jueves, 11 de diciembre de 2014

A LOS MONOVOLÚMENES NO LES SIENTAN BIEN LOS CHOQUES FRONTOPARCIALES

- El Honda Odyssey fue el único que obtuvo la máxima puntuación en el nuevo test desarrollado por el IIHS en Estados Unidos que simula la colisión a 64,4 kilómetros por hora de la esquina delantera del vehículo contra un objeto fijo.


MADRID ─ ¿Son menos seguros los monovolúmenes que las berlinas normales o las versiones familiares de éstas?. De acuerdo con las pruebas llevadas a cabo por el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS o Instituto de Seguros para Seguridad en las Carreteras) en Estados Unidos, parece que sí. Los ingenieros del propio IIHS se han quedado sorprendidos al observar el muy pobre comportamiento de este tipo de vehículos en los tests, que es la primera vez que han sido realizados. La prueba consiste básicamente en la colisión frontoparcial de un vehículo que circula a 40 millas por hora (64,4 kilómetros por hora) contra un obstáculo fijo. Por colisiones frontoparciales debe entenderse colisiones perpendiculares del vehículo contra un obstáculo fijo en que el contacto físico se produce sólo en el tercio más exterior de la delantera de aquél por el lado del conductor. Y los resultados no han podido ser peores, ya que de los modelos probados, sólo el Honda Odyssey obtuvo la máxima puntuación. En otros casos, como muestran los vídeos que vienen a continuación, las cosas no fueron tan bien, ni mucho menos.



En el vídeo que precede a estas líneas se muestran los resultados del Toyota Sienna de 2015, es decir, el que ahora se vende ya en Estados Unidos. Pese a las primeras impresiones que puedan sacarse tras ver el vídeo, la calificación obtenida por este modelo fue aceptable. Toyota había modificado la estructura frontal del Sienna del año 2015 con el fin de mejorar la protección de los ocupantes en caso de choque. Aún así, los resultados de la prueba mostraron que se producía una intrusión de casi 14 centímetros (5,5 pulgadas) en el lado de la puerta delantera en que se encuentra la bisagra (Pilar A) y en el panel de instrumentos.

El puesto del conductor del Toyota Sienna después del
choque frontoparcial diseñado por el IIHS
La cabeza del maniquí entró en contacto con el airbag frontal, pero inmediatamente se fue hacia el lado izquierdo. El cinturón de seguridad también permitió que el maniquí se moviera demasiado hacia delante. Afortunadamente, al desplegarse el airbag de cortina lateral izquierdo, la cabeza quedó protegida ante la mencionada introsuón en la estructura del vehículo. Tras analizar el maniquí después de la colisión se vio que el riesgo de lesiones para el conductor sería bajo en un accidente de esta gravedad.

Pero no puede decirse lo mismo de otros de los monovolúmenes sometidos a la misma prueba, como el Nissan Quest, el Chrysler Town & Country y el Dodge Grand Caravan, de los que los expertos del IIHS vinieron a decir que, en realidad, no ofrecen protección alguna al conductor.


¿Y por qué son menos seguros los monovolúmenes?. Pues para los expertos del IIHS los monovolúmenes están en desventaja frente a berlinas o familiares con los que habitualmente comparten plataforma mecánica porque son más anchos que éstos y una gran parte del vehículo va por fuera de la estructura interna de la plataforma original, lo que hace que en los monovolúmenes existan grandes áreas que no son capaces de absorber tanta energía cinética en la colisión. Asimismo, los monovolúmenes pesan más, con lo que la energía cinética que llevan en el momento del choque es mayor, lo que da lugar a que se produzcan más daños en la colisión.

A continuación se reproduce otro vídeo con los resultados de la prueba para el Chrysler Town & Country:




La estructura del Chrysler Town & Country también se hundió alrededor del maniquí, invadiendo 38 centímetros (15 pulgadas) el habitáculo por la parte de la bisgra inferior de la puerta delantera y el panel de instrumentos. La piel de la parte inferior de la pierna izquierda del maniquí fue erosionada por el pedal de freno de mano, y la piel de la rodilla izquierda fue dañada por una abrazadera de acero bajo el panel de instrumentos. La cabeza del maniquí apenas entró en contacto con el airbag frontal antes de deslizarse fuera de éste y golpear contra el panel de instrumentos, mientras que la columna de la dirección también se desplazó hacia la derecha. 


La pierna izquierda del maniquí quedó aprisionada y su
piel sufrió erosiones en el Chrysler Town & Country
El marco de la puerta delantera izquierda y la columna de dirección se desplazaron asimismo hacia el conductor. Aunque el airbag de cortina lateral se desplegó, carecía de cobertura suficiente hacia delante.

Los datos extraídos del maniquí indicaron que en un accidente de este tipo serían probables lesiones en la cadera, rodilla y parte inferior de la pierna del lado izquierdo. Algunas de las fuerzas qure padeció el maniquí fueron superiores a la capacidad de medida de los sensores.

Estos resultados se aplican al Chrysler Town & Country y al Grand Caravan de los años 2008 a 201515 y también a su clónico Volkswagen Routan de los años 2009 a 2012, año éste en que el Routan dejó de fabricarse.


Pero cuando a los técnicos del IIHS les saltaron todas las alarmas fue al llegar el turno del Nissan Quest. Su estructura cedió casi 61 centímetros (2 pies) en la parte baja del pilar de la bisagra de la puerta delantera y el pedal del freno de mano se desplazó 16 centímetros hacia el conductor. La pierna izquierda del maniquí quedó atrapada entre el asiento y el panel de instrumentos, y su pie derecho aprisionado entre el pedal del freno y el salpicadero. Al terminar la prueba, los técnicos tuvieron que cortar todo el asiento y luego usar una palanca para liberar el pie derecho del maniquí.

Las fuerzas medidas a lo largo de la pierna izquierda del maniquí, desde el muslo hasta el pie, fueron muy altas, en algunos casos superiores a los límites de los sensores. Una persona sometida a tales fuerzas tendría mucha suerte de volver a caminar normalmente, dijo David Zuby, presidente ejecutivo y jefe de investigación del IIHS, que añadió que también habría sido probable una fractura del fémur derecho. La mala calificación del Nissan Quest es válida para todos sus modelos desde 2011 a 2015.

He aquí el vídeo correspondiente a las pruebas de colisión frontoparcial del Nissan Quest:



Quizá se pregunte el lector cuyo interés por la materia le haya hecho llegar hasta este punto del artículo por qué no se incluye el vídeo correspondiente al Honda Odissey. Pues ello se debe a que el mismo no aparece en la web del IIHS, por lo que no lo hemos podido incorporar. ¿Y por qué no aparece?. Nosotros suponemos que porque, aún habiendo recibido la máxima puntuación de los ingenieros que realizaron la prueba, siendo esta destructiva, el vídeo podría dar pese a todo una impresión muy negativa a quienes lo visualizaran, perjudicando a la marca fabricante.


En el Nissan Quest hubo que cortar el asiento y liberar
el pie derecho del maniquí con una palanca 
De la actual oferta de monovolúmenes en el mercado estadounidense, el IIHS tiene 
pendiente de probar en semanas próximas el Kia Sedona, un modelo coreano cuyo fabricante también ha introducido mejoras en la resistencia de la estructura para afrontar este test que el IIHS introdujo en 2012 y que es mucho más duro que los test de choque que habitualmente practican otras organizaciones e incluso el gobierno de Estados Unidos a través de su National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA).

El IIHS es una organización científica y educativa independiente, sin ánimo de lucro dedicada a reducir las pérdidas tanto en muertes como en lesiones y daños a la propiedad originadas por los accidentes de circulación en carretera. Su labor es reforzada por el Highway Loss Data Institute (HLDI - Instituto de Datos sobre Pérdidas Derivadas de la Circulación en Carretera) que comparte y apoya esa misión a través de estudios científicos de datos de aseguradoras relativos al ser humano y a las pérdidas económicas derivadas de la propiedad y el uso de diferentes tipos de vehículos y mediante la publicación de los gastos que afrontan aquellas aseguradoras por marca y modelo de vehículo. Tanto el IIHS como el HLDI son financiados por la mayoría de las compañías aseguradoras estadounidenses.