🔸 No obstante, la contracción de la demanda de camiones y autobuses, que se inició a comienzos de 2020 y se complicó luego con la pandemia COVID-19, vaticina para el conjunto del año unos resultados muy por debajo de los de 2019
Martin Lundstedt, presidente ejecutivo del grupo, dio especial importancia a la recuperación de la entrada de pedidos que acumulaba 57.530 a finales del tercer trimestre de 2020, un 61 por ciento más que en el mismo período del año previo, llevando el total de pedidos a 122.436 para el conjunto de los nueve primeros meses de 2020, muy cerca de los 129.431 que se tenían al final del mismo período de 2019.
El repunte ha sido tan fuerte que Volvo, que se había visto obligada a detener la producción en muchas de sus plantas en la primavera última, debido a la pandemia, anunciando importantes reducciones de plantilla e incluso registrando una entrada neta de pedidos negativa a principios de abril, ha anunciado que deja en suspenso los recortes de personal.
No obstante, no hay que echar las campanas al vuelo pues, considerando las cifras de los nueve primeros meses de 2020, Volvo sólo consiguió unos beneficios operativos de 15.270 millones de coronas, apenas un 38 por ciento de los 40.153 millones acumulados en los nueve primeros meses de 2019, con unas entregas de 110,507 camiones frente a 176.188.
Al contrario que la división de camiones (Volvo Truck), durante el tercer trimestre de 2020 la división de autobuses (Volvo Bus) ha seguido viéndose muy afectada por la debilidad de la demanda de autocares, debido a que muchos transportistas de servicios discrecionales tienen sus flotas inactivas a consecuencia de la pandemia. Afortunadamente, el mercado de autobuses urbanos se está comportando algo mejor, señaló Lundstedt.
En conjunto, la facturación de Volvo Bus en el tercer trimestre de 2020 disminuyeron un 39 por ciento, bajando a 4.700 millones de coronas suecas, mientras que el margen ajustado por cuenta de explotación fue del 5,2 por ciento gracias a un estricto control de costes.
De cara al futuro inmediato, Lunstedt se muestra cauteloso y piensa que la demanda europea de camiones pesados (16 toneladas y más) podría cerrar 2020 un 30 por ciento por debajo de lo que fue en 2019 pero que podría crecer un 7 por ciento en 2021. En cuanto al mercado estadounidense de ese mismo tipo de vehículos, la previsión de Lundstedt es que caiga un 35 por ciento en 2020, pero que crezca un 14 por ciento en 2021.