domingo, 10 de octubre de 2021

RECUERDOS DEL TRASTERO: 125 AÑOS DEL PRIMER CAMIÓN... Y 126 DEL PRIMER AUTOBÚS

🔸 Un rápido repaso al nacimiento y evolución en el tiempo de ambos tipos de vehículos 

A la derecha, en primer plano, el vehículo construido por Daimler
Motoren Gesselschaft en 1896 que se considera como el primer camión
MADRID ─ Hace algo más de tres años, nos planteábamos en este blog la pregunta ¿QUÉ FUE ANTES: EL CAMIÓN O EL AUTOBÚS? y, tras hacer un poco de historia cronológica, dejábamos un tanto en el aire la respuesta a dicha pregunta. Pues bien, el título de este artículo viene a dejar muy claro cuál de los dos tipos de vehículos precedió al otro en el tiempo, ya que, aunque esté pasando muy inadvertido, lo cierto es que en 2021 se conmemoran los 125 años del primer camión y los 126 años del primer autobús. Además, y puestos a hablar de efemérides de la industria automotriz, en 2021 se conmemoran también las bodas de brillantes (75 años)  de la creación de la hoy tristemente desaparecida Pegaso.

Miniatura del vehículo que construyeron los franceses René Panhard
y Emile Levassor en 1893 y que es considerado como precursor
de los camiones
Aunque el primer camión que se reconoce como tal por los historiadores es el construido en 1896 por la Sociedad Daimler Motoren Gesellschaft, un vehículo industrial derivado de los carros de mulas que tenía una carga útil de 1,5 toneladas, los precedentes del camión se remontan a 1893, año en el que René Panhard y Emile Levassor construyen en Francia una camioneta con motor de gasolina en posición delantera, transmisión por engranajes selectivos y dirección a la mangueta del eje que disponía de una plataforma posterior para carga.

En el mismo 1896 y con anterioridad al vehículo de Daimler Motoren, Benz pone a punto un coche de reparto con capacidad para 300 kilos de carga. Daimler Motoren también prepararía en ese mismo año un nuevo modelo de camión con algunas mejoras técnicas sobre el que la misma compañía había preparado meses antes, construyendo luego, en 1898, un último modelo provisional con motor delantero, transmisión por engranajes selectivos, árbol con junta cardan y caja de velocidades con piñones, dotado de tracción a las ruedas posteriores.

Entre 1902 y 1903 se construyó el primer chasis autopropulsado alemán, realizado por Joseph Vollmer en los talleres de NAG; era una tractora con dos remolques que reunían una carga útil de 10 toneladas. El vehículo fue puesto en servicio en 1905. Fue también en 1903 cuando Heinrich Büssing fundó la primera fábrica alemana consagrada a la construcción de camiones y autocares, lanzando su primer vehículo en 1904.

Hispano Suiza 40-50
Aún muy lejos del ferrocarril

En años sucesivos y por ser aún muy inferiores en prestaciones al ferrocarril y no contar con vías adecuadas para ellos, el uso de los camiones se fue extendiendo muy lentamente por todo el mundo. En 1910, salieron al mercado español los primeros modelos construidos por Hispano Suiza; se trataba de dos unidades con potencias de 12-15 y 25-30 caballos que llevaban un motor de cuatro cilindros en línea, transmisión por cadenas y todavía con ruedas llantadas en hierro. Costaban entonces la friolera de 13.000 y 18.000 pesetas, respectivamente, y eran capaces de moverse a la escalofriante velocidad de 15 kilómetros por hora.

La primera guerra mundial fue una gran desgracia, pero también fue en buena parte responsable del primer empujón de envergadura que experimenta el desarrollo técnico de los camiones. De los 2.000 camiones al año que se estima que se producían en 1914, se pasó a 15.000 en 1916. Son los años en que algunas compañías reticentes a lanzarse a la producción de camiones, como MAN, Vomag y Magirus, se vieron forzadas a hacerlo por la conflagración mundial.

Del otro lado del Atlántico llegaron a Europa en aquella época unos vehículos cuyo morro recordaba a los soldados británicos el de un perro bulldog, eran los AC que construía Mack en Estados Unidos y de los que se fabricaron 4.000 unidades para el ejército de Gran Bretaña durante la primera gran guerra.

Los primeros neumáticos

En 1920, Goodyear construyó un camión con neumáticos que llevaban
en su interior una cámara de aire y le puso doble eje trasero porque
aquellos neumáticos no aguantaban mucho peso
Otro importante empujón para la difusión de los camiones vino de la mano de la compañía americana Goodyear, quien lanza su propio camión en 1920, un tres ejes con neumáticos con cámara de aire, en que se había hecho necesario montar un eje tándem posterior porque aquellos neumáticos primitivos podían soportar muy poca carga. La aparición de los neumáticos fue clave en la carrera del camión contra el ferrocarril.

En 1924, Daimler-Benz y MAN sacaron los primeros camiones con motor Diesel, que tenían un peso con carga de 5 toneladas. En 1932, Mercedes-Benz lanzó el primer camión con motor Diesel rápido; tenía una capacidad de carga de 2.000 kilos. Es en 1933 cuando salen las primeras furgonetas con tracción delantera y cabina semiavanzada, capaces de transportar hasta 1 tonelada de carga; las construyó Framo, una compañía alemana creada por el ingeniero danés Jørgen Skafte Rasmussen, que poco tiempo antes había fundado también DKW. Tres años más tarde, en 1936, la también alemana Tempo lanzaría su célebre furgoneta de ojos saltones, denominación que hacía referencia a sus salientes faros delanteros.

Renault ZYAB de 1932 propulsado por gasógeno que se conserva
en Francia en la Fundación Berliet
La segunda guerra mundial trajo al mundo del camión modelos con neumáticos en el eje delantero y tracción por cadenas (oruga) en la parte posterior. Al final de esta segunda gran guerra, la penuria de combustible que se padecía en Europa condujo a la aparición del gasógeno, un sistema desarrollado por Georges Christian Peter Imbert, un ingeniero químico francés, que utilizaba como combustible el metano (gas natural) desprendido de la combustión de la madera.

En torno a 1960, los fabricantes de camiones europeos comenzaron a usar turbocompresores en sus vehículos, al tiempo que la inyección directa empezaba a desplazar al sistema de  inyección en precámara. En 1965, la alemana Büssing lanzó el primer camión con motor y cabina bajo el chasis, que permitía un aprovechamiento máximo de la longitud disponible para carrocería.

Concluída la etapa de reconstrucción de la postguerra, se inicia un proceso de reestructuración industrial en la fabricación de camiones, y desde el comienzo de los años 60 desaparecen marcas como Borgward (1961), DKW (1962), Krupp (1968), Hanomag-Henschell (1970), Büssing (1969-71), Lancia-OM-Unic-Magirus (1975), Berliet y Saviem (1976) y Pegaso (1991), entre otras.

Concluida la etapa de reconstrucción tras la segunda guerra mundial, se inició un proceso de reestructuración industrial en la fabricación de camiones y, desde el comienzo de los años 60, empiezan a desaparecer marcas como Borgward (1961), DKW (1962), Krupp (1968), Hanomag-Henschell (1970), Büssing (1969-71), Lancia-OM-Unic-Magirus (1975), Berliet y Saviem (1976) y Pegaso (1991), entre otras.

Este landau construido por Karl Benz en 1895 está considerado
como el primer autobús

Y en cuanto a los autobuses...

El 18 de marzo de 1895, a las 6:25 de la mañana, el primer autobús del mundo ─construido a mano por Karl Benz y su plantilla─ comenzó a cubrir el primer servicio de línea entre las ciudades alemanas de Deuz y Siegen. Con ocho personas a bordo y un motor de gasolina de 4 caballos que le permitía alcanzar la respetable velocidad de 14 kilómetros por hora, realizó el trayecto en 80 minutos.

El vehículo llevaba ruedas de goma maciza que pronto fueron reemplazadas por otras llantadas en hierro que tardaban mucho más en desgastarse pero que eran mucho menos confortables, algo que no debía ser demasiado importante para unos viajeros que, con frecuencia, se veían obligados a echar pie a tierra para empujar el autobús en algunas cuestas que salvaban el desnivel de 80 metros existente entre Deuz y Siegen.

Hay quienes defienden que el verdadero primer autobús fue este
Saurer Käsbohrer construido en 1911
El fracaso de aquel servicio establecido por Benz ─cerrado a los 6 meses de empezar─ no arredó al alemán Gottlieb Daimler que, en 1898, intentó establecer un servicio regular entre las ciudades alemanas de Bad Mergentheim y Künzelsau, con no mucha más suerte, ya que tuvo que cerrarlo a los 9 meses, debido a que el vehículo estuvo a punto de despeñarse por un barranco de 30 metros ─lo evitó un árbol que había en la cuneta del camino y que trabó una de las ruedas posteriores─ cuando intentaba adelantar a un carromato tirado por caballos en un trecho del camino en el que no había anchura suficiente para ambos vehículos.

También en 1898, un catalán Emilio de la Cuadra, que acababa de formar Hispano Suiza, llevaba en su carpeta de proyectos uno relativo a la construcción de un carruaje eléctrico para 20 plazas. Desgraciadamente, se eligió para él la propulsión eléctrica por baterías y el proyecto concluyó en agosto del año siguiente con el más rotundo fracaso, al ser el vehículo incapaz de superar la primera cuesta que acometió.

Autobús Ford AA de 1929
En 1900, al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, los hermanos Mack, unos hugonotes procedentes de Alsacia que hasta entonces se habían dedicado a la construcción de carrozas, preparan su primer vehículo con motor a explosión de cuatro cilindros que se convertiría en el primer autobús fabricado en aquel país. El hecho de que cubriera 1.600.000 kilómetros antes de ser retirado del servicio contribuyó a dar a los vehículos Mack fama de indestructibles.

Autobús Hispano Suiza 30-40 de 1922
Los primeros omnibuses Hispano Suiza

Hacia 1910, las potencias de los motores eran de 35 caballos para autobuses de 36 plazas. En España, Hispano Suiza lanzaba sus modelos T 12-15 caballos y T 25-30 caballos; el primero se usó en ocasiones como ómnibus aunque en realidad era un chasis de turismo, pero el segundo era un auténtico ómnibus que pronto empezaría a cubrir la línea regular entre Vigo y Bayona. En los años que siguen se fabricaron los modelos T 40-50, T 50-60 y T 60.

Al contrario de lo que había ocurrido con el camión, la primera guerra mundial supuso un frenazo al desarrollo del autobús, al concentrarse todos los esfuerzos en la producción de camiones. Eran los tiempos en que los autobuses rurales del alemán Benz transportaban 48 personas con el auxilio de motores de 55 caballos.

En 1926 se unieron Benz y Daimler y los chasis de autobús construidos en la factoría que el primero tenía en Gaggenau, empezaron a ser carrozados en la fábrica de Daimler en Sindelfingen, en tanto que las instalaciones de Mannheim asumían el papel de proveedores de componentes. Para entonces ya estaba claro que el sistema de precámara desarrollado por Benz para los motores Diesel era muy superior al de inyección de aire a presión que propugnaba Daimler.

Autobús Daimler de 1899
La construcción de las autopistas alemanas e italianas en los años 30 contribuyó mucho al desarrollo del transporte en autobús. Ya en 1936, Kässbohrer (Setra), lanzaba el precedente del moderno autobús articulado (gusano), una tractora Mercedes-Benz 6500 con un semirremolque capaz de transportar a 170 personas. Fue entre 1934 y 1935 cuando se empezaron a construir masivamente los autobuses de dos pisos, que habían hecho su aparición en 1927.

Otra vez la guerra

La segunda guerra mundial volvió a frenar el desarrollo del transporte en autobús, que no se recuperaría hasta la década de los 50, cuando algunos chasis de camión empezaron a ser carrozados para el transporte colectivo de viajeros. Son aquellos vehículos que llevaban el motor dentro del compartimiento del pasaje, con el conductor sentado junto a él y unas largas palancas de cambios. Es en la década de los 70 cuando empiezan a imponerse los motores traseros, mucho menos ruidosos y más confortables que los de motor delantero, aunque hubo un fabricante que como Volvo, defendió el motor central a ultranza, pero también este constructor sueco tuvo que inclinarse ante la evidencia y lanzar sus modelos con motor trasero, aunque no lo hizo hasta comienzos de los 90.

También en la década de los 70 nacieron los autobuses de piso bajo, aunque no está claro cuál fue el primero pues si bien Neoplán, por ejemplo, afirma ser la inventora del autobús urbano de plataforma baja, allá por 1977, MAN siempre mantuvo que sus autobuses SD200 de dos pisos ya utilizaban una construcción de este tipo en 1973.

Autobús Baldaquino circulando por las calles de Granada
Para terminar, mencionar un interesante desarrollo en la construcción de los autobuses debido a un ingeniero español, Carlos González Piñón, artífice de un autobús autoportante de piso bajo, el Baldaquino TB 7.7 L, cuya peculiaridad es que su construcción iba suspendida, de manera que la estructura resistente no estaba, como de costumbre, en la parte más baja del chasis, sino en el techo, en la parte alta de los laterales del vehículo, por encima del hueco de ventanas, de forma que las vertientes izquierda y derecha del techo, componían unas vigas longitudinales en celosía que, actuando conjuntamente con el entramado ortogonal transversal de unión, funcionaban como largueros que soportaban las cargas suspendidas como el motor, la caja de cambios, el radiador, el equipo de aire acondicionado, la transmisión, los asientos, los pasajeros, etc. Este revolucionario diseño permitía alcanzar cotas de altura increíblemente bajas para el acceso de los pasajeros, al tiempo que aumentaba la altura libre sobre el suelo, lo que resultaba muy favorable de cara a sortear obstáculos en la calzada. Sin embargo, este sistema de construcción de autobuses apenas si tuvo difusión.