🔸 Todo apunta a que se trate de un prematuro envenenamiento del material usado en el catalizador del sistema SCR
Bomba de AdBlue de un motor de camión Volvo |
MADRID ─ El grupo sueco Volvo ha aprovisionado 7.000 millones de coronas (unos 683 millones de euros, al cambio actual) con cargo a la contabilidad del cuarto trimestre de 2018 para afrontar los costes potenciales de la corrección de un fallo detectado en un componente del sistema de control de emisiones que se usa en ciertos modelos de sus camiones y que parece estar degradándose a mayor velocidad de la prevista. El problema fue reconocido en octubre de 2018 por Volvo que se apresuró a advertir que no tenía repercusión alguna en el plano de la seguridad del vehículo, pero que sí podría estar traduciéndose en que las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de los vehículos afectados fueran superiores a las permitidas legalmente en cada mercado. Lógicamento, la provisión de fondos se traducirá en un recorte de los beneficios por cuenta de explotación durante el cuarto trimestre de 2018.
Los costos se han estimado en función de varios factores, como la prueba de los vehículos, el análisis estadístico y las negociaciones con las autoridades pertinentes. El siguiente paso será definir cómo implantar acciones correctoras relacionadas con el componente en los vehículos afectados por este problema. algo que también se decidirá de acuerdo con las autoridades pertinentes. El grupo Volvo evaluará la cuantía necesaria de los fondos aprovisionados a medida que se desarrolle el asunto.
Aunque aún no se ha identificado oficialmente y con claridad cuál es el componente que falla, nosotros siempre nos hemos inclinado por el catalizador del sistema de reducción catalítica selectiva (SCR). Los catalizadores sirven para facilitar y acelerar una reacción química, en este caso la que se produce entre los óxidos de nitrógeno y la solución al 20 por ciento de urea en agua (AdBlue) para dar nitrógeno gaseoso y vapor de agua. Con el uso, todos los catalizadores terminan por gastarse ─se envenenan, que es como se denomina el proceso─ y hay que cambiarlos por otros nuevos. En este caso, creemos que los catalizadores del SCR se han envenenado antes de lo previsto.
Dado que la industria de componentes para el automóvil lleva muchos años tratando de conseguir el máximo volumen de producción para rebajar el coste unitario de cada uno de los productos que fabrican, es muy frecuente que muchos de ellos se vendan a más de un fabricante de vehículos, lo que ha hecho temer a algunos analistas que el problema detectado por Volvo pueda estar afectando también a los camiones de otras marcas.
En el caso del grupo sueco, se cree que el mayor número de camiones afectados probablemente se encuentre en América del Norte y Europa, donde vendió alrededor de 150.000 unidades el año pasado.
Los costos se han estimado en función de varios factores, como la prueba de los vehículos, el análisis estadístico y las negociaciones con las autoridades pertinentes. El siguiente paso será definir cómo implantar acciones correctoras relacionadas con el componente en los vehículos afectados por este problema. algo que también se decidirá de acuerdo con las autoridades pertinentes. El grupo Volvo evaluará la cuantía necesaria de los fondos aprovisionados a medida que se desarrolle el asunto.
Dado que la industria de componentes para el automóvil lleva muchos años tratando de conseguir el máximo volumen de producción para rebajar el coste unitario de cada uno de los productos que fabrican, es muy frecuente que muchos de ellos se vendan a más de un fabricante de vehículos, lo que ha hecho temer a algunos analistas que el problema detectado por Volvo pueda estar afectando también a los camiones de otras marcas.
En el caso del grupo sueco, se cree que el mayor número de camiones afectados probablemente se encuentre en América del Norte y Europa, donde vendió alrededor de 150.000 unidades el año pasado.