viernes, 19 de mayo de 2017

RECUERDOS DEL TRASTERO: HISPANO CARROCERA, UNA HISTORIA... CASI INTERMINABLE

En 1962, Factorías Nápoles vendía autocares no sólo
para el mercado nacional sino que también los exportaba

 En 1962, Factorías Nápoles fabricaba autobuses y camiones con la marca Nazar (Nápoles-Zaragoza) y lo siguió haciendo hasta 1966 en que fue adquirida por Barreiros, pero ligar Nazar a Hispano Carrocera raya en la manipulación histórica y desde luego, en nada beneficia al recuerdo de los Talleres Nápoles que en 1939 fundara, con sólo 27 años, un joven napolitano llamado Vincenzo Angelino Gervasio


MADRID ─ Va para diez años que me dirigí a la dirección de una revista del sector del motor para comentarles que deseaba publicar un artículo amplio y documentado, casi un dossier, analizando la historia de Hispano Carrocera, una de las compañías más conocidas de ese gremio tan español de los carroceros de vehículos para el transporte de viajeros, pero que quería que lo consultaran con el equipo comercial de la publicación para que luego no me salieran con que eso no se podía publicar por esto o por lo otro. Al cabo de unos días, me dieron lluz verde y me puse manos a la obra. Pese al beneplácito inicial que yo había recibido, aquel texto jamás se publicó y tengo entendido que incluso las 12 ó 15 páginas que ocupaba fueron literalmente arrancadas de las revistas ─ya encuadernadas─ y éstas fueron distribuidas sin ellas, cosa que no puedo asegurar puesto que nunca conseguí ese ejemplar. ¿Que por qué no se publicó mi artículo y fue cercenado de semejante manera?. Luego se lo contaré. Pero, primero, dediquen, si pueden y quieren, un tiempo a leer el artículo en cuestión que aquí incluyo. Sé que es muy largo, pero espero que su contenido compense el tiempo dedicado, aprovechando quizá algunos de esos ratos en que uno no sabe qué hacer o mientras se encaminan a la próxima edición de la Feria Internacional del Autobús y el Autocar que abrirá sus puertas la semana próxima en el recinto ferial de Madrid (IFEMA). Una advertencia, las fotos que ahora ilustran el artículo referido no son las mismas con que se iba a publicar entonces el artículo, simplemente porque no sé las que se llegarían a incluir en la maqueta que finalmente se pensaba publicar.

HISPANO, ERRE QUE ERRE EN SUS ERES
- Los altibajos financiero-laborales de la compañía aragonesa son considerados muy negativos para el conjunto del sector.
- Se culpa a la mala gestión de Hispano del avance que vienen teniendo los autobuses completos en nuestro mercado.

Como no podía ser de otra manera –tristemente, es lo que parece marcar su destino- Hispano ha vuelto a dar un sobresalto al sector español de la industria carrocera, tramitando un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) para la práctica totalidad de sus empleados. Remedando la cantinela del juego de la oca, lo de Hispano sería algo así como de ERE a ERE y si no suspendo pagos, puede que quiebre. Desde que nació Hispano, su sino viene discurriendo por una sucesión al parecer inagotable de ERES, conflictos laborales, concursos de acreedores, etc., que configuran todo un catálogo de desastres.

Repasemos la historia de la compañía aragonesa para comprobarlo. Y para ello no es preciso remontarse al napolitano Vicenzo Angelino Gervasio, quien creó en 1939 los Talleres Nápoles en Zaragoza -que uno puede encontrar citados en la historia de Hispano si consulta su página de Internet- pues esa es una fea costumbre que tienen muchas compañías, haciendo parte de la suya la historia de otras que adquirieron en algún momento pasado.

Una antigua fábrica del carrocero belga Van Hool, embargada y
precintada por Hacienda por deudas con la Seguridad Social, 
y
otras entidades acreedoras fue el punto de partida de Hispano
Carrocera en 1983
La auténtica historia de Hispano puede comenzar, como mucho, en 1983. Es entonces cuando, pletóricos quizá por el reciente triunfo del PSOE en las elecciones de 1982, los sindicatos se creen con derecho a todo -eso parece no haber cambiado mucho desde entonces, según ha podido verse recientemente en la huelga de servicios de limpieza del Metro de Madrid- y los trabajadores de la quebrada Van Hool España, entran a saco en las instalaciones de ésta, desprecintando oficinas y maquinaria embargadas por Hacienda como aval de las cantidades que debía a las arcas de estado español Van Hool España y constituyendo una sociedad anónima laboral (Hispano Carrocera SAL) mientras las autoridades hacen la vista gorda y los oídos sordos a semejante tropelía y a las quejas del resto de los carroceros españoles, representados en Ascabús, la asociación nacional del gremio, que protestan ante la competencia ilegal que aquel abuso les genera.

El carrocero belga Van Hool fue el que en realidad adquirió en 1971 los mencionados Talleres Nápoles, transformados desde 1962 en Factorías Nápoles, fabricante de los camiones y autocares Nazar, que suspendería pagos en 1966 y pasaría a manos de Barreiros Diesel. A la entrada de Chrysler en Barreiros, los americanos querían desprenderse de las mencionadas Factorías Nápoles y convencieron a la compañía belga para que se hiciera cargo de ellas y se estableciera en el mercado español a cambio de un contrato ofrecido por Chrysler para carrozar una gama de autobuses que los de la compañía americana querían vender ya carrozados. Las no demasiado abundantes ventas de esos productos, el abandono por Chrysler de sus intereses en Europa hacia 1979, y la imposibilidad de competir con sus elevados costes -la compañía belga había metido en sus instalaciones de Zaragoza la maquinaria más avanzada de buena parte de Europa- con los carroceros locales en pedidos de escaso número de unidades, llevaron a la quiebra a Van Hool España, quedando sus instalaciones embargadas, como decíamos, por el Ministerio de Hacienda y la Seguridad Social, al objeto de proceder a su subasta para recuperar en lo posible las cantidades pendientes de pago. Como también se indicaba antes, la citada subasta no se llevó a cabo, al ser las instalaciones y maquinarias precintadas ocupadas por los casi dos centenares de trabajadores a los que había conducido al paro la quiebra de Van Hool España.

Llega CAPRE

Pues bien, para 1993, la evolución de la sociedad anónima laboral creada diez años antes, vuelve a su origen con una nueva suspensión de pagos. Fue en ese año cuando apareció en España Carrocerías Preconstruídas (CAPRE), una compañía mejicana que se presentaba aquí como líder del sector de carrocerías de autocares y autobuses en Méjico, con una penetración del 25 por ciento, habiendo llegado a alcanzar niveles de producción de 4.000 unidades al año. Gerardo Mújica, miembro de la familia propietaria de CAPRE, anunciaba en septiembre de 1993 que la firma mejicana había adquirido la totalidad de Hispano Carrocera, presentando a CAPRE como potente grupo industrial que venía a salvar a la firma zaragozana.

La realidad era algo diferente. CAPRE, como otras muchas industrias carroceras de Méjico, se vió muy afectada por la instalación en la ciudad mejicana de Monterrey de una macrofábrica de autobuses y autocares de Mercedes-Benz, que terminó llevando a muchos de ellos a la quiebra, incluyendo a la propia CAPRE, la cual parece haber quedado a lo sumo como mera sociedad patrimonial de los Múgica, aunque ellos prefieren referirse a una sociedad holding propietaria de Hispano, eludiendo, eso sí, dar el nombre de la tal sociedad. De hecho, pese a haber utilizado más de media docena de los más conocidos y potentes buscadores de Internet, las únicas citas que aparecen de CAPRE es como compañía mejicana propiedad del 85 por ciento de Hispano Carrocera o de Hispano, denominación comercial que los Mújica vienen usando desde finales de 1996. Quienes traten de rastrear CAPRE en la red por su cuenta, deberán descartar otra organización denominada igualmente CAPRE pero que nada tiene que ver con nuetro tema pues se creó para garantizar el abastecimiento de agua potable a Centroamérica, Panamá y la República Dominicana, así como la Red de Transporte Urbano de México D.F. y la Casa de Puerto Rico en España.

Desde la llegada de los Mújica a Hispano Carrocera, petulancia, ampulosidad, autobombo y prepotencia son las características que dominan las declaraciones y comunicados de prensa emitidos desde la firma aragonesa. Incluso en 1994, con Hispano aún en suspensión de pagos, hablaban ya de la posibilidad de comercializar los productos de Hispano en Méjico, aprovechando el conocimiento que CAPRE tenía de aquel mercado, y hasta de usar ese país, por su pertenencia al acuerdo norteamericano de libre comercio (NAFTA), como puerta nada menos que a los mercados de Estados Unidos y Canadá, los otros dos miembros del NAFTA. Mucho más recientemente, hace apenas dos años, fuentes del sector declaraban al autor de estas líneas: Esta gente de Hispano tiene la costumbre de desmentir un día lo que han afirmado tajantemente el día anterior y tirarse así meses enteros sin sonrojarse por ello.

Un Hispano Habit de los que formaban parte de un pedido de la
EMT de Madrid fue expuesto en la Feria Internacional del Autobús
y el Autocar celebrada en Madrid en 2004
En 1995, Hispano Carrocera salía de su suspensión de pagos, pero en marzo de 2003, presentaba un ERE para 431 de sus 453 trabajadores, ante la falta de pedidos. La empresa aseguraba entonces que la medida pretendía optimizar los recursos ante la imposibilidad de lograr mecanismos de flexibilidad adaptados a los ciclos de producción y hasta le echaba también la culpa de sus problemas... ¡a la guerra de Irak!, al asegurar que el sector del transporte venía caracterizándose por una elevada pauta de estacionalidad y un carácter cíclico, acentuados por los condicionantes político-electorales y la actual crisis bélica internacional.

Demasiada concentración en urbanos

Efectivamente, la demanda de autobuses ha tenido siempre un fuerte componente cíclico que se acentúa si, como es el caso de Hispano, los pedidos proceden mayormente del sector de autobuses urbanos, cuya demanda crece cuando se aproximan unas elecciones para desaparecer luego casi por completo hasta las siguientes. Eso lo han padecido y padecen todos los competidores nacionales e internacionales de Hispano que, sin embargo, no se ven sumidos por ello en ese catálogo de desastres que describe la historia del carrocero aragonés.

Pero la dirección de Hispano ya había detectado el problema y se disponía a acabar con él aprovechando la masiva renovación de autobuses para la ciudad de Atenas ante los Juegos Olímpicos de 2004 y el lanzamiento en 2003 de su autocar Divo, un modelo para servicios interurbanos y discrecionales. Pues bien, ni los Juegos Olímpicos de Atenas ni el Divo consiguieron enderezar la situación de Hispano, ya que los primeros pasaron sin que se sanearan las finanzas de la compañía aragonesa y el Divo no llegó a tener la deseada aceptación en el mercado, con lo que Hispano siguió padeciendo los inconvenientes de tener una exagerada concentración de riesgo en los autobuses urbanos.

En 2003, Hispano facturó 35 millones de euros, perdiendo 1 millón de euros. A mediados de 2004, la situación vuelve a hacerse insostenible y sus proveedores, ante la falta de pago por parte de la firma aragonesa, optan por dejar de abastecer a la carrocera y ésta tiene que detener la producción, pillando a algún constructor durante más de seis meses casi docena y media de chasis que tenía pendientes de carrozado para un concurso ya adjudicado de la EMT de Madrid. Fuentes muy conocedoras del problema aseguraron entonces al autor de estas líneas que Hispano había acumulado nuevamente unas deudas de 3,6 millones de euros a la Hacienda Pública y que la cantidad debida a la Seguridad Social y a los propios trabajadores ascendía a unos 2,4 millones de euros.

Y entonces se produjo un nuevo milagro: los rumores que circulaban desde meses antes, según los cuales existía la posibilidad de una entrada de la compañía india Tata Motors en el capital de la atribulada Hispano, cristalizaron a finales de febrero de 2005 en el anuncio de que Tata Motors compraba el 21 por ciento del capital de la firma aragonesa por 12 millones de euros (70 crores ó 700 millones de rupias). El comunicado oficial colgado de la página web de Tata decía textualmente que los 12 millones de euros incluían el 21 por ciento del capital de Hispano, deuda y transferencia de tecnología. En Hispano estaban tan necesitados de una noticia como ésa que difundieron a toda velocidad un comunicado al respecto en los medios españoles, pretendiendo obviamente que los proveedores reanudaran cuanto antes los suministros.

El acuerdo con Tata dejó sorprendidos a propios y extraños en la industria española del autobús. Nadie comprendía la finalidad del mismo, ni veía el interés que un acuerdo como ése podía tener para la firma india, que, eso sí, se reservó una opción de compra para tomar el control del 79 por ciento restante de Hispano en el plazo de 5 años -ya han pasado 3 y no hay el menor síntoma de que Tata Motors vaya a ejercitar esa opción. Lo que en España no se dijo pese a que era puesto entonces en boca de Ravi Kant, director general ejecutivo de Tata Motors, por muchos medios de comunicación indios, es que los 12 millones de euros aportados cubrían también el 79 por ciento restante de Hispano, si Tata se decidía finalmente a hacerse con esa parte del capital social de la compañía zaragozana.

Hispano también carrozó autobuses urbanos sobre autobastidor
Iveco propulsados por gas natural comprimido (GNC) para la
EMT de Madrid en el año 2008
De hecho, en la industria carrocera española circulaba el rumor de que si Tata Motors no había tomado de entrada la totalidad del capital de Hispano era porque el BBVA, que había actuado como asesor de Tata en la operación, había insistido en que la firma india sólo asumiera el 21 por ciento de las obligaciones adquiridas por la firma de Zaragoza, ya que en el fondo era eso lo que Tata tomaba: obligaciones, no activos. Muchos razonaban entonces que, de ser ciertas las cifras citadas que se decía que esta compañía adeudaba a Hacienda, Seguridad Social y sus propios trabajadores, tras pagar a los proveedores era muy probable que no quedara mucho de los mencionados 12 millones de euros.

Regreso al estilo de siempre

Ravi Kant fue nombrado presidente de Hispano a raíz de aquel acuerdo en el que el propio Kant veía una oportunidad para que ambas compañías usaran sus respectivos puntos fuertes para crear soluciones de alto nivel para el transporte colectivo de viajeros en los ámbitos urbano e interurbano en España, India y otros muchos países del mundo, además de ofrecernos una cabeza de puente en el mercado europeo de autobuses y autocares.

Pese a ser las típicas declaraciones que no dicen nada, habituales tras la firma de cualquier acuerdo, ¡para qué querían más los de Hispano!. Que si Hispano había sido el artífice de la familia Globus de autobuses que Tata había presentando en India semanas antes de que se hiciera público el acuerdo con Hispano. Que si Hispano iba a saltar a Asia para carrozar no sólo los autobuses y autocares de Tata, sino también los de Daewoo Vehículos Comerciales, compañía que también había sido adquirida en 2004 por Tata, etc. Parece que a Zaragoza no llegaron las noticias de que, a la quiebra de Daewoo Motors y tras la compra de ésta por General Motors, Daewoo Bus, que representaba los intereses del grupo coreano en el campo de autobuses y autocares fue vendida en el verano de 2002 a Young An Hat, un grupo también coreano famoso por fabricar gorras y sombreros pero que ya tenía bastantes intereses en el ámbito de la fabricación de vehículos para transporte colectivo de viajeros en América Central y del Sur y que lo que Tata compró con Daewoo Commercial Vehicles fueron las actividades del quebrado grupo coreano en el ámbito de los camiones.

En diferentes declaraciones a la prensa india, Ravi Kant aseguraba entonces que el objetivo prioritario de Tata era sanear las finanzas de Hispano y devolverla a la rentabilidad, a cuyo fin habían designado dos personas que se integrarían en la plantilla de la compañía aragonesa para facilitar su propia visión de la evolución de ésta. Una de ellas, R.S. Thakur, iba a hacerse cargo de la dirección general financiera. Eso sí, cuando nuestros colegas indios preguntaban a Ravi Kant sobre cuándo circularía por las carreteras de India el primer autobús Tata-Hispano, el gerente de Tata Motors se negaba a contestar.

Nada más llegar el fabricante indio Tata Motors al capital de
Hispano Carrocera, sus directivos presumieron de una poco
probable participación en el desarrollo del modelo Globus de
su nuevo socio, dando la sensación de haber sido ellos los que
habían entrado en el capital de Tata Motors
Como decíamos, toda la industria española del autobús se hacía cruces al conocer el acuerdo, coincidiendo mayormente en que lo que Hispano necesitaba no era dinero fresco, sino una gestión seria y profesional. Nadie era capaz de descifrar entonces las razones que habían llevado a Tata a inyectar aquellos 12 millones de euros en Hispano Carrocera. ¿Transferencia de tecnología?. No parece que ese fuera el motivo principal, ya que en abril de 2006 se haría público que Tata Motors y Marcopolo, el carrocero brasileño de autobuses y autocares, habían decidido crear una sociedad conjunta en la que iban a invertir entre 26 y 35 millones de euros con objeto de levantar una nueva fábrica en suelo indio con una capacidad inicial de producción de 7.000 autobuses y autocares al año que serían destinados al propio mercado indio y a los de exportación.

Tata quería frenar con este acuerdo el progresivo deterioro de su control de su mercado doméstico de vehículos para transporte colectivo de viajeros, en el que aún conservaba una participación de casi el 60%, y que entonces generaba un volumen de negocios de unos 4.000 millones de euros por año, cifra que se esperaba que empezase a crecer de inmediato y muy rápidamente ya que, tras varios años de estancamiento, el mercado indio de autobuses y autocares había iniciado una brusca y fuerte recuperación.

Un hecho clave

Pero retrocedamos un poco en el tiempo, a julio de 2005, porque es entonces cuando se produce un hecho que sí pudo estar dar origen a la entrada de Tata en el capital de Hispano. M'Dina Bus, el consorcio concesionario del transporte urbano en Casablanca (Marruecos) desde agosto de 2004, concedía entonces a Hispano el carrozado de 800 autobuses urbanos sobre chasis Scania e Irisbús (Iveco). Los vehículos habían de ser entregados a razón de 200 por año a partir de 2006 y sus carrocerías, del modelo Habit, fabricadas en Marruecos, concretamente por Hispano Magreb.

La presencia de Hispano en Marruecos se remonta a septiembre del año 2000, cuando se constituye Carrosseries Hispano Magreb S.A., en el polígono industrial Aïn Sebaä, a las afueras de la ciudad de Casablanca, para atender la demanda local de vehículos de transporte colectivo de viajeros tanto en servicios urbanos como interurbanos, con las carrocerías Orbit para los primeros y las Cierzo, modelo anterior al Divo, para los segundos, aunque la carrocería Cierzo evolucionaría después hacia otro modelo bautizado con el nombre Mosaic. La filial marroquí de Hispano atendió a partir de entonces pedidos de la Empresa Ruiz, que prestaba el servicio de transporte urbano de Tánger y del grupo asturiano ALSA, que hacía lo propio en Marrakech, fundamentalmente carrozando chasis Scania. También fueron Scania los chasis de 20 autobuses interurbanos que Hispano Magreb carrozó para CTM la Compañía de Transporte y Turismo de Marruecos.

Después vendría el ya mencionado contrato de 800 vehículos para M'Dina Bus que, como decíamos, sí podría haber tenido gran transcendencia en la entrada de Tata Motors en el capital de Hispano Carrocera. ¿Podía aspirar una filial de una compañía como Hispano Carrocera, a la que en aquel momento los proveedores habían cortado los suministros por falta de pago, a un contrato de la envergadura del de M'Dina Bus, que lógicamente iba a necesitar de muchos de esos proveedores que habían cerrado el grifo de sus suministros a Hispano?. La respuesta a esta pregunta difícilmente puede ser afirmativa y es muy significativo que, en el acto oficial de firma del acuerdo, el primer ministro del gobierno marroquí, presente en el acto, agradeciera a Ujjal Mukherjee, que había acudido en representación de Tata Motors, que la compañía india se hubiera implicado en el contrato.

El 11 de octubre de 2005, apenas tres meses después de la firma del contrato de Hispano Magreb con Medina Bus, el gobierno marroquí y Tata Motors firman a su vez un acuerdo para la construcción en Casablanca de una fábrica de ensamblaje de autobuses a partir de chasis y motores de Tata y carrocerías de Hispano Carrocera con una capacidad de producción anual de 2.500 autobuses y que iba a requerir una inversión de 200 millones de dirhams (casi 18 millones de euros).

Apenas diez días después, en el Salón del Autobús y el Autocar de Courtrai (Kortrijk), Hispano presentó un restyling del DIVO, que, con posteriores retoques en su interior, pasaría a conocerse como DIVO II, modelo que tampoco ha servido para desarrollar las ventas de Hispano en el sector del interurbano y el autocar de turismo. En el acto, Gerardo Mújica, anunciaba que Hispano Magreb iba a trasladar sus instalaciones a un nuevo terreno, también en Casablanca, mucho más amplio, y que pensaba invertir 20 millones de euros -¿quién iba a invertir, Hispano o Tata?- para convertir estas instalaciones en unas de las más innovadoras del norte de Africa. No hay que ser un lince para relacionar ese nuevo terreno con la fábrica acordada entre Tata Motors y el gobierno marroquí.

Hispano Divo GT 3.5 del año 2007. Posteriormente, el carrocero
zaragozano lanzaría una actualización denominada Divo II
Resumiendo, un razonamiento lógico no demasiado complejo anima a concluir que la entrada de Tata Motors en Hispano se llevó a cabo muy probablemente para allanar la implantación del fabricante indio en el floreciente mercado marroquí de autobuses y autocares. Conscientes en Tata Motors de que las carrocerías de Hispano tenían una gran aceptación en Marruecos y que eran las preferidas por los operadores locales -sin descartar posibles sugerencias al respecto desde medios próximos a los operadores y el gobierno marroquí- la firma india pudo decidir sacar a la compañía aragonesa de la difícil situación en que se encontraba, para llevar adelante su proyecto de implantación en el norte de África con una fábrica propia de autobuses. En ese caso, los 12 millones de euros metidos por Tata en Hispano habrían de ser considerados como una especie de aval para desbloquear la actividad de la firma zaragozana, colapsada en aquel momento por el corte de suministros.

Como ídolos de barro

A comienzos de marzo de 2006, Hispano emite un comunicado según el cual, la compañía aragonesa va a liderar la iniciativa global del negocio de autobuses de Tata Motors. En el mismo comunicado se hacía referencia a la presentación en la octava edición de Auto Expo, en Nueva Delhi, de dos prototipos de autobús desarrollados por Hispano y dos párrafos después, se decía que ...el autocar turístico Globus, presentado en Auto Expo se posicionará en el nuevo segmento de vehículos de lujo... Sin duda, el Globus estuvo en esa edición de Auto Expo, pero presentarse, lo que se dice presentarse, fue presentado en la edición del año anterior junto con el Starbus. ¿Eran las gamas Globus y Starbus los prototipos a que se referían los de Hispano en ese comunicado de prensa?. Apenas dos meses después, se anunciaba el ya descrito acuerdo entre Tata Motors y la brasileña Marcopolo, el cual venía a poner bastante en entredicho el supuesto liderazgo global de Hispano en lo relativo a los autobuses de Tata.

Ya a finales de enero de 2007, Hispano emite un nuevo comunicado en que se justificaba el supuesto liderazgo por el crecimiento del 63 por ciento en 2006 -aunque no se especificaba qué es lo que había crecido en semejante cuantía, aunque por lo que hemos podido averiguar, la magnitud era el número de vehículos fabricados, que no los beneficios, ni la facturación- y se hacía público en el característico tono petulante de la casa, que Andrés Mújica asumía el cargo de director general de Hispano y Gerardo Mújica pasaba a liderar el desarrollo estratégico internacional y de impulso de la alianza con Tata Motors de India. ¡Vamos que poco menos que había sido Hispano la que había comprado Tata!. Fuentes del sector comentaban al conocer los cambios que eran los mismos de siempre en distintos puestos.

Autocar Hispano sobre mecánica Iveco expuesto en la Feria Internacional
del Autobús y el Autocar (FIAA) celebrada en Madrid en el año 2008
Pero en mayo de ese mismo año, Hispano vuelve a llevarse un revés cuando Transportes Urbanos de Zaragoza (Tuzsa), empresa del grupo Avanza, adjudica a Mercedes un concurso de 15 autobuses a los que también aspiraba Hispano -que había acudido con Irisbús (Iveco)- desatando las iras de Andrés Mújica, que aseguraba que iba a pedir  explicaciones a Tuzsa sobre este fallo. A la vuelta del verano de 2007, a mediados de octubre, saltaron a los medios de comunicación los primeros indicios de que la producción de Hispano había registrado un parón importante. Es a raíz de entonces cuando parece que Tata empieza a tomarse más en serio la evolución de Hispano Carrocera, temerosa seguramente de las repercusiones que un nuevo bloqueo de suministros por parte de los proveedores podrían tener en su prevista fábrica de Marruecos.

Hacia el 23 de noviembre de 2007, Hispano Carrocera solicita un nuevo ERE de tres meses de duración para casi toda su plantilla (400 trabajadores); los otros 70 trabajadores están prejubilados. Se pretendía que el ERE comenzaría a mediados de diciembre para terminar a mediados de marzo. Hispano justificaba su solicitud por la caída de la demanda y el retraso en colocar un volumen adicional de producción en otros mercados internacionales tras la entrada de Tata Motors en el capital de Hispano. No sabemos si se referían así a un retraso imprevisto en el proyecto de Tata en Marruecos, pero por lo menos ya no se hablaba de una alianza entre ambas compañías. Tras un tira y afloja entre Hispano y sus trabajadores  que quieren recortar el ERE en 8 días laborables y que el comienzo se posponga a principios de enero de 2008, para beneficiarse así de la revisión anual de las bases reguladoras para la prestación de desempleo, el comité de empresa de Hispano consigue la segunda parte pero la duración del ERE se mantenía en 58 días laborables, debiendo concluir el 19 de marzo de 2008. Pero las discusiones siguieron respecto a la parte que la empresa estaba dispuesta a cubrir del salario que iban a perder los trabajadores de Hispano al ir al desempleo. El comité de empresa quería que cubriera todo, pero la dirección de Hispano sólo ofrecía el 30 por ciento.

Un balón de oxígeno

Echándose encima la Navidad de 2007, llegó la noticia de que el grupo Avanza había adjudicado a Hispano e Irisbús (Iveco) un pedido, esta vez de un centenar de autobuses entre los que figuraban 25 unidades para la propia Tuzsa, que esperaba tenerlos para la Expo de Zaragoza. Los vehículos deberían ser entregados en tres años, por lo que sólo suponían un pequeño respiro para Hispano. Aunque se esperaba que el repunte de actividad de ésta se apreciase a finales de febrero, la carrocera insistía en llevar a cabo el ERE propuesto, ante las protestas de sus trabajadores que razonaban que toda compañía tiene que aceptar algunas semanas de inactividad o de actividad muy reducida en el transcurso del año. Como era previsible, llegaron inmediatamente declaraciones procedentes de la compañía en las que se afirmaba que la adjudicación de estos autobuses suponía un refrendo de que el plan de desarrollo de que el proyecto de Hispano y Tata estaba en el buen camino. Un observador exterior, probablemente habría calificado el pedido de pan para hoy y hambre para mañana, pero lo positivo era que en el sector se atribuía la concesión del contrato a las gestiones realizadas ante Avanza por el personal de Tata que se incorporó a Hispano en octubre de 2007.

Habit de 10,5 metros sobre mecánica Volvo expuesto
por Hispano en la Feria Internacional del Autobús
y el Autocar (FIAA) celebrada en Madrid en 2004
La debilidad de las justificaciones aportadas por la compañía aragonesa para solicitar este último ERE resultaba cada vez más palpable por lo que finalmente se decidió que aquél diera comienzo el 8 de enero de 2008 y concluyera el 19 de marzo de este mismo año, afectando sólo a 290 trabajadores que iban a ir pasando progresivamente por el desempleo en turnos de 120, de semana en semana y hasta finales de enero, con la expectativa de que finalmente el ERE se pudiera acortar hasta finales de febrero. En fin, una solución que, por lo complejo, ponía de manifiesto la debilidad de quienes en la administración aragonesa debían haber rechazado el ERE solicitado por Hispano, en lugar de gastar el dinero aportado por los contribuyentes, tratando de evitar complicaciones en tan delicada época preelectoral.

Una muestra más de la desfachatez de los responsables de Hispano es, de ser cierta, la última noticia recogida en los medios de comunicación aragoneses, según la cual la dirección de la compañía había propuesto a finales de enero a su comité de empresa suspender el ERE ante la recuperación de actividad que se estaba produciendo por la llegada de nuevos pedidos. Pero -¡tome nota el lector!- la dirección de Hispano pretendía que los trabajadores recuperasen los días que, a consecuencia del ERE que estaba en marcha en esos momentos, habían pasado en situación de desempleo forzado, a base de ir a trabajar los sábados. Naturalmente, los representantes laborales no aceptaron, subrayando que las circunstancias ponían de nuevo en entredicho la necesidad de ir a un ERE, como ellos mismos venían manifestando desde el primer momento.

Según declaraciones de José Luis Chueca, presidente del comité de empresa de Hispano, al Periódico de Aragón, la mitad de las secciones de la compañía estaban a finales de enero a pleno rendimiento y los compañeros de otras etapas del proceso productivo a las que aún no habían llegado los vehículos de los nuevos pedidos, estaban reforzando al personal de las fases iniciales de dicho proceso. Obviamente, se está tratando de acelerar la fabricación de los autobuses del grupo Avanza , suponemos que para cumplir con los plazos de entrega previstos. Chueca esperaba que la normalidad retornase a mediados de febrero. Es evidente que ahora la dirección de Hispano se ha pillado los dedos y, por efectos del ERE, no puede disponer de toda la mano de obra que necesitaría para sacar los autobuses al ritmo normal.

Después de todo lo escrito en este trabajo, la conclusión no puede ser otra que la actividad de Hispano no puede seguir como hasta ahora por más tiempo. Hispano Carrocera debe funcionar como cualquier otra empresa y nuestras autoridades tienen que tomarse el asunto en serio y no deben permitir que cada vez que la cartera de pedidos de la compañía aragonesa pierda un contrato, vayan al desempleo un montón de empleados. Hispano, como el resto de los carroceros, tiene que estar a las duras y a las maduras. Cada vez son más las voces en el sector que se lamentan del daño que las tribulaciones de Hispano está haciendo al resto de la industria carrocera, al crear desconfianza e incertidumbre; de hecho hay quienes creen que esa inestabilidad ha abonado el terreno para que fabricantes como EvoBus hayan podido avanzar en su estrategia de introducir los autobuses completos en un mercado que, como el español, siempre había sido el reino del chasis carrozado.

--- FIN DEL ARTICULO ---

Tras lo expuesto en el extenso artículo que precede a estas líneas, no debe extrañar que la plantilla del carrocero indio-español continuara con sus ERES y que, en el año fiscal de 1 de abril de 2010 a 31 de marzo de 2011, Tata Hispano Motors, que era como se llamaba ya el carrocero de Zaragoza en aquel momento, pese a vender 505 vehículos frente a los 248 que había vendido en el ejercicio previo, con un volumen de negocios de 32,2 millones de euros ─al cambio rupia-euro de entonces─ cifra que era un 76 por ciento superior a la del ejercicio anterior, registrase unas pérdidas netas de 9,3 millones de euros, ¡un 5,5 por ciento más que en el ejercicio previo!. 

Anécdota lamentable: tres días antes de que acabase el ejercicio 2010-2011, con toda solemnidad, el entonces alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, nombraba a Tata Hispano, compañía embajadora de la ciudad. Aunque estemos acostumbrados a los ridículos de los políticos, hay algunos que sonrojan incluso muchos años después.


El 1 de agosto de 2012, se vuelve a poner en marcha otro ERE que afectaba en esta oportunidad a 265 trabajadores, amparándose en el terrible golpe que para el mercado de autobuses y autocares había supuesto la crisis económica. A finales de abril, los directivos y sindicatos de la atribulada compañía, 
apoyádose en el movimento Chunta Aragonesista, trataron de conseguir ayudas in extremis del gobierno autónomo de Aragón y del ayuntamiento de Zaragoza, pero la situación era ya insostenible y, a finales de 2013, con 60 millones de euros de deuda acumulada, Tata Motors cerraba la fábrica de Zaragoza.

Aún así, todavía hubo directivos que siguieron manteniendo la viabilidad de la compañía y presionando a los políticos para que concedieran más ayudas no solo a ellos sino también a TUZSA, la empresa que lleva los servicios de transporte municipal de Zaragoza. Y hasta el grupo catalán Benseny anduvo revoloteando sobre los restos del carrocero aragonés, hablando de una posible compra de los mismos. Pero del dicho al hecho, hay mucho trecho e Hispano ya era cadáver desde hacía tiempo.


Y para cumplir los compromisos adquiridos al principio de este larguísimo post, recordaremos que el artículo que precede a estos últimos párrafos nunca vio la luz, como ya se indicaba al principio de este comentario, porque cuando la revista que lo incluía estaba a punto de salir a la calle, la dirección de la publicación decidió incomprensiblemente adelantársela al responsable de marketing de Hispano. ¿Por qué? Aún no he conseguido explicármelo... ni que me lo explicaran con un mínimo de coherencia. Por eso digo que incomprensiblemente. El resto..., el lector se lo puede imaginar.