🔴 Su presentación a la prensa se vio retrasada por las dificultades económicas que llevarían a la quiebra a la firma holandesa en 1993
Actualizado el 13.11.2018 a las 23:30
En 1986, Leyland había presentado su prototipo TX450 que sin duda debió inspirar a los ingenieros de DAF al acometer su proyecto FCV |
Uno de los primeros retos era rebajar la tara y para ello se pensó que una buena forma de conseguirlo era imaginar una alternativa al tradicional chasis de largueros con sección en U ligados entre sí por travesaños. Tras analizar distintas soluciones, incluyendo las resinas plásticas, esa alternativa terminó siendo un larguero único de sección rectangular hecho en una aleación de aluminio que podía rebajar hasta el 10 por ciento en el peso respecto al chasis tradicional y que, además, no resultaba demasiado caro.
Una caja-chasis sustituyó al tradicional bastidor formado por largueros de sección en U unidos mediante travesaños y muchos órganos se adosaron a los laterales de dicha caja-chasis |
Una cabina de suelo plano
Respecto a la cabina, el equipo de Staal quería que no tuviera túnel motor y fuese de piso plano, con una altura interna de 3 metros. Además y al objeto de ampliar el espacio disponible para la carga, se optó por una cabina con litera superior. Todo ello obligaba a que la cabina estuviera lo más baja posible, justo por encima de los pasos de rueda, y la suspensión del eje anterior requería un diseño especial: tenía que ser una suspensión de ruedas independientes.
Una buena parte de los equipos que habitualmente iban próximos al motor, tuvieron que ser retirados de allí, como el alternador, el compresor o la bomba de aire, siendo adosados al chasis-caja. También se colocaron muy bajos y uno a cada costado del motor, formando una V, el radiador principal y el del intercooling, de manera similar a los coches de Fórmula 1 de la época.
La parte posterior de la cabina se procuró dejar casi plana para que la carrocería pudiera ajustarse lo mejor posible |
El motor elegido fue el 11,6 litros de 6 cilindros en línea que se usaba habitualmente en la serie 95, el cual iba parcialmente embutido ─su mitad superior asomaba por encima de la caja-chasis─ para eludir la necesidad del túnel motor y, al tiempo, al permitir encapsular en parte el motor, para contener el ruido que aquél generaba durante la marcha. La caja de cambios elegida fue una ZF Easyshift de 16 marchas automatizada.
Frenos de disco y suspensión neumática
Los hombres de Staal querían montar frenos de disco con dos pistones y que cada uno de los ejes traseros fuera suspendido de cuatro balonas neumáticas con el fin de limitar la transmisión de vibraciones a la caja-chasis. Pero eso planteaba problemas importantes como, por ejemplo, como meter los discos delanteros en llantas de 19,5 pulgadas o como meter las balonas en la parte posterior de un chasis tan bajo como el del FCV.
Respecto a los discos, los de las ruedas delanteras se colocaron fuera de la caja-chasis, mientras que los de las traseras se pusieron dentro de dicha caja-chasis para dejar sitio a las balonas de la suspensión neumática, que también se acercaron más a la caja-chasis. Todos esos cambios permitieron conseguir una altura de carga de sólo 85 centímetros.
Como ya se ha dicho, los dos ejes posteriores del FCV eran tractores, lo que tenía también sus facetas negativas en forma de mayor diámetro de giro y un desgaste de neumáticos más elevado. Para luchar contra estos efectos secundarios, el equipo de Staal optó por un diferencial especial de doble unidad ─DDDS, por sus iniciales en inglés─ que distribuía la fuerza de tracción enviando una tercera parte de la misma al eje anterior de los dos traseros, el cual llevaba sólo rueda sencilla, y las dos terceras partes restantes al eje posterior, que llevaba ruedas gemelas.
El FCV iba dotado de ABS, cosa ya habitual en muchos camiones de serie, y también de ASR para el control de tracción, que era mucho menos frecuente. Además, se instaló en la parte trasera del vehículo una cámara para facilitar la visión por esa zona durante las maniobras. Dicha cámara enviaba las imágenes a una pantalla situada en el tablero de instrumentos. Esta solución de la cámara trasera también se había adoptado en el Leyland TX450.
Al abrir la puerta de la cabina aparecían un par de peldaños que eran empujados por un sistema neumático |
Así pues, en abril de 1993, DAF suspendía pagos y posiblemente los hombres de Staal habían tenido que suspender mucho antes el desarrollo de su Future Concept Vehicle, que sería presentado finalmente a la prensa a mediados de septiembre de 1993, cuando DAF, gracias a la ayuda de los gobiernos holandés y belga y en apenas seis meses, ya había renacido de sus cenizas.
Vista de la parte posterior de la caja-chasis y los dos ejes posteriores del Future Concept Vehicle (FCV) |