martes, 12 de mayo de 2020

CAMIONES CON MOTOR DE TURBINA: EL GENERAL MOTORS BISON DE 1964

🔸 Iba impulsado por dos turbinas que, cuando funcionaban al tiempo, alcanzaban una potencia de 1.000 caballos


El Bison fue presentado por General Motors en la Feria Mundial que
se celebró en Nueva York en 1964
MADRID ─ Continuando con la serie de artículos recientemente iniciada y dedicada a los camiones con motor de turbina de gas, hoy nos vamos a ocupar del Concepto Bison, un camión de turbina que General Motors (GM) presentó en la Feria Mundial de Nueva York de 1964. El diseño se atribuye a Syd Mead (Sydney Mead), un diseñador industrial estadounidense que se hizo muy popular por sus vehículos y edificios pensados para películas de ciencia ficción como Blade Runner, Alliens, Tron, Star Trek y 2010: The Year We Make Contact (El año en que establecimos contacto la segunda de la serie Odisea Espacial). Aunque por su aspecto futurista es evidente que el vehículo tuvo que despertar una cierta atención, dado el tipo de feria de que se trataba ─era un certamen generalista no dedicado específicamente al vehículo industrial─ su presencia fue muy eclipsada por otra circunstancia que, casualmente, también tenía que ver con el mundo del automóvil: la presentación del primer Ford Mustang, vehículo éste que sí tuvo un gran impacto y concentró muchísima más atención de parte de los visitantes de aquella feria.

El Bison de GM tenía, como decíamos, una línea futurista y su aerodinámica había sido muy cuidada con un frontal muy penetrante en su cabina, del que buena parte era ocupado por un enorme parabrisas, al que algunos censuraron que podría recalentar demasiado el ambiente de trabajo del conductor debido a la exposición al sol. Hay que señalar que el Bison contaba con un buen sistema de aire acondicionado para el verano y una potente calefacción para el invierno.

Las dos turbinas del Bisoniban en esa especie de deflector aerodinámico
marcado con el número 75 y que se apoyaba sobre la quinta rueda
En un país como Estados Unidos en que los camioneros han sido siempre mayormente partidarios de los camiones con morro por cuestiones de seguridad en caso de colisión, no extraña que aquella cabina fuera también criticada desde el punto de dicha seguridad en un accidente.

1.000 caballos de potencia

Las fotografías ponen en evidencia que en la cabina del Bison no iba el motor pues aunque una de las virtudes de los motores de turbina era su reducido tamaño, salta a la vista que allí no había espacio ni siquiera para un motor de turbina.

Radiografía de la turbina GT-309 con la trasmisión Power Transfer
Y entonces, ¿dónde iba el motor?. Pues el motor de turbina del Bison iba justo detrás de la cabina, sobre la quinta rueda, conformando una especie de deflector aerodinámico como los que usan los camiones de nuestros tiempos. Se trataba de una turbina de gas... mejor dicho, de dos turbinas. Una de ellas, la de que más detalles se conocen, era la GT-309, la quinta generación de un producto que GM llevaba ya 15 años desarrollando, y que alcanzaba 280 caballos de potencia. La segunda turbina, de la que ignoramos el modelo exacto, garantizaba una potencia adicional de 720 caballos, con lo que la potencia total del vehículo subía, si era necesario, a los 1.000 caballos.

¿Qué sentido tenía este doble motor de turbina? Pues la idea era que con la primera turbina, la de 280 caballos, el vehículo estuviera en condiciones de circular por carreteras normales y con cargas de peso normal. La turbina de 720 caballos se podía activar cuando se daban circunstancias de especial dureza como una pendiente del trazado demasiado fuerte o más de un semirremolque a cuestas, etc.

La transmisión del vehículo había sido desarrollada en los laboratorios de Allison. La llamaron Power Transfer y utilizaba un acoplamiento o embrague variable para transferir una cantidad programada de energía desde el gasificador del motor o el rotor de la turbina del compresor al eje de salida; a diferencia de los diseños de turbinas convencionales en la época, no se extraía energía del eje de la turbina del gasificador.

Aspecto del puesto de conducción del Bison de General Motors
Al levantar el pie del acelerador o pisar el freno, la transmisión Power Transfer acoplaba el eje de transmisión del vehículo al compresor de la turbina, proporcionando dos o tres veces la potencia de frenado que por aquella época podía ofrecer un motor de gasolina o Diesel equivalente. Los ingenieros de Allison aseguraban que su Power Transfer, que podía funcionar de manera manual o automáticamente, elevaba la capacidad de aceleración y también mejoraba el consumo de combustible cuando el vehículo iba a media carga. 

Hay que resaltar que aunque el Bison era un vehículo articulado, era posible convertirlo momentáneamente en rígido para realizar ciertas maniobras.

Distintas configuraciones de dirección y tracción

La cabina del Bison iba por delante del doble eje de dirección delantero con sus cuatro ruedas motrices y al final del semirremolque se encontraban otros dos ejes, potencialmente también tractores y, asimismo, direccionables.

Había distintas configuraciones que el conductor podía seleccionar en cada momento para dirigir el vehículo. Así, se podía optar por un doble eje director delantero para el funcionamiento como vehículo articulado. Otra posibilidad era que las cuatro ruedas delanteras funcionasen en tándem, girando en paralelo y con la quinta rueda bloqueada convirtiendo al vehículo en un camión rígido.

Para giros cerrados a baja velocidad se había previsto la opción de que las ruedas delanteras y traseras girasen en direcciones opuestas. Y una última alternativa era la dirección de uno solo de los dos ejes posteriores para el caso de que se remolcara más de un semirremolque.


Interior de la cabina del Bison de General Motors visto desde fuera
El control de la dirección no se hacía mediante un volante tradicional sino mediante dos empuñaduras, una para cada mano, montadas en una consola que el conductor podía acercar o separar de su cuerpo. La elección de las opciones de funcionamiento deseadas eran programadas por el conductor en esta consola moviendo aquellas empuñaduras.

La suspensión del Bison era hidroneumática y su ajuste también lo efectuaba el conductor desde el interior de la cabina.

Transporte en contenedores

El Bison se había diseñado por el transporte de mercancía en contenedores. De hecho, parece que el semirremolque se conformaba ensamblando esos contenedores, de forma que el vehículo articulado alcanzaba los 15 metros de longitud cuando llevaba un solo semirremolque.

Por aquel entonces, las medidas de los contenedores se ajustaban en Estados Unidos conforme a las normas de la American Standards Association (ASA) que permitía longitudes de 10, 20, 30 y 40 pies (1 pie equivale a 30,48 centímetros), por lo que el Bison podía cargarse con cuatro contenedores de 10 pies, dos de 20, uno de 10 y otro de 30, o uno de 40. La sección transversal de los contenedores era un cuadrado de 8 X 8 pies. Cuatro años más tarde se acordaría un estándar mundial para las medidas de los contenedores en la International Standards Organization (ISO).

Se cree que el Bison de GM nunca llegó a ser totalmente operativo y, desgraciadamente, todo apunta a que fue destruido, perdiéndose para el futuro. Esto explica la ambigüedad existente en muchos de los documentos que se conservan de este sorprendente vehículo.

El Bison de General Motors nunca llegó a ser totalmente operativo y fue postergado al olvido dos o tres
años después de su presentación, sin que se sepa qué se hizo con él, siendo lo más probable que el
prototipo terminara siendo destruído en un momento que se desconoce