viernes, 8 de mayo de 2020

CAMIONES CON MOTOR DE TURBINA: EL KENWORTH-BOEING DE 1950

🔸 Las pruebas a que fue sometido el vehículo fueron tan decepcionantes que Kenworth decidió abandonar el proyecto

Actualizado el 09.05.2020 a las 20:30
El Kenwort-Boeing de 1950 fue el primer camión con motor de turbina
pero sus resultados fueron tan decepcionantes que el constructor de
camiones decidió abandonar el proyecto
MADRID ─ Hace algunos días, aparecía en esta web-blog un artículo sobre un curioso camión con nombre TurboStar pero que no era un IvecoSe trataba de un vehículo que International Harvester puso a punto en 1968 y que iba propulsado por un motor de turbina. El artículo despertó sin duda el interés de los seguidores de MOTORSCOPIO en las redes sociales y al yo comentar que estaba pensando en recopilar más información sobre los camiones con motor de turbina para escribir otro artículo sobre ellos, fueron unos cuantos los que me recordaron algunos de los nombres de camiones con los que se experimentó semejante tipo de propulsión. La verdad es que la información que he conseguido recopilar hasta ahora está bastante dispersa y aunque se reordenara debidamente daría lugar a un artículo demasiado extenso, por lo que he pensado que es mejor dedicar un artículo a cada uno de los modelos, tratando de ordenar estos cronológicamente en la medida de lo posible. Al final de este artículo se incluyen dos vídeos muy interesantes en los que puede verse en funcionamiento el vehículo comentado en este artículo.

Fue concretamente en 1950 cuando se llevó a cabo el primer experimento de camión movido por un motor de turbina. Se trataba concretamente de un Kenworth de la Serie 500 en el que Boeing Airplane Company, el fabricante estadounidense de aviones, instaló un motor de turbina de gas de 175 caballos de potencia. Pesaba apenas 100 kilos, trece veces menos que un motor Diesel de los de entonces con una potencia similar. Los periodistas de la época se mostraban sorprendidísimos también por su pequeño tamaño y comentaban humorísticamente que parecía que debajo del capó no hubiera motor.

La unidad de la derecha pone de manifiesto el reducidísimo tamaño
del motor de turbina desarrollado por Boeing para Kenworth
Relanzando la economía

Conviene recordar que hacía sólo 5 años que había terminado la Segunda Guerra Mundial por lo que Estados Unidos se encontraba aún tratando de recuperar su maltrecha economía estudiando y experimentando cuantos recursos se creía que podrían ayudar a conseguirlo.

Y se consideró que uno de esos recursos podían ser las turbinas de gas aplicadas al transporte por carretera. Las turbinas eran sin duda mucho más flexibles en cuanto al tipo de combustible usado para moverlas, pues podían funcionar con queroseno, gasóleo o gasolina, y, como ya se ha dicho, mucho más ligeras y de menor tamaño que los motores de combustión interna de potencia equivalente, con lo que esos motores de turbina permitían ganar unos cuantos cientos de kilos de carga útil en los camiones.

Según parece, la iniciativa no la tomó Kenworth, sino Boeing, que, aunque había desarrollado su motor de turbina para la Marina de Estados Unidos, veía en el transporte por carretera un importante mercado potencial para el mismo.

¿Y por qué eligió Boeing a Kenworth y no a otro fabricante de camiones?, puede que se pregunte algún lector. Pues hay dos razones de peso. La primera es que ambas compañías se encontraban en el área de Seattle, la ciudad más importante del estado de Washington, en la costa noroeste del Pacífico; y la segunda que Kenworth ya había colaborado con Boeing durante la Segunda Guerra Mundial construyendo los bombarderos B-17 y B-29.

¡Un consumo disparatado!

Pues bien, el motor de turbina de gas de Boeing fue instalado en un camión Kenworth de 10 toneladas y el vehículo fue enviado a cruzar Estados Unidos de norte a sur (de Canadá a Méjico) para valorar su comportamiento. Este primer recorrido experimental se completó con un breve período de trabajo real del camión de turbina en West Coast Fast Freight, una flota de transporte cliente de Kenworth que cubría una ruta comercial en la costa oeste, entre Seattle y Los Ángeles.

Fotografía publicada en la revista LIFE del motor de turbina de gas y
175 caballos de potencia que Boeing desarrolló para Kenworth en 1950
Por desgracia, los resultados del vehículo durante esas pruebas fueron un auténtico desastre. En primer lugar, el trayecto norte-sur requirió cinco o seis horas más que las que habitualmente invertía un vehículo similar propulsado por un motor Diesel convencional. El vehículo de Boeing y Kenworth aceleraba con mucha lentitud, echaba mucho humo y los conductores se quejaban de que apretar el pedal del embrague era una verdadera tortura. Pero el problema principal era que el consumo de la turbina era de... ¡235 litros cada 100 kilómetros!.

A la vista de tan decepcionantes resultados, el proyecto fue abandonado... Al menos por parte de Kenworth, ya que Boeing seguiría desarrollando sus motores de turbina de gas con vistas a introducirlos en el transporte por carretera.

Terminaba así la corta vida del que está considerado como primer camión de la historia movido por una turbina de gas.

Y ahora, los dos vídeos prometidos.

En el primero de ellos, de poco más de un minuto de duración se destacan el bajo peso y el reducido volumen del motor de turbina desarrollado por Boeing para Kenworth:




El segundo vídeo es en realidad una recopilación de fotografías tomadas durante el recorrido de pruebas que el Kenworth-Boeing llevó a cabo recorriendo de norte a sur toda la costa oeste de Estados Unidos. Dura 5 minutos y medio: