viernes, 22 de abril de 2022

ACERCA DE LOS SORPRENDENTES AUTOBUSES SETRA ST 110

🔸 Tras más de 60 años, siguen siendo los autobuses proporcionalmente más ligeros que se hayan construido nunca

Los autobuses Setra ST 110 se empezaron a fabricar en 1958
MADRID ─ La historia de los autobuses Setra ha sido tratada en este blog en varias ocasiones pero, aún así, dicha historia es como un pozo sin fondo, de manera que cada vez que se hurga en ella es muy fácil encontrar nuevos e interesantísimos asuntos que no dejan de sorprendernos. Esta vez nos han llamado la atención los autobuses Setra ST 110 de línea regular. Estos raros vehículos fueron un desarrollo conjunto de Kässbohrer, el fabricante de los autobuses Setra, y Theodor Pekol, un transportista de viajeros que también diseñaba autobuses y que vivía en la ciudad alemana de Oldenburgo, en el estado de Baja Sajonia. ¿Y qué tenían de peculiar los Setra ST 110, se preguntará el lector?.

Pues resulta que estos vehículos, que se comenzaron a fabricar en 1958 y de los que tan solo se construyeron 80 unidades, siguen siendo los autobuses proporcionalmente más ligeros jamás construidos. En efecto, tenían una tara de 6.000 kilos y una carga útil de más de 7.500 kilos, lo que les permitía transportar 110 viajeros ─de ahí su denominación ST 110.

La K de Kässbohrer preside el frontal de los Setra ST 110

Una tara tan reducida solo fue posible gracias a la estructura de aluminio sobre la que se fueron acoplando tableros del mismo material sujetos con remaches a dicha estructura para conformar la carrocería del ST 110. De hecho, una de las cosas que llaman la atención al mirar la unidad de este vehículo que hoy se conserva en el Salón Kässbohrer, próximo a la fábrica donde se construyen en la actualidad los autobuses Setra en Nuevo-Ulm (Alemania), son las típicas cabezas de aquellos remaches dibujando líneas regulares, cual grapas en una cicatriz, sobre los laterales ahora pintados de rojo oscuro, el color característico de los ferrocarriles alemanes (Deutsche Bundesbahn), a los cuales fueron destinados la mayor parte los ST 110 que se fabricaron, para prestar servicio como autobuses ferroviarios en las ciudades de Múnich, Ravensburgo y Friedrichshafen.

Y observe el lector que hemos dicho ahora pintados, porque el color original de esta unidad de los ST 110 era en realidad el azul, pero a la hora de restaurar el vehículo se decidió pintarlo de ese rojo oscuro para rendir homenaje a los ferrocarriles alemanes.

Otro de los factores que permitieron rebajar tanto la tara de los ST 110 fue, como el lector ya habrá imaginado, la carrocería autoportante que permitía el uso de suspensión independiente en todas las ruedas, lo que facultaba el uso de neumáticos sencillos también en el eje propulsor. Además, hay que subrayar que los ST 110 fueron los primeros autobuses Setra en llevar suspensión neumática de serie.

La parte posterior del Setra ST 110 cuenta con asientos para varios
viajeros y está ligeramente sobreelevada respecto a la parte anterior
Para acceder al interior de los ST 110 había que subir un escalón en ambas puertas. El piso del habitáculo mantiene la misma altura desde la parte delantera hasta el eje posterior. Los asientos a ambos lados de la carrocería son en esa zona unipersonales. Solo en la parte que va de la puerta trasera hasta el final del vehículo son multipersonales como puede verse en la foto que acompaña a estas líneas.

Al comentar el color de la carrocería de este ST 110, habíamos comenzado a hablar de la restauración del vehículo, algo que, cuando se conocen los detalles, parece casi milagroso.

Resulta que esta unidad de los ST 110 no terminó desguazada en un chatarrero de puro milagro. Tras prestar durante muchos años el servicio para el que se había construido, su carrocería, sin motor ni transmisión ni asientos, anduvo vagando por distintos parques como distracción o juguete de los niños.

Pero con mucha suerte, la mediación de Autokraft Kiel y muchísimas horas de trabajo del equipo de restauración de Setra, se inició hace cosa de 30 años la recuperación del ST 110. Particularmente afortunada fue la parte que atañe a la cadena cinemática del vehículo, que ahora cuenta con un motor gemelo del que llevaba originalmente.

En efecto, cuando el vehículo llegó a Ulm para su restauración, no lo hizo por sus propios medios pues, como ya se ha dicho, sus órganos mecánicos habían sido desmontados antes de destinarlo a servir de distracción para los niños en diversos parques de la ciudad de Zweibrücken. Pero la fortuna hizo acto de presencia poniendo en evidencia todo su poder y los restauradores dieron con un motor Henschel horizontal tipo 522 DPU-K que encontraron olvidado desde hacía mucho tiempo en un rincón de una tienda de repuestos.

Un equipo de mecánicos de Setra procedió entonces a instalar este 6 cilindros de 125 caballos de potencia en la parte posterior del ST 110, devolviendo a la vida a un autobús que había estado a las puertas del infierno del desguace y que ahora forma parte de la colección de autobuses clásicos del mítico fabricante alemán.