viernes, 11 de julio de 2014

GANVAM CELEBRA EL DESCENSO DE LAS RECLAMACIONES EN VENTAS Y REPARACIÓN

😈 Pero olvida que ese descenso se debe fundamentalmente al enfriamiento de la actividad económica durante los años de crisis


MADRID ─ La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) acaba de emitir un comunicado celebrando que las reclamaciones por venta y reparación cayeron un 61,7 por ciento desde 2007 y un 46,5 por ciento sólo en 2013, de acuerdo con los datos publicados por el Consejo de Consumidores y Usuarios. Por el respeto que nos merece esta asociación y los 4.600 concesionarios y 3.000 compraventas actualmente afiliados a ella, lamentamos que, por un excesivo afán de salir en los papeles, GANVAM caiga en manejos tan simplistas de los datos estadísticos.

En GANVAM deberían estar al cabo de la calle de que si una persona se come un pollo y otra no, la estadística dice que cada uno de ellos se ha comido medio pollo. A lo que nosotros añadiríamos que la sensación de desasosiego y vacío de estómago que experimenta el que no ha probado bocado no es hambre, sino la desviación típica.

Con frecuencia hemos lamentado que organismos como la Dirección General de Tráfico (DGT) manejen datos de víctimas en accidentes de carretera en términos absolutos y no en términos relativos, ponderándolos, por ejemplo, con el número de vehículos-kilómetro registrados en ese año. Desde luego, de haberlo hecho así, estos años de atrás la DGT no habría podido estar sacando pecho todo el tiempo sobre la importante contribución del carné por puntos a la reducción de las víctimas en accidente de tráfico, pero, a cambio, ahora no tendría que estar tan preocupada por el progresivo incremento de ese número de víctimas. La cosa es muy sencilla: el número de víctimas durante los años de crisis bajó porque como no había dinero, los automovilistas no movían sus coches.

Pues bien, un razonamiento similar explica el descenso en el número de reclamaciones en las operaciones de venta y reparación de automóviles nuevos y usados. No dudamos de que en concesionarios y talleres libres se esfuercen continuamente en atender mejor a sus clientes y en elevar la calidad del servicio que prestan, pero la explicación de fondo al mencionado descenso de reclamaciones se debe a la contracción de la demanda de vehículos nuevos nuevos y usados durante los años de crisis y al brutal recorte de actividad en los talleres, fenómeno este último que nos sorprendió a todos, tras largos años de estar las marcas predicando que había que vender todos los vehículos nuevos que se pudiera porque esa era la mejor arma de supervivencia para cuando vinieran las vacas flacas: ¡la posventa salvaría a concesionarios y talleres!.

Crasísimo error: cuando llega una crisis económica como la que comenzó en 2007, todo se para, los vehículos los primeros. Y todos deberíamos haber previsto que un vehículo parado no precisa reparaciones ni mantenimiento. y ahí están las declaraciones de Jaume Roura, presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automóviles (FACONAUTO), en el primer trimestre de este año en las que reconocía que 2013 había sido un año letal para los concesionarios, registrando el mayor número de cierres del gremio durante los años de crisis. 

Y no olvidemos los continuos mensajes enviados desde la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (CONEPA) en los que se ha venido certificando la difícil situación del sector de talleres y reparadores. Sólo en 2013, CONEPA detectó un descenso próximo al 7 por ciento en la facturación, más de 2.000 cierres o cambios de titularidad ─un tercio de todos los registrados desde 2008─ y un descenso del empleo de alrededor del 2,7 por ciento. ¿Tendrá eso algo que ver con el hecho de que 2013 sea precisamente el año que más descenso registra en las reclamaciones?  

Es de cajón que si concesionarios, compraventas y talleres se han visto forzados a cerrar durante la crisis por que no había suficientes ventas y reparaciones para rentabilizar sus negocios, también tiene que haber descendido el número de reclamaciones asociadas a esas actividades. ¿O no?.