jueves, 17 de diciembre de 2020

RECUERDOS DEL TRASTERO: WHITE MOTOR TAMBIÉN CONSIDERÓ LA POSIBILIDAD DE ESTABLECERSE EN EUROPA

🔸 Fue a mediados de los 60 y pretendía desembarcar en el Viejo Continente adquiriendo algún fabricante de camiones integrado en un gran grupo industrial europeo

A mediados de los años 60 y tratando de compensar el descenso de
sus ventas en el mercado norteamericano, White Motor llegó a considerar
un posible desembarco en el Viejo Continente
MADRID ─ En recientes artículos publicados en este blog hemos comentado los diversos intentos de establecerse en Europa que  la estadounidense International Harvester (IH) llevó a cabo tratando de encontrar una solución al terrible impacto que la liberalización del transporte en Estados Unidos tuvo en las ventas de camiones en aquel mercado. Los directivos de IH usaron hasta tres puertas para entrar en Europa: DAF, Seddon Atkinson y la compañía española ENASA, fabricante de los camiones y autobuses Pegaso. Pero IH no fue la única marca de camiones estadounidense que se planteó asentarse en el Viejo Continente para frenar las pérdidas que sus finanzas estaban experimentando por la contracción de las ventas en el mercado norteamericano.

En efecto, a comienzos de junio de 1965, J.N. Bauman, a la sazón presidente de White Motor, anunciaba en Ginebra que su compañía estaba considerando crear una división internacional con base en Europa pues cada vez resultaba más difícil seguir el ritmo de crecimiento de los mercados extranjeros sin plantas de ensamblaje o fabricación extranjeras y que la primera tarea de la nueva división sería analizar las posibles áreas de crecimiento para ver qué oportunidades existían.

Las declaraciones de Bauman se produjeron en una rueda de prensa convocada durante una gira que el presidente de White Motor y su vicepresidente J.P. Dragin estaban llevando a cabo por los principales mercados europeos, una gira que comenzó en el Reino Unido; eso sí, Bauman subrayó que, esa división internacional de White Motor no tendría su sede en las Islas Británicas, sino en la Europa continental. De hecho, el consejo de ejecutivos que ya se había nombrado para dirigir el proyecto, fijó su sede en París.

Aunque en aquel momento White no tenía aún una certeza absoluta de que finalmente fuera a realizar un desembarco a gran escala en el mercado europeo, sí manejaba ya dos posibilidades: establecer una organización desde cero, esto es, construir fábricas, etc., o hacerse cargo de un fabricante ya existente con su correspondiente red de ventas.

Para establecerse en Europa, White Motor manejaba la posibilidad de
comprar o asociarse con algún fabricante europeo de camiones integrado
preferiblemente en un grupo industrial más amplio, como era el caso de los
alemanes Henschel y Krupp
En este segundo caso, desde White se reconocía que había varios fabricantes de vehículos que podrían ser considerados pero, dado que la producción de White Motor se concentraba en el segmento más pesado, lo que parecía más aconsejable era que la compañía elegida fuese una integrada en un grupo industrial más amplio, como era el caso de las alemanas Krupp y Henschel, por citar alguna. Por lo que se supo bastantes años después, Daimler y Renault llegaron a figurar entre las posibles candidatas.

Uno de los grandes estadounidenses

A mediados de los años 60, White Motor era uno de los principales fabricantes estadounidenses de vehículos industriales pesados, estimándose que en el ejercicio 1965 sus ventas netas iban a alcanzar entre 575 y 600 millones de dólares, y Bauman estimaba que los los ingresos de la compañía alcanzarían los 750 millones de dólares en 1969.

Aparte de los vehículos White, en White Motor se fabricaban también los camiones Diamond T, Autocar y Reo, amén de tractores y equipos agrícolas e industriales y motores estacionarios. White mantenía vínculos estrechos con Cummins, empresa ésta que de no haber sido por la intervención del gobierno estadounidense, que lo prohibió, habría sido comprada por White poco tiempo antes.

Los motores Cummins eran profusamente utilizados en toda la gama y la relación entre ambas compañías era tan estrecha que, en 1965, estaban desarrollando conjuntamente una versión de gasolina del motor Diesel V8 ligero de Cummins. Esta unidad de gasolina debería dar una potencia de alrededor de 250 caballos. Al mismo tiempo, White estaba desarrollando por su cuenta una nueva gama de motores Diesel ligeros con potencias de 250 a 350 caballos.

Finalmente, el proyecto de establecimiento de White Motor en Europa no cristalizó en nada concreto y las pérdidas de la compañía continuaron creciendo, forzando a ésta a declararse en quiebra en 1980. Al año siguiente, White Motor sería comprada por Volvo.