martes, 5 de abril de 2022

RECUERDOS DEL TRASTERO: PEGASO EN EL SALÓN DE BARCELONA DE 1968

🔸 Un artículo que nos da una breve visión de cómo era el mundo de los vehículos industriales en España a finales de los años 60

Stand de Pegaso en el Salón de Barcelona de 1968
MADRID ─ Ya he contado en varias ocasiones que en mi formación como periodista especializado en vehículos industriales tuvieron un papel muy importante dos revistas británicas: Commercial Motor y Motor Transport, especialmente la primera de ellas, cuyos ejemplares más que leerme, me estudiaba todas las semanas. Por eso, me ha hecho mucha ilusión toparme con un artículo que se publicó en Commercial Motor el 31 de mayo de 1968, más de dos años antes de que un servidor tuviera la menor idea de que el periodismo del transporte por carretera fuera a ser parte fundamental de mi vida laboral durante casi 53 años de dedicación que se cumplirán el próximo 25 de julio de 2022. Pues bien, el artículo en cuestión lo firmaba Robert Richards y estaba dedicado a la sección de vehículos industriales del Salón de Barcelona que se celebró del 19 al 25 de mayo de 1968.

Aunque comienza hablando de la industria automovilística española en general y de su enorme crecimiento en aquel momento, Richards dedica una especial atención a los vehículos expuestos por Pegaso, lo que hace pensar que el periodista británico fue invitado por Pegaso a visitar el Salón de Bercelona de 1968, pues de otro modo no es muy probable que una publicación como Commercial Motor se hubiera interesado por nuestro modesto salón, cuando la industria británica de los camiones aún era la más importante del mundo.

Para que los seguidores de este blog tengan oportunidad de saber cómo nos veían unos ojos británicos acostumbrados a mirar a la industria española del automóvil desde lo más alto de la industria europea, en los párrafos que siguen se reproduce, traducido al español, el artículo en cuestión.

La industria automovilística española en expansión expuesta en Barcelona

• España está avanzando a pasos agigantados y construyendo un importante mercado de exportación de vehículos industriales

Por Robert Richards. Commercial Motor, 31 de mayo de 1968.

Prueba de ello ha sido el Salón Internacional de Barcelona, celebrado conjuntamente con las jornadas de la Federación Internacional de Ingenieros en Técnicas del Automóvil (FISITA) del 19 al 25 de mayo. La muestra atrajo a 1.048 expositores de los cuales 692 eran españolas. Entre los expositores extranjeros había 88 procedentes del Reino Unido.

El stand más grande en una gran muestra de camiones, autobuses y furgonetas de reparto fue el de Pegaso, como era de esperar del principal fabricante español de vehículos industriales, que construyó 7.790 camiones y 1.866 autobuses en 1967 y espera alcanzar 10.000 vehículos en 1968.

Pegaso presentaba cuatro nuevos modelos en el Salón de Barcelona: uno era un dumper de 33 toneladas (Nota de Motorscopio: probablemente el Pegaso 3075) y los otros tres eran autocares. 

Pegaso presentaba en su stand del Salón de Barcelona de
1968 un autocar 5031 L, carrozado por Obradors
De los nuevos autocares, dos son el 5031 y el 5031-L, que llevan motores de 170 caballos de potencia montados en la parte trasera del vehículo y utilizan una caja de cambios sincronizada ZF de ocho velocidades. El freno de pie tiene circuitos independientes para las ruedas delanteras y traseras y la versión más larga, la 5031-L, tiene 15 filas de cuatro asientos, lo que da un total de 60 plazas. El modelo 5031 es más corto y tiene algunas ligeras diferencias, que también le dan un radio de giro más pequeño: 11,3 metros frente a los 12 metros del 5031-L. El motor en ambos es el 9103/2, de 10.170 centímetros cúbicos de cilindrada que da su máxima potencia a 2.000 rpevoluciones por minuto (rpm). La dirección asistida es estándar.

El otro modelo nuevo en la gama de autocares Pegaso es el 6030-NA. Se trata de una versión mejorada de un conocido modelo con chasis independiente, suspensión neumática y caja de cambios epicicloidal. El motor horizontal es ahora de 185 caballos. La dirección asistida es hidráulica, como en los demás modelos, y cuenta con frenos de aire comprimido con circuitos independientes para los ejes delantero y trasero con frenos de resorte MGM.

En el stand de Pegaso también pudimos ver el motor Diesel turboalimentado, modelo 9109, de 260 caballos. Tiene una cilindrada de 10.518 centímetros cúbicos, y cilindros de 120 milímetros de diámetro interior y 155 milímetros de carrera; el peso total es de 715,77 kilos.

Al otro lado del pasillo y frente al stand de Pegaso estaba el de Barreiros, que también tenía novedades e su gama de producto. Una de ellas era el Azor 9000, con una capacidad de carga de nueve toneladas. Su motor es el B-24 de cuatro cilindros y 6.786 centímetros cúbicos de cilindrada que entrega 115 caballos a 2.200 rpm. La caja de cambios es la David Brown 552, con divisor de dos velocidades que proporciona 10 velocidades hacia adelante y dos hacia atrás. Se ha prestado atención a la comodidad del conductor y el amplio parabrisas curvo ofrece una buena visibilidad.

Otro nuevo Barreiros era el Saeta 70, el primer siete toneladas producido por la firma. Utiliza el motor A-90 de seis cilindros que genera 90 caballos a 2.400 rpm. La caja de cambios es la David Brown 542, con 10 marchas hacia adelante y dos hacia atrás. El peso total cargado es de 10,25 toneladas.

SAVA 221 propulsado por un motor de 2,2 litros. Obsérvese
en la parte superior derecha de la fotografía el cartel de
SAVA-Berliet que llamó la atención del autor del artículo
El nombre de Austin en España es SAVA (Sociedad Anónima de Vehiculos Automóviles) y BMC ahora produce el 221 en España basado en un chasis de 1.524 kilos con un motor Diesel de 2,2 litros pero con una cabina que se adapta a los requisitos españoles. Esta firma también contó con un stand muy amplio en Barcelona, que compartió con Berliet. 
(Nota de Motorscopio: el autor del artículo parece desconocer que SAVA también fabricaba el modelo GPS-12 de Berliet, que se comercializaba en España como SAVA-Berliet)

Un peso ligero interesante era la furgoneta Siata 2.850 fabricada en Tarragona en tres versiones: Minivan, Combi y Multiple, que se venden a alrededor de 600 libras esterlinas (Nota de Motorscopio: unas 98.400 de las pesetas de entonces). La carga se ve facilitada por las grandes puertas laterales (3 pies por 3 pies 9 pulgadas), así como una en la parte trasera. El conductor tiene muy buena visibilidad y, al ser fácilmente maniobrable, es un útil vehículo de reparto. El motor utilizado es el de un Seat 600.

Un aspecto de las peculiaridades españolas se manifiesta en la gran cantidad de carroceros que dan diferentes tratamientos a los distintos chasis de autobuses Pegaso. Una de estas firmas es Carrocerías Metálicas Hugas de Barcelona, que mostró su autobús interurbano, con una ventana frontal especial que ofrece una mayor visibilidad lo que ha proporcionado muchos pedidos al carrocero.