lunes, 15 de octubre de 2018

RECUERDOS DEL TRASTERO: LA QUIEBRA DE DAF EN 1993

🔴 Nadie podía imaginar en 1987 cuando, tras unirse a Leyland, DAF se había convertido en uno de los grandes fabricantes europeos, que en apenas seis años tendría que declararse en quiebra

Actualizado el 08.05.2021 a las 21:40
Pocos meses después de hacerse con Leyland Trucks, la gama 95
ATi de DAF recibía el trofeo de Truck of the Year 1988
MADRID ─ Hoy vamos a dedicar atención a un tema que sólo los más veteranos recordarán: la quiebra en febrero de 1993 de la entonces DAF NV, la compañía anglo-holandesa que había nacido el 6 de abril de 1987 como fruto de la fusión de la holandesa DAF Trucks, y las británicas Leyland Trucks y Freigth Rover, las divisiones de vehículos industriales y furgonetas del grupo British Rover. A partir de aquel momento, los vehículos fabricados por DAF NV se iban a vender con la marca Leyland DAF en el Reino Unido y con la marca DAF en el resto de los mercados. La industria europea del camión vivía entonces los mejores momentos de ventas registrados en mucho tiempo y los resultados financieros de los fabricantes de vehículos industriales eran espectaculares.

Tanto es así que cuando DAF NV salió a las bolsas de Amsterdam y Londres, las acciones de la nueva compañía se vendieron rápidamente a muchos pequeños inversores, quedando como principales accionistas DAF Beher, que del 60 por ciento inicial, redujo su presencia en el capital de DAF NV al 22 por ciento, y el grupo Rover, que pasó del 40 a sólo el 16 por ciento. Pero apenas tres años después, las cosas dieron un vuelco espectacular y de la situación idílica que relatábamos, se pasó al desmoronamiento de los mercados. Había llegado la crisis económica de 1993, una de las más duras que se recuerda en el mundo de los vehículos industriales, como ya hemos señalado en diversas ocasiones.

Los DAF 600, 800 y 1000 no habían sido desarrollados por DAF sino
por Leyland que, a principios de los años 80, los vendió con el nombre
de Roadrunner. Fue tras la adquisición en 1987 de Leyland por DAF
cuando el Roadrunner, con unos cambios mínimos como la
desaparición de la ventana baja del lado izquierdo de la cabina que
permitía al conductor ver el pavimento en los modelos 600 y 800 de
la firma holandesa, comenzaron a venderse como DAF
Y para ilustrar a los interesados en saber lo que aconteció, voy a recuperar un artículo que escribí a poco de saberse la noticia de que DAF NV había presentado suspensión de pagos o concurso de acreedores. Pero no fue una simple suspensión de pagos; fue mucho más dramático. Los directivos de DAF NV se presentaron al mismo tiempo ante las autoridades británicas y poco menos que dijeron a éstas: Miren ustedes, ahí les dejamos las llaves de la parte de DAF NV que reside en los dominios de Su Majestad británica, que nosotros nos volvemos a Holanda y no queremos saber nada.

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RELATO DE UNA HECATOMBE: EL MERCADO BRITANICO Y LOS MOROSOS HUNDIERON A DAF NV


¡En DAF no hay problema de tesorería alguno. Tenemos un circulante amplio y tenemos un balance bien consolidado!, afirmaba tajante Alberto Aguelo, consejero delegado de DAF España, en una entrevista concedida al autor de estas líneas el mes de junio de 1992. Sin embargo, la noticia de la suspensión de pagos de DAF NV en febrero de 1993 ha venido a demostrar algo que se daba por hecho en todos los medios especializados: que DAF atraviesa un momento crítico en su situación económica.


No olvide que el artículo que
está usted leyendo se refiere

unos hechos acontecidos
hace más de 25 años
Pese a ello, fuentes de DAF España han asegurado que en la subsidiaria española del fabricante anglo-holandés están dispuestos a seguir adelante con sus proyectos para 1993 y que seguirán vendiendo camiones y autobuses y dando asistencia técnica a sus clientes, aunque admiten que, desde el punto de vista de imagen, va a suponer un serio deterioro para la compañía, que cerró 1992 con una caída del 35,2 por ciento en su matriculación de camiones de 2 a 40 toneladas.

Con unos vehículos que si no podía decirse que estuvieran en la vanguardia absoluta de la tecnología, sí daban unos buenos resultados en cuanto a fiabilidad, prestaciones y economía, DAF había marcado una larga etapa de beneficios crecientes desde 1985 a 1989, que es el mejor año de su historia hasta el día de hoy y justo el año en que, compitiendo con Volvo, Mercedes, MAN e Iveco, la firma holandesa se permitió ofertar por Enasa-Pegaso al gobierno español.

La oferta de compra en cuestión coronaba una fase de expansión que la firma holandesa había decidido acometer en 1986 en busca de la dimensión que le permitiera sobrevivir en un futuro en el que se vaticinaba que el número de fabricantes de vehículos industriales se vería muy mermado, comenzando con un acuerdo con el grupo británico Rover que le permitiría comercializar en el continente las furgonetas y camiones de menos de 10 toneladas construidos por Freight Rover y Leyland Trucks. El paso siguiente fue la compra de Leyland Trucks y Freight Rover en 1987.

Una crisis que casi nadie podía imaginar

Precisamente, esa operación es una de las principales causas de las dificultades que ahora atraviesa DAF. En una crisis sin precedentes que nadie podía ni imaginar, el mercado británico, otrora el más importante de Europa, ha descendido al cuarto lugar en importancia en sólo tres años, sorprendiendo a los holandeses con una concentración excesiva de riesgo en dicho mercado.


Los DAF 600, 800 y 1000 estaban equipados con motores de 120, 130
ó 145 caballos, el más potente de ellos con turbocompresor. La versión
1000 de 10 toneladas con suspensión modificada y ejes y ruedas más
grandes se introdujo después de la adquisición por DAF de Leyland
Esto, unido a las fuertes inversiones realizadas por la compañía en la renovación de toda su gama, con el lanzamiento de las series 65, 75 y 85 para renovar los modelos existentes entre las gamas 45 y 95, lo que ha supuesto un desembolso de más de 31.000 millones de pesetas.

Como consecuencia de ello, la compañía abrió en 1990 una serie de ejercicios con pérdidas que, a falta de confirmar los resultados de 1992 -"peor de los previstos", según la propia DAF- supondrían un total de pérdidas próximo a los 50.000 millones de pesetas.

Por eso, se ha especulado incluso con que DAF, incapaz de encontrar los fondos con que financiarla, quisiera salirse de la"joint-venture" que tenía con Renault para el desarrollo de una gama conjunta de furgonetas con la que ambas marcas pudieran renovar sus productos actuales y frenar la presión de modelos más modernos como los Transit de Ford o los Ducato y Talento de Fiat o los Transporter de Volkswagen.

Víctima de su propia financiera

El otro motivo que ha llevado a DAF a las dificultades presentes es la financiación de sus operaciones de venta. En un momento en que negociar con el dinero reportaba pingües beneficios, DAF no dudó en constituir su propia financiera, DAF Finance Company, que en los últimos años ha supuesto un pozo sin fondo por el que se han ido buena parte de las reservas económicas de DAF.


No olvide que el artículo que
está usted leyendo se refiere

unos hechos acontecidos
hace más de 25 años

Manteniendo una fuerte guerra de precios en casi todos los mercados europeos al objeto de ganar penetración en espera de que la economía se enderezase, DAF ha asumido riesgos demasiado altos en sus operaciones a crédito, que se han traducido en las necesarias provisiones de fondos a DAF Finance Company para cubrir demoras y absorber costes financieros.

Antes de la suspensión de pagos y mientras negociaba préstamos con bancos belgas, holandeses y británicos, que no acababan de respaldar su plan de viabilidad, DAF había mantenido conversaciones más o menos secretas con otros constructores, entre ellos la alemana Mercedes-Benz y la japonesa Hino, aunque hay quien afirma que estos rumores los lanzaba la propia DAF, al objeto de dar mayor solidez a su plan de viabilidad. Desgraciadamente, los alemanes descartaron rápidamente cualquier tipo de acuerdo con DAF y lo que es más grave, la comisión de Bruselas advirtió a todos los fabricantes europeos que se abstuvieran de ayudar a DAF.

De momento y mientras parece que la opción japonesa es la única que no está descartada del todo, aunque Hino se resiste a dar detalles sobre el tema, DAF ha dado órdago a sus acreedores con esta suspensión de pagos. ¿Responderán quiero?.
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Hasta aquí, el artículo relativo a la brutal quiebra de DAF NV en febrero de 1993, señalando eso sí, que del posible acuerdo con Hino para rescatar a los holandeses, nunca se supo nada de nada. Lo que sí se llevó adelante es la salida del acuerdo con Renault para encontrar un reemplazo a la vieja furgoneta Sherpa de Freigth Rover... Pero de ese tema y de cómo en apenas seis meses la DAF holandesa había resucitado ya nos ocuparemos otro día.