► El grupo Volkswagen todavía estaba negociando un acuerdo con las autoridades estadounidenses sobre cómo eliminar el dispositivo falseador de emisiones de 560.000 motores Diesel de 2 litros de cilindrada
La noticia ha sido dada por el periódico alemán Bild am Sonntag la semana pasada y en ella se señala que el California Air Resouces Board (CARB), una organización para la defensa del aire que respiramos, había descubierto durante el verano último que un Audi con caja de cambios automática y motor de gasolina llevaba un dispositivo que podía intuir que el vehículo estaba siendo sometido a controles de emisiones fundamentándose en que las ruedas motrices giraban pero la dirección no se movía.
En tal caso, el vehículo modificaba el funcionamiento de la transmisión de manera que la caja automática cambiaba de marcha con mucha más rapidez para así rebajar el consumo y las emisiones de CO2.
Una de las dos denuncias mantiene que hasta seis modelos de Audi con el motor de 3 litros de gasolina podrían estar haciendo uso de esos dispositivos desde febrero de 2013, figurando entre ellos los A6, A8, Q5 y Q7 y que en mayo último, cuando el escándalo de los motores Diesel de VW hacía ya más de ocho meses que había estallado, algunos directivos de esta compañía seguían alentando el uso de esos dispositivos falseadores de emisiones.
Siguen creciendo los enanos del circo VW
Pero la cosa es aún peor porque hace apenas quince días que VW había conseguido que se aprobase un acuerdo para saldar las demandas presentadas por 485.000 propietarios de vehículos propulsados por el motor de 2 litros Diesel del grupo alemán, a los que el grupo germano ofrecerá indemnizaciones de entre 5.100 y 10.000 euros, sumando un total de 14.500 dólares (unos 13.512 millones de euros) además de ofrecerles una opción de recompra cuya cuantía variará lógicamente en función de la edad de cada vehículo.
Ahora bien, el grupo alemán todavía está pendiente de llegar a un acuerdo con las autoridades estadounidenses sobre cómo eliminar el dispositivo falseador de emisiones de otros 560.000 vehículos que aún siguen rodando por las carreteras de Estados Unidos. Un acuerdo cuyo cumplimiento generará sin duda un coste adicional aún desconocido pero que, obviamente, no va a ser despreciable.
Y ahora al empresario del circo ─en este caso el grupo VW─ se le echa a crecer otro enano en forma de motores de gasolina de 3 litros acoplados a cajas de cambios automáticas que, según las denuncias a que nos referimos en este comentario, parecen incorporar también un sistema falseador de emisiones. ¿Qué nuevo coste financiero derivará para el grupo alemán de este nuevo caso en el que de momento se habla de que podían verse implicados 85.000 coches de lujo de las marcas VW, Audi y Porsche?.