🔸 Reclama que como la eléctrica no es en la actualidad una tecnología disponible para el transporte profesional por carretera, el plan otorgue también ayudas para la compra de autobuses propulsados por gas y otras energías alternativas
 |
| Los autobuses propulsados por energías alternativas diferentes de la eléctrica no deben ser excluídos de las ayudas del futuro Plan MOVEA |
CONFEBUS ha resaltado que la movilidad eléctrica no es en la actualidad una tecnología lo suficientemente madura para el transporte profesional por carretera, por lo que también debe poder subvencionarse la adquisición de vehículos de energías alternativas que actualmente se comercializan para el servicio de transporte público de viajeros.
La Confederación ha solicitado también que el Plan MOVEA 2019 respalde de forma sostenible al vehículo industrial, ya que se compran muchos más turismos que autobuses, por lo que debería determinarse de forma adecuada la cantidad que se destina a subvencionar cada tipo de vehículo, de lo contrario la adquisición de vehículos particulares se llevará la mayor parte del presupuesto destinado a la subvención.
Resulta fundamental también, tanto ampliar lo más posible el periodo de aceptación de los autobuses que pueden ser subvencionados como la flexibilización las condiciones de solicitud de ayudas y reservas de presupuesto para facilitar la incorporación de vehículos ecológicos de este tipo a nuestras carreteras. Los plazos para solicitar las ayudas no deben ser muy limitados en el tiempo para que no impidan la utilización práctica y efectiva de las ayudas del Plan por parte de las empresas de autobuses y autocares. Este tipo de vehículos se fabrican y carrozan sobre pedido y el plazo de entrega es más largo que en el turismo (6 a 8 meses).
Por tanto, la entrega del vehículo con posterioridad a la fecha límite que fije el Plan impide, en opinión de CONFEBUS, optar a las ayudas por no poder aportar telemáticamente toda la documentación necesaria en los plazos que se fijen. Además, señala que sería deseable extender con carácter retroactivo el ámbito de aplicación del Plan MOVEA 2019 a adquisiciones realizadas en al año natural con anterioridad a su entrada en vigor e incluso permitir que los nuevos autobuses de carburante alternativo matriculados en el segundo trimestre de 2018, cuya adquisición no se ha podido subvencionar por la carencia de la respectiva Orden el año pasado, puedan acogerse a este nuevo Plan.
Hay que tener en cuenta los largos plazos de entrega de autocares y autobuses
Para la Confederación, resulta fundamental también, tanto ampliar lo más posible el periodo de aceptación de los autobuses que pueden ser subvencionados como la flexibilización de las condiciones de solicitud de ayudas y reservas de presupuesto para facilitar la incorporación de vehículos ecológicos de este tipo a nuestras carreteras. Los plazos para solicitar las ayudas no deben ser muy limitados en el tiempo para que no impidan la utilización práctica y efectiva de las ayudas del Plan por parte de las empresas de autobuses y autocares. Este tipo de vehículos se fabrican y carrozan sobre pedido y el plazo de entrega es más largo que en el turismo (6 a 8 meses).
El autobús, al ser un transporte colectivo y el modo de transporte menos contaminante, es un actor clave para conseguir una movilidad más sostenible contribuyendo a la disminución del CO2 y de las partículas NOx que se emiten a la atmósfera y por tanto a la reducción de la contaminación. Además, el autobús favorece la mejora de la congestión que provoca el tráfico en las ciudades y carreteras, ya que cada autobús sustituye de media entre 14 y 30 vehículos privados.
Para terminar, desde CONFEBUS se insiste en que el Plan MOVEA debe ser parte de una estrategia global para potenciar el transporte en autobús y para ello habría que coordinar todos los planes de subvenciones de las administraciones españolas así como restaurar el 12 por ciento de deducciones en el Impuesto de Sociedades por compra de vehículos ecológicos y eliminar las barreras en infraestructuras, que actualmente coartan un mayor uso de autobuses ecológicos por los operadores (intercambiadores, límites a la disponibilidad de suministro de energías limpias, etc.).