viernes, 12 de junio de 2020

CAMIONES CON MOTOR DE TURBINA: EL FREIGHTLINER TURBOLINER DE 1965

🔸 Pese a que el motor de turbina taraba 1.200 kilos menos que el equivalente de pistones, no se consiguió bajar el consumo más que a 118 litros cada 100 kilómetros


Unidad de la primera generación de camiones Freightliner con motor de turbina que fue
sometida a prueba en la flota de Pacific Intermountain Express
MADRID ─ En el capítulo anterior de esta serie de artículos dedicados a los intentos que los fabricantes de camiones hicieron para desarrollar vehículos propulsados por motores de turbina de gas nos habíamos remontado al Leyland de 1968
 sin percatarnos de que nos dejábamos en el tintero los vehículos de este tipo desarrollados por Freightliner a partir de 1965. Así que vamos a retroceder un poco en el tiempo, concretamente a septiembre de 1965, que es cuando este fabricante estadounidense completaba su primer Turboliner, una tractora  impulsada por una turbina de gas Boeing 553.

Boeing ya había aportado sus turbinas para mover el camión desarrollado por Kenworth en 1955; de hecho, durante las décadas de 1959 y 1960 Boeing construyó multitud de turbinas de gas para distintas aplicaciones entre las que cabría citar limpiadores de minas, generación y propulsión de energía, arrancadores de aire comprimido para aviones, carros de combate y otros vehículos militares blindados, así como helicópteros no tripulados (lo que hoy llamaríamos drones) antisubmarinos.
Sin embargo, en enero de 1966, Boeing decidió desentenderse de la producción de turbinas de gas para otros vehículos que no fueran aviones y concentrar esos recursos en el programa del avión Jumbo 747, completando sus últimos pedidos de turbinas para los sectores mencionados antes en 1968.

Freightliner construyó dos generaciones de sus Turboliner impulsados por turbina de gas
Volviendo al tema que a nosotros nos interesa, el camión Freightliner de 1965, la turbina 553 de Boeing iba acoplado a una caja de cambios automática Allison modificada ─entonces, este fabricante de transmisiones aún se denominaba Detroit Diesel Allison─ y hemos leído en algún sitio que en el proyecto también colaboró Caterpillar, aunque nos ha sido imposible precisar en qué consistió esa colaboración.

Al menos una unidad de esta primera generación del Freightliner con motor de turbina estuvo trabajando durante cuatro años en la flota de la compañía estadounidense de transporte Consolidated Freightways hasta que el motor dijo no puedo más. Otra unidad se incorporó a la flota de Pacific Intermountain Express en 1968.

Aunque los 1.200 kilos que la turbina ahorraba en peso del motor frente al equivalente de cilindros favorecían una reducción del consumo, los resultados demostraron que el ahorro de peso que el motor de turbina proporcionaba no era capaz de compensar el elevado consumo de combustible que caracterizaba a los motores de turbina, que en el caso de estos Freightliner se elevaba a casi 118 litros cada 100 kilómetros.

Una segunda generación

En mayo de 1971, Freightliner comenzó a construir varios tractores con cabina White COE y chasis Freightliner impulsados por motores de turbina de gas, con unos característicos ─por lo voluminosos, pues tenían 25 centímetros de diámetro─ tubos de escape verticales gemelos, vehículos que fueron bautizados como Turboliner II.

Como para entonces Boeing ya había abandonado la producción de turbinas para camiones, en la primera unidad de esta segunda generación Freightliner recurrió a la turbina GT-404 fabricada por Detroit Diesel Allison. 

Unidad del Turboliner de la segunda generación que Freightliner experimentó en su propia
flota, trasladando piezas entre sus fábricas de Portland y Pomona
La segunda unidad funcionaba con una turbina de gas Ford, y fue enviada a las pistas de pruebas que Ford tenía en Arizona para que fuese la propia Ford la que la probara.

Una tercera unidad con cabina pintada en amarillo y negro y porpulsada por una turbina Detroit Diesel Allison GT-404, fue asignada a la propia flota de pruebas de Freightliner y utilizado para transportar piezas entre las fábricas que este fabricante tenía en las ciudades de Portland y Pomona.

A estos camiones les siguieron otras seis unidades propulsadas también por la turbina GT-404 en noviembre de 1973, de las que cinco fueron a parar a la mencionada flota de Consolidated Freightways y la sexta a la flota de Goldston Transfer.

De 1974 hasta finales de 1977, Detroit Diesel Allison realizó una evaluación de campo de sus turbinas GT-404 en versiones de 300, 310 y 325 caballos y las GT-505, de las que hubo versiones de 390 y 400 caballos, colocando camiones propulsados por ellas en las flotas de Consolidated Freightways, Greyhound, Ruan Transportation, Terminal Transport, GM Truck and Coach y en la propia flota de Freightliner.

Los resultados no debieron ser muy satisfactorios puesto que tras ese período Freightliner abandonó los motores de turbina.

Conviene resaltar que Freightliner construyó bastantes más camiones de turbina que Leyland, de la que dijimos, al comentar su camión de turbina, que, con seis unidades, había sido el fabricante que más se había acercado a una producción en serie de estos vehículos.

Unidades del Freightliner Turboliner de segunda generación. Obsérvese el desmesurado tamaño de sus tubos de escape