jueves, 14 de abril de 2022

RECUERDOS DEL TRASTERO: CUANDO VOLVO TRUCKS ACORDÓ CON MITSUBISHI QUE VENDERÍA EL CANTER DE LA COMPAÑIA JAPONESA EN EUROPA

🔸 Fue otro de los fracasados intentos de establecerse en el segmento ligero del mercado que llevó a cabo la compañía sueca

Tras el fracaso de su intento de entrar en el segmento ligero (7.500
kilos de PMA) con los FLC propulsados por un motor Perkins, Volvo
Trucks se planteó probar suerte con los Canter de Mitsubishi Motors
MADRID ─ A lo largo de su historia, Volvo Trucks ha realizado varios intentos de introducirse en el segmento ligero de camiones. Hace un par de años, ya dimos cuenta en este blog del que el fabricante sueco llevó a cabo con su modelo FLC a mediados de la década de los 90.  Pues bien, como aquel intento, justificado inicialmente por el deseo de acelerar la salida de la crisis de ventas de camiones del año 1993, no dio los resultados apetecidos, en noviembre de 1997, la compañía sueca anunciaba a bombo y platillo que acababa de firmar un principio de acuerdo con la firma japonesa Mitsubishi Motors para comercializar el modelo Canter de ésta en algunos mercados europeos a través de la red comercial de Volvo Trucks. Cuando en la actualidad es sabido de todos que ese producto japonés es vendido y fabricado en Europa por FUSO, una compañía del grupo Daimler Trucks, aquel acuerdo de Volvo Trucks con Mitsubishi parece aún más sorprendente.

El principio de acuerdo, que se había comenzado a estudiar en diciembre de 1996, cubría tres áreas:

a) A partir de 1998, Volvo Trucks comenzaría a vender los camiones Canter de Mitsubishi en la categoría de 3,5 a 7,5 toneladas de peso máximo autorizado (PMA), que ya entonces producía la compañía japonesa en Portugal, a través de las redes de distribución de la firma sueca en Italia, Francia y Gran Bretaña. Estaba previsto que Volvo Trucks recibiera anualmente de 5.000 a 6.000 camiones Canter de la gama ligera de Mitsubishi, que serían comercializados por la red de la firma sueca pero con la marca de la firma japonesa.

Volvo Trucks recibiría de 5.000 a 5.000 unidades de los Mitsubishi
Canter cada año para comercializarlas en Italia, Francia y Reino
Unido a través de ls red de ventas de la firma sueca
b) Volvo Trucks y Mitsubishi llevarían también a cabo un profundo estudio de factibilidad sobre desarrollo y fabricación de camiones de entre 7,5 y 18 toneladas, que saldrían al mercado con ambas marcas. Las ventas de estos nuevos vehículos se realizarían a través de las redes de distribución de las dos compañías y, en una primera fase, la versión de Volvo sólo se comercializaría en el mercado europeo.

c) Además, se llevaría a cabo un estudio para explorar la posibilidad de suministrar algunos componentes Volvo, tales como cajas de cambio y ejes posteriores para su instalación en la gama de camiones pesados de Mitsubishi.

El principio de acuerdo fue hecho público nada más regresar a Europa todas las expediciones de periodistas del viejo continente que se habían desplazado hasta Japón para cubrir el Salón de Tokio de 1997, lo que provocó la desesperación de los informadores, que habrían gustado de contrastar el comunicado de prensa de Volvo Trucks con todos los altos directivos de Mitsubishi que habían estado presentes en el certamen ─en realidad, no todos, porque algunos de ellos habían sido detenidos poco antes por la policía japonesa en relación con unos presuntos pagos realizados desde Mitsubishi a una mafia nipona, un tema no relacionado con Volvo Trucks.

Antes de hacerlo con el FLC, Volvo Trucks había estado presente
en el segmento ligero con su modelo FL 408, exteriormente muy
parecido por cierto al FLC
Pese a que la primera impresión que se podía sacar del anuncio de este principio de acuerdo era positiva, lo que ponía de manifiesto era un nuevo fracaso de Volvo Trucks en su deseo de introducirse también en el segmento más ligero del mercado de camiones, paso que era muy importante si, como había anunciado públicamente, la firma sueca deseaba convertirse, en el mayor fabricante de vehículos industriales del mundo para el año 2005.

En septiembre de 1996 y en el marco del Salón de Vehículos Industriales de Hanóver, Volvo Trucks había introducido su modelo FLC (FL City) de 7,5 toneladas, con el fin de intentar hacerse un hueco en un segmento que entonces absorbía de 40.000 a 60.000  unidades al año, siendo los mercados británico y alemán los que más demandaban este tipo de vehículos. El proyecto supuso una inversión de unos 12.500 millones de pesetas.

Desde su puesta a la venta en el Reino Unido en el otoño de 1996 hasta mediados de octubre de 1997, Volvo Trucks solo había conseguido vender 179 unidades de su FLC en el mercado británico, una cifra alejadísima de las 10.000 unidades que se llegó a estimar que podía alcanzar la producción anual del nuevo modelo. Además, el Volvo FLC no fue nada bien acogido por los transportistas británicos que se quejaban de que el FLC, propulsado por un motor Perkins, tenía demasiado peso muerto y de que era un tanto voraz en el consumo.

Los Volvo F406 y F407 (éste en la foto de Wikipedia) llevaban la
cabina del Club de los Cuatro y fueron también intentos de hacerse
un hueco en el segmento ligero por parte de la firma sueca
El principio de acuerdo entre Volvo Trucks y Mitsubishi no despertó mucho entusiasmo entre los analistas del mercado europeo del camión que pensaban que no parecía fácil que lo que Volvo no había conseguido con su FLC pudiera lograrlo con los Mitsubishi Canter, pues ya en 1987, la compañía Colt Car, importadora de la firma japonesa en Gran Bretaña, había fracasado en su intento de introducir los Canter de 3,5 toneladas en el mercado británico.

Desde el primer momento, José Costas, a la sazón consejero delegado de la filial española de Volvo Trucks descartó la importación del FLC en nuestro mercado, señalando que era un vehículo con un interés muy limitado para España, aunque reconocía que era un producto más con que mejorar la rentabilidad de los concesionarios, especialmente los especializados en la venta al sector de distribución urbana, pero que no justificaba las inversiones que habría que realizar en formación de la red, utillaje, etc.

El Volvo F82 fue posiblemente el primer intento del fabricante sueco
de introducirse en el segmento ligero; llevaba un motor de 78 CV
El intento del FLC n
o fue la primera vez que Volvo Trucks se estrellaba en el segmento ligero. Con anterioridad, los suecos habían comercializado el FL408, un 8 toneladas que pasó sin pena ni gloria por muchos mercados europeos y que la firma dejó finalmente de fabricar. El FL408 había sido precedido por los modelos F406 y F407, para 6 y 7 toneladas, respectivamente, lanzados en enero de 1975, fruto todos ellos de una de las primeras joint-ventures que se produjeron en la industria de la automoción, el famoso Club de los Cuatro, formado por Volvo Trucks, Saviem (hoy Renault Trucks), KHD (la antigua Magirus, hoy integrada en Iveco) y DAF Trucks. A su vez, los F406 y F407, tuvieron otros precedentes en los modelos F82 y F83, que iban propulsados ambos por motores de 78 caballos de potencia.