► En España serían unos 50.000 automóviles, mayoritariamente con motor Diesel pero también algunos con motor de gasolina, los que emiten más de lo supuesto ► Las ayudas a devolver podrían llegar a sumar 50 millones de euros
Francisco Javier García Sanz, vice- presidente mundial para compras del grupo Volkswagen |
Cuando estalló el otro escándalo, el del trucaje de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en casi 11 millones de vehículos, de los que se vendieron 683.626 en España ─SEAT, el fabricante español del grupo VW, vendió un total de 700.000 en todo el mundo─ el ministro Soria se apresuró a indicar a VW que tendría que devolver al gobierno español las ayudas del plan PIVE para la renovación del parque de las que se habían beneficiado en España los vehículos del grupo.
El aviso del ministro fue interpretado en medios industriales como una medida de presión para que el grupo alemán mantuviese las inversiones de casi 4.000 millones de euros que meses antes había anunciado que iba a realizar en España, principalmente en Seat aunque también la fábrica de Landaben (Navarra) donde se construye el Polo.
Como era lógico, desde VW llegó un mensaje de respuesta a la presión del ministro español recordando a Soria que las ayudas del PIVE se regían por las emisiones de CO2 y no por las de NOx. pero he aquí que, hace muy pocos días, VW anuncia públicamente que ha vendido en todo el mundo los 800.000 vehículos a que hacíamos referencia al principio de este comentario y en los que se han detectado inconsistencias inexplicables respecto a sus emisiones de CO2. Vamos, que emiten más dióxido de carbono de lo que deberían emitir. Aunque mayoritariamente parece que estos vehículos van propulsados por motores Diesel, VW ha advertido que también hay algunos de gasolina.
Así que, VW ha tenido la vergüenza torera de mandar a García Sanz a decirle a Soria que, una vez que sepa qué coches son los afectados por el problema y cuántos de ellos se adquirieron en España a través del PIVE, procederá a llamar a revisión a dichos vehículos para corregir ese exceso de emisiones sin cargo alguno para sus propietarios, a los que recuerda que no corren el menor peligro por seguir conduciendo los mismos. Además, el grupo alemán se compromete a devolver al gobierno español los 1.000 euros que, por vehículo, entregó el gobierno este último a sus respectivos compradores con cargo al mencionado plan de ayudas.
El Ministerio de Industria debería hacer su propia investigación
En este punto, estamos obligados a lamentar de nuevo la actitud bastante pasiva que adopta el Ministerio que dirige Soria, dejando totalmente en manos del fabricante la localización de los vehículos problemáticos. ¿Para qué están el INTA, IDIADA y otros organismos similares?. Las autoridades españolas tienen que saber a través de la Dirección General de Tráfico (DGT) y del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), dependiente del propio Ministerio de Industria, cuáles son las características de los motores que llevaban los vehículos que el grupo VW vendió en España acogiéndose a los planes PIVE.
Se nos dirá que revisar 50.000 vehículos para determinar cuáles son sus emisiones de CO2 es una labor compleja. ¡Desde luego, pero para eso están los poderes públicos!. Si se estima que el grupo VW podría llegar a tener que devolver 50 millones de euros al gobierno español, no estaría de más que esa revisión se realizara con cargo a esos fondos, aunque VW confeccione en paralelo la relación de vehículos sobreemisores de CO2. Como recogió Plutarco en su obra Vidas Paralelas, no basta que la mujer del César sea honesta, también tiene que parecerlo.