viernes, 24 de marzo de 2017

LLEVANDO UN LIMPIADOR TUBULAR DE GAS DE 105 TONELADAS DE PESO

Con 20 metros de largo y 7 de diámetro, hicieron falta un remolque de 12 ejes y un equipo de 35 personas para desplazarlo desde Dinklage al puerto interior de Meppen, en el norte de Alemania



Muchos cruces, intersecciones y glorietas no fueron diseñados para que
circularan por ellos colosos de semejantes dimensiones
MADRID ─ Vossmann Logistik, una compañía alemana especializada en transporte excepcional, fue la encargada de transportar un gigantesco rotor tubular para la limpieza de gas ─un vórtice, como se denomina en la jerga especializada─ con un peso de 105 toneladas, una longitud de casi 20 metros y más de 7 metros de diámetro, que había sido construido en la ciudad alemana de Dinklage (Baja Sajonia) y que tenía que ser ensamblado en la ciudad de Duisburgo, cercana a Essen. Visto así, para un turismo es un viaje de unos escasos 200 kilómetros por autopista que puede llevar del orden de un par de horas pero para un rotor tan gordito como el de las fotografías que acompañan a éstas líneas las cosas son mucho más complicadas.

En efecto, desde Dinklage y a través de las ciudades de Lindern, Werlte y Sögel, atravesando tramos de carretera muy angostos y negociando bifurcaciones, intersecciones y glorietas que no fueron diseñadas pensando en semejante coloso, el convoy llegó hasta el puerto interior de la ciudad de Meppen, próxima a la desembocadura del río Ems en el Atlántico. Todo ello gracias a un remolque CombiMax de 12 ejes integrado por un módulo de 2 ejes, dos de 3 ejes y uno de 4 ejes y fabricado por la compañía luxemburguesa Faymonville y al trabajo de un equipo de 35 personas. Sólo esta parte del camino requirió más de 15 horas.


Esta mole de 20 metros de largo, 7 de diámetro y 105 toneladas de peso
fue transportada por Vossmann Logistik, un especialista alemán en grandes
masas indivisibles en un remolque 
Faymonville CombiMax de 12 ejes
Allí fueron desmontadas las distintas partes de la mole para reducir peso y ser depositadas más fácilmente sobre la cubierta de una enorme barcaza por una grúa de gran potencia, en una operación que sólo requirió 75 minutos, lo que, después de las 15 horas que había llevado la parte previa de carretera, debió parecer un plis-plas a los operarios de Vossmann Logistik. 

Antes de que se hiciera de noche, la barcaza llegaba a la ciudad alemana de Voerden, donde los distintos elementos que se habían desmontado en Mappen tuvieron que ser reensamblados en unas instalaciones especiales para cargas pesadas. De allí, la mole continuó por vía fluvial a Duisburgo, cerca de Essen, para su entrega al cliente final.

La planificación del transporte de esta gran pieza y su realización requirieron nada menos que tres meses.