🔴 Sólo se construyeron 9 unidades del modelo debido al elevado coste de fabricar en serie algunos de sus componentes
MADRID ─ Preparando un comentario sobre un libro titulado Rolling Legends: History of Ikarus Works, que trata de la historia de Ikarus, un fabricante húngaro de autobuses y trolebuses que en la etapa de 1948 a 1989, cuando la Unión Soviética encerró con ella a otros muchos países de su entorno tras lo que dio en denominarse telón de acero, llegó a convertirse en el mayor fabricante del mundo de vehículos para el transporte colectivo de viajeros, me llamó especialmente la atención el modelo Ikarus 303, un vehículo de superlujo que, desgraciadamente y pese a los premios recibidos, no tuvo una difusión muy amplia. De hecho, sólo se construyeron 9 unidades entre 1959 y 1963
El Ikarus 303 fue un autobús interurbano o autocar para viajes discrecionales que se construyó en 1959 y fue presentado oficialmente en 1960 en la Feria Internacional de Budapest y en la Exposición de Leipzig. Había sido diseñado por un equipo dirigido por los Geza Garamy y Karoly Oszetzky procedentes de la industria aeronáutica.
El 303 iba propulsado por el motor JAFI K-625, unaevolución del Csepel D-414, preparada por el Instituto Húngaro de Vehículos Avanzados |
Su vocación turística quedaba patente desde el primer momento por las ventanas panorámicas que cubrían todo el perímetro de la parte más alta de la carrocería, junto al techo para que los pasajeros dispusieran de una visión más amplia de los parajes por donde iba discurriendo el viaje del autocar.
Vista posterior del Ikarus 303; obsérvese el carenado de las ruedas, mucho más notable en las traseras que en las delanteras |
El 303 iba propulsado por un motor exclusivo, el JAFI K-625, desarrollado a partir del Csepel D-414, por el Instituto Húngaro de Vehículos Avanzados. La suspensión anterior era independiente mientras que la posterior era de tipo De Dion.
El modelo nunca llegó al transportista debido a la imposibilidad de fabricar grandes series de algunos de sus componentes y su altísimo coste final.