🔸 Vinieron a sustituir a las furgonetas T1 que se fabricaban en Düsseldorf (Alemania) y a las MB-100 que se construían en Vitoria (España)
Entre las 450 versiones que inicialmente se ofrecían en la gama Sprinter, las había de techo normal y de techo alto |
El lanzamiento de la Sprinter tuvo lugar en un momento en que la compañía alemana parecía haber comenzado a enderezar sus deterioradas finanzas, habiendo vendido en 1994 más de 100.000 furgonetas de las gamas MB-100, T1 y T2, lo que representaba 15.000 unidades más que en el año precedente, gracias a lo cual, Mercedes-Benz incrementó en 1994 su participación en el segmento de las furgonetas con un peso máximo autorizado de 2 a 6 toneladas del mercado de Europa occidental pasando del 11,9 al 13 por ciento.
Una buena ayuda a la recuperación de la actividad de la compañía alemana en el ámbito de las furgonetas había sido la adjudicación en 1994 de un pedido de 8.760 vehículos para el servicio alemán de Correos. Gracias a ello, desde mediados de ese año se había podido volver a aprovechar al 100 por cien la capacidad de producción de la factoría de Düsseldorf, construyéndose allí 64.000 unidades del modelo T1. Por su parte, la MB 100 D fabricada en Vitoria recuperó también la producción récord de 1991, alcanzando 27.500 unidades. Gottschalk pensaba que, tras la crisis de 1993, en 1995, el mercado de furgonetas aumentaría de 660.000 a 700.000 unidades en Europa occidental, y que el mercado alemán, por la reanimación coyuntural, podría rondar las 220.000 furgonetas vendidas.
Además de la versión furgoneta, las Sprinter se ofrecían en versiones chasis-cabina sobre las que montar distintos tipos de superestructura |
Centrándonos ya en la nueva gama Sprinter, diremos que sus primeros modelos iban dirigidos a la categoría de 2,5 a 4,5 toneladas de peso máximo autorizado, con un volumen de carga de 7 a 13,4 metros cúbicos y una carga útil de 800 a 2.800 kilos. Se iban a comercializar en distintas versiones que se agrupaban en cuatro categorías (2,5 - 2,8 - 3,5 y 4,6 toneladas de peso máximo autorizado), tres batallas y dos alturas de techo y, además, techo sobreelevado de plástico. Como los vehículos se ofrecían con dos tipos de motor diésel y un motor de gasolina, y en versión furgoneta, combi y camioneta con cabina sencilla o doble, si se tenían en cuenta las posibles combinaciones con el cambio manual o automático y con las distintas desmultiplicaciones del eje trasero, en total la oferta del nuevo producto reunía más de 450 versiones diferentes. Por si fuera poco, Westalia, un carrocero especializado en autocaravanas, anunciaba estar preparando un vehículo de este tipo sobre la base de la Sprinter, vehículo que sería presentado algunos meses más tarde.
La ampliación de los períodos de mantenimiento a 45.000 kilómetros reducía los costes de operación de las Sprinter, algo que fue muy apreciado por los profesionales autónomos |
Para las aplicaciones y mercados en que los motores de gasolina todavía eran rentables, Mercedes-Benz había desarrollado y adaptado a las condiciones específicas de las nuevas Sprinter el motor M111 de 2,2 litros de cilindrada y cuatro válvulas por cilindro, que ya se usaba en los turismos de la marca. Este motor daba una potencia de 143 caballos e iba equipado de serie con catalizador, habiéndose incorporado un conducto by-pass con chapaleta reguladora que facilitaba la puesta en servicio del catalizador. También se le había dado una forma especial al tubo de escape, para evitar el sobrecalentamiento del módulo cerámico, lo que sin duda contribuiría a alargar la vida útil del catalizador.
La versión James Cook fue la primera alternativa de recreo que se incorporó a la gama Sprinter de vehículos comerciales |
Los intervalos de mantenimiento se prolongaron en las Sprinter a 45.000 kilómetros, lo mismo que en los camiones pesados Mercedes. El cambio de aceite del motor sólo era necesario cada 15.000 kilómetros en el motor OM 601 Diesel y en el M 111 de gasolina; en tanto que en el OM 602 de inyección directa, esos cambios había que llevarlos a cabo cada 22.500 kilómetros. Las cajas de cambios de las Sprinter, del tipo G16 y G28, eran manuales de 5 velocidades y contaban con un sistema para el cambio rápido de unas marchas a otras.
En cuanto a las novedades introducidas en la configuración del chasis, destacaba en particular la suspensión independiente totalmente nueva de las ruedas delanteras. El eje trasero equipaba ballestas semielípticas longitudinales dotadas de apoyos especiales; ballestas que eran parabólicas en los modelos de hasta 2,8 toneladas. Con este chasis y la nueva dirección asistida, que venia de serie, los ingenieros de Mercedes-Benz aseguraban que el comportamiento en marcha de las Sprinter tenía en las curvas una tendencia neutra o ligeramente subviradora. independientemente de las condiciones de carga.
Frenos de disco
Para algunos, el aspecto exterior de los vehículos de la gama T1 que iban a ser reemplazados por las Sprinter era más bonito |