LA MAYOR COLECCIÓN EUROPEA DE CAMIONES CLÁSICOS SE ENCUENTRA EN OBERHAUSEN (ALEMANIA)
🔸 La joya de la colección es un Krupp Titan de 1952 propulsado por dos motores de 105 caballos de potencia cada uno
Actualizado el 17.04.2022 a las 22:10
La joya de la colección es este Krupp Titan de 1952 que va impulsado por dos motores de 105 caballos de potencia cada uno
MADRID ─ Hace unos días encontré un ejemplar de la revista corporativa que edita Knorr-Bremse, el fabricante alemán de sistemas de frenos para vehículos industriales, que se publicó en septiembre de 2021 y vi que incluía un artículo dedicado a divulgar la labor de Helmut Hoffmann y su hijo Sascha en el campo de la restauración de vehículos industriales. Hoffmann Nutzfahrzeuge y el Nutzfahrzeuge Veteranen Center (NVC) cerca de la ciudad alemana de Oberhausen son las principales direcciones europeas para los amigos de los camiones clásicos. Los Hoffmann llevan allí tres décadas restaurando con pasión camiones antiguos y presumen de tener no solo un stock único de repuestos para todo tipo de camiones clásicos son la mayor colección europea de este tipo de vehículos. El lector interesado encontrará al final de este artículo un vídeo a color de algo más de 8 minutos en que se resume la actividad de los Hoffmann en el campo de los camiones clásicos.
Helmut Hoffman y su hijo Sacha están considerados como unos de los mejores restauradores europeos de camiones antiguos
Resulta obvio subrayar la importancia de los sistemas de frenos en la industria del transporte por carretera. Esto ya era así en las décadas de 1950 y 1960. Helmut Hoffmann, que ahora es visto como un icono en el mundo de los camiones clásicos gracias a su propia colección de vehículos antiguos y su experiencia en la restauración de todas las marcas de camiones, recuerda los años que, por aquel entonces pasó como mecánico de camiones en prácticas en el concesionario Büssing Spieker en la ciudad de Duisburg. Allí fui testigo de lo importante que era para las empresas de transporte obtener un servicio bueno y rápido. Lo que es más importante, no podía haber tiempos de inactividad prolongados, porque los camiones estaban en uso continuo, dice Helmut, que ahora tiene 74 años.
Los Hoffmann no ven los camiones antiguos como un conjunto de chatarra sino como un patrimonio histórico cultural
En los años que siguieron, Helmut experimentó de primera mano lo crucial que era estar constantemente disponible para reparaciones y tener una línea directa con el fabricante en caso de consultas. Hoffmann hacía tiempo que se había hecho cargo del negocio de transporte de sus padres y operaba más de 50 camiones con sus conductores. En aquellos días, el freno de un solo cable era el estándar. Y los camiones se conducían de manera muy diferente a como se hace ahora. Tener los frenos en perfecto funcionamiento garantizaba básicamente la supervivencia de las empresas de transporte y sus conductores”, explica Helmut que añade que la gran ventaja era que entonces prácticamente no había cuellos de botella en el suministro de componentes. Y si una pieza se agotaba, bastaba con una simple llamada telefónica al taller vecino y el problema estaba resuelto. Siempre podías confiar en eso.
Desde MAN a Magirus-Deutz o Mercedes, siempre hay varias joyas históricas restaurándose o reparándose en los talleres de los Hoffmann
Helmut tiene muy grabada en su memoria la restauración de su propio Krupp Titan de 1952 que, por cierto, ya montaba de serie piezas Knorr-Bremse. Este camión, una rara joya de la historia de los vehículos industriales alemanes que iba propulsada por dos motores de 105 caballos de potencia, es hoy el orgullo y la alegría de su colección de camiones clásicos: toda una obra maestra.
Sascha, el hijo de Helmut, tiene 41 años y es, aparte de maestro mecánico, un restaurador apasionado. Actualmente está enfrascado en un MAN 10.212 HS Haubensattel de 1963. En su chasis se puede ver un conjunto completo del sistema de frenos con acumuladores de resorte, reguladores de presión, válvulas de freno y cilindros de freno. También en el patio hay un destartalado camión MAN de 1968 que en la puerta del acompañante aún exhibe una placa de identificación típica de Knorr-Bremse de aquella época.
Son muchos los vehículos y recambios que aguardan en los talleres de los Hoffmann su turno para volver a la vida
No hay otro lugar en Europa donde los entusiastas de los camiones clásicos puedan encontrar una selección tan grande de camiones históricos. Y en ningún otro lugar se alberga un stock tan impresionante de repuestos para la restauración de camiones. Es difícil de imaginar, pero en las instalaciones de la empresa, que suman una superficie de aproximadamente 50.000 metros cuadrados con la antigua nave industrial, Helmut Hoffmann ha guardado y recogido durante las últimas tres décadas todas las piezas que podrían ser necesarias para restaurar un camión. Pero Helmut Hoffmann no ve todo eso como un mero conjunto de chatarra. Esto es auténtico patrimonio cultural sobre ruedas. No se tira nada, porque las piezas de repuesto que ya no se pueden comprar son la base para restaurar los vehículos clásicos, sentencia Helmut.
Esto incluye también el stock de repuestos Knorr-Bremse de décadas pasadas. Un estante completo de una pared está lleno de ellos, y los entusiastas desesperados de camiones clásicos de toda Europa a menudo llaman a sus colegas de Oberhausen en busca de piezas raras. Además, Sascha Hoffmann lleva un registro bien documentado de todos los modelos que se han construido, y hace años que se abasteció de repuestos de varios talleres especializados.