► Se trata de un acto obligado por la Comisión Europea para poder culminar un proceso por supuestas prácticas monopolísticas que se inició en 2011 ► La investigación también afecta a la alemana Schaeffler y a las japonesas NTN, NSK, NFC y JTEKT ► En total, las sanciones suman 953 millones de euros
Todas ellas están acusadas de haber formado un cártel para la fijación de precios de este tipo de piezas. Además de las compañías mencionadas, había una sexta que supuestamente tambíén participaba de esas prácticas para fijación de precios, JTEKT.
Esta última se libró de sanción al haber sido la que denunció ante las autoridades comunitarias la existencia de esas prácticas prohibidas por la normativa sobre libre competencia. Fue a raíz de esa denuncia cuando las autoridades europeas se personaron en algunas oficinas de las compañías implicadas, allá por noviembre de 2011.
Las investigaciones condujeron a establecer que el cártel estuvo en funcionamiento durante más de siete años, entre abril de 2004 y junio de 2011. El mercado europeo de rodamientos de bolas mueve anualmente 2.000 millones de euros.
Finalmente, las compañías investigadas aceptaron haber participado en el cártel y gracias a ello sus sanciones fueron reducidas en un 10 por ciento, quedando finalmente en: Schaeffler (370,5 millones), SKF (315,1 millones, NTN (301,35 millones), NSK (62,4 millones) y NFC 3,96 millones).
El sector de componentes y equipos para el automóvil ha sido históricamente muy propenso a los acuerdos de fijación de precios y parece seguir siéndolo. En Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón, son numerosas las investigaciones realizadas para ponerlos al descubierto, investigaciones que suelen culminar en cuantiosas sanciones, aunque no parece que tan cuantiosas como para disuadir a los implicados de volver a las andadas, lo que hace pensar que esas multas no son suficientemente elevadas y que a los proveedores implicados les compensa finalmente la infracción, al menos en el plano económico.
Esta última se libró de sanción al haber sido la que denunció ante las autoridades comunitarias la existencia de esas prácticas prohibidas por la normativa sobre libre competencia. Fue a raíz de esa denuncia cuando las autoridades europeas se personaron en algunas oficinas de las compañías implicadas, allá por noviembre de 2011.
Las investigaciones condujeron a establecer que el cártel estuvo en funcionamiento durante más de siete años, entre abril de 2004 y junio de 2011. El mercado europeo de rodamientos de bolas mueve anualmente 2.000 millones de euros.
Finalmente, las compañías investigadas aceptaron haber participado en el cártel y gracias a ello sus sanciones fueron reducidas en un 10 por ciento, quedando finalmente en: Schaeffler (370,5 millones), SKF (315,1 millones, NTN (301,35 millones), NSK (62,4 millones) y NFC 3,96 millones).
El sector de componentes y equipos para el automóvil ha sido históricamente muy propenso a los acuerdos de fijación de precios y parece seguir siéndolo. En Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón, son numerosas las investigaciones realizadas para ponerlos al descubierto, investigaciones que suelen culminar en cuantiosas sanciones, aunque no parece que tan cuantiosas como para disuadir a los implicados de volver a las andadas, lo que hace pensar que esas multas no son suficientemente elevadas y que a los proveedores implicados les compensa finalmente la infracción, al menos en el plano económico.