de viajeros por carretera, la puesta en marcha de un programa de consolidación sectorial a través de líneas de crédito e incentivos fiscales y la implementación de un Plan de Transporte Turístico y otro de apoyo al transporte de viajeros por carretera en regiones ultraperiféricas o islas. Además, dentro de este eje se encuentra también la propuesta de un Plan de Modernización de las Infraestructuras de Transporte y de un Plan de Imagen del Transporte de Viajeros por Carretera. Por otro lado, presta atención al transporte rural con medidas de financiación, de mejora de las conexiones y de la calidad del servicio. Por último, se pide un refuerzo de las conexiones de las redes transeuropeas a través de la mejora de las estaciones de autobuses y de los servicios en los corredores transeuropeos. La inversión estimada, para la puesta en marcha de esta serie de medidas englobadas en el capítulo de servicio público, superaría los 2.000 millones de euros.