lunes, 3 de noviembre de 2014

PROHIBIDO VENDER NEUMÁTICOS CON BAJAS EFICIENCIA ENERGÉTICA Y ADHERENCIA EN MOJADO

- La medida afecta al 6 por ciento de las cubiertas con mayor resistencia a la rodadura y al 4 por ciento de las que ofrecen menor adherencia sobre firme mojado


Por la izquierda: José Luis Rodríguez, José Pablo Laguna, Rogelio
Garrido, Ignacio Lafuente, Jorge Castellanos y Antonio Atienzar
MADRID ─ Desde primeros de mes, no deben venderse en nuestro mercado las cubiertas de categoría G en la escala de eficiencia energética, ni las de categorías F o G en la escala de adherencia en mojado. La prohibición es consecuencia de la aplicación del Reglamento 1222/2009 de la Comisión Europea y coincide con el segundo aniversario de la puesta en marcha de la normativa sobre etiquetado único de los neumáticos en la Unión Europea. Dentro de otros dos años, es decir, el 1 de noviembre de 2016, se dejarán de homologar los neumáticos con etiqueta F en la escala de eficiencia energética y tras otros dos años más (noviembre de 2018), se prohibirá definitivamente la venta de los mismos, de acuerdo con las normas establecidas en el mencionado reglamento. Desde el Consorcio del Caucho se asegura que, en la actualidad, dos de cada tres automovilistas europeos tienen en cuenta la información contenida en el etiquetado de los neumáticos a la hora de efectuar su decisión de compra, pero parece que la realidad no está demasiado de acuerdo con esa afirmación.

En el marco de una jornada-coloquio organizada por la Comisión de Fabricantes de Neumáticos del Consorcio del Caucho ─formada por Bridgestone, Continental, Goodyear, Michelin y Pirelli─ y que tuvo lugar en los locales de la Fundación Pons en Madrid, coincidiendo con el segundo aniversario del lanzamiento del etiquetado europeo de neumáticos, se analizó y debatió la marcha de la puesta en vigor de las normas incluidas en el Reglamento 1222/2009 de la Comisión Europea. La jornada fue inaugurada por José Manuel Prieto, subdirector general de Calidad y Seguridad Industrial del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

José Manuel prieto, subdirector general de Calidad y
Seguridad Industrial del Ministerio de Industria
La reunión tenía formato de panel y el primer panelista fue José Luis Rodríguez, director del Consorcio del Caucho, quien comenzó su intervención admitiendo que, a pesar del esfuerzo realizado por las marcas de neumáticos, los talleres y profesionales que los montan y los medios de comunicación, aún quedaba mucho por hacer tanto en materia de conocimiento del etiquetado por parte del automovilista como en el control por parte de las autoridades de algunas etiquetas presentes en el mercado que no se adecúan a la normativa. 

Rodríguez señaló que, a 1 de noviembre del presente año ─aunque existe un período de adaptación o tolerancia de 30 meses─ había quedado prohibido vender las cubiertas con calificación G en la escala de eficiencia energética, y también las de calificaciones F o G en la escala de adherencia en mojado, según lo establecido en el Reglamento 1222/2009 de la Comisión Europea y que, dentro de otros dos años, es decir, el 1 de noviembre de 2016, se dejarán de homologar los neumáticos con etiqueta F en la escala de eficiencia energética y tras otros dos años más (noviembre de 2018), se prohibirá definitivamente la venta de los mismos, de acuerdo con las normas establecidas en el mencionado reglamento. Rodríguez recordó asimismo que, desde el 1 de noviembre de este año, era obligatorio que los vehículos de nueva fabricación fuesen dotados de un sistema para monitorizar de forma continua la presión de los neumáticos.

Datos contradictorios 

En la presentación de José Luis Rodríguez hubo algunos datos que despertaron cierta controversia como, por ejemplo, la afirmación de que la medida que ha entrado en vigor a primeros del presente mes afecta al 6 por ciento de las cubiertas con mayor resistencia a la rodadura y al 4 por ciento de las que ofrecen menor adherencia sobre firme mojado, es decir, a un 10 por ciento de las cubiertas que hay en el mercado. Eso sería correcto si el todas y cada una de las categorías existentes en el mercado contasen con el mismo número de cubiertas, cosa que, evidentemente, no sucede, por lo que esos dos porcentajes del 4 y el 6 por ciento no pueden sumarse.

José Luis Rodríguez, director del Consorcio del Caucho
Algo parecido ocurre con otro dato que aparecía en una de las transparencias proyectadas por Rodríguez, relativo al porcentaje de fabricantes que cumplen con sus obligaciones respecto al etiquetado, que el panelista fijaba en el 72 por ciento, y sobre todo, al cumplimiento de la normativa sobre etiquetado según los niveles de calidad-precio del mercado y que Rodríguez fijaba en el conjunto de Europa en un 100 por ciento para las cubiertas de calidad premium, un 80 por ciento para las de calidad media y un 64 por ciento para las que podríamos denominar baratas. Estos últimos porcentajes, así expresados, no aportan demasiada información, ya que para que realmente sirvieran de algo deberían estar ponderados con el correspondiente volumen de cubiertas de cada nivel que se venden anualmente en cada una de esas categorías.

Desde el Consorcio del Caucho se aseguró también que, en la actualidad, dos de cada tres automovilistas europeos tienen en cuenta la información contenida en el etiquetado de los neumáticos a la hora de efectuar su decisión de compra, pero parece que la realidad no está demasiado de acuerdo con esa afirmación. Esto último iba a ser rechazado por dos panelistas que intervendrían después, Jorge Castellanos, coordinador de movilidad del Real Automóvil Club de España (RACE), y Antonio Atienzar, vicepresidente segundo de la Confederación Española de Tallers de Reparación y Afines (CETRAA).

El primero de ellos comenzó reconociendo que la introducción de la etiqueta había sido muy positiva para el usuario pues había conducido a una mejoría del producto, añadiendo que, no obstante, no se podía olvidar que la etiqueta no lo era todo y que más de un millón de automovilistas circulaban en España con neumáticos en estado gravemente defectuoso. También expresó la existencia de muchas dudas sobre la fiabilidad del nivel de emisión de ruidos que se anuncia en el etiquetado de los distintos neumáticos. Ojo con esto. Si las etiquetas mienten, es casi un problema de salud pública, dijo Castellanos, quien añadió que la falta de recursos por parte de la Administración no sirve de disculpa, ya que cuando se implantaba una norma había que estar seguro de que se disponía de los medios para vigilar su cumplimiento.

Al respecto del uso de la información contenida en las etiquetas por parte del automovilista a la hora de seleccionar nuevos neumáticos para sus vehículos, añadiremos nosotros que, hace un año, se publicaban los resultados de un sondeo realizado por la consultora Ipsos en el que se concluía que el impacto del etiquetado de los neumáticos había sido prácticamente nulo entre los automovilistas europeos, hasta el punto de que casi la mitad de los que compraron un neumático durante el primer año de vigencia de la etiqueta ni siquiera sabían que existiese ésta. La encuesta de Ipsos se dirigió a un colectivo de 3.400 automovilistas de Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y España.

Ignacio Lafuente, jefe del departamento
de Homologación de Vehículos Indus-
triales y components de IDIADA
Parámetros difíciles de calibrar

Ignacio Lafuente, jefe del departamento de Homologación de Vehículos Industriales y Componentes de IDIADA, dijo que la resistencia a la rodadura, elemento muy importante en la emisión de ruido por los neumáticos, se medía con un parámetro difícil de calibrar que se expresaba en Newtons por Kilonewtons, lo que daba lugar a que cada máquina de medida de dicho parámetro pudiera arrojar resultados diferentes. Por eso, se ha definido una máquina virtual a partir de las máquinas de que disponen IDIADA, un laboratorio francés y otro alemán, dijo Lafuente.

El representante de IDIADA admitió que su laboratorio había sido requerido en ocasiones por algún fabricante para verificar la veracidad de los datos que figuraban en la etiqueta de neumáticos fabricados por otra compañía pero que cuando eso sucedía desde IDIADA se solicitaba que se borrasen antes todo tipo de identificaciones de las cubiertas que les iban a entregar para contrastar. Nosotros las analizamos sin conocer su procedencia y determinamos los resultados que arrojan en los parámetros que se desean comprobar, indicó Lafuente.

Por su parte, Antonio Atienzar, dijo que no pensaba que fuesen muchos los usuarios conocedores de la etiqueta y su contenido y se mostró partidario de que las autoridades lleven a cabo una campaña para divulgarlo. Hay que dar a conocer la etiqueta y su contenido y me temo que los propios fabricantes de neumáticos no contribuyen a ello, subrayó Atienzar, quien recomendó que se tomara como ejemplo a los fabricantes de electrodomésticos, estudiando cómo habían conseguido que los consumidores de sus productos fuesen flechados a la etiqueta energética de éstos cuando se disponen a comprar una lavadora, un frigorífico, un lavavajillas, etc. Dirigiéndose a Rogelio Garrido, de la dirección general de Consumo de la Comunidad Autónoma de Madrid, Atienzar reclamó una actividad sancionadora por el incumplimento de lo establecido por el Reglamento. 

A este respecto, José Pablo Laguna, en representación de la dirección general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria, había advertido que la Comisión Europea está introduciendo ya en el Reglamento normas relativas a la vigilancia del mercado.

Una encuesta muy pobre

El representante de la dirección general de Consumo de la CAM mostró los resultados de la campaña de vigilancia que dicha Comunidad había llevado a cabo a finales de 2013, inspeccionando ─aunque sin ánimo sancionador─ cuatro talleres especializados, tres grandes superficies y cinco páginas web de distribuidores.


Rogelio Garrido, de la dirección general
de Consumo de la CAM
Sólo un 14 por ciento cumplía las normas, aunque Garrido admitió que los talleres tenían mucha más información sobre el Reglamento que los otros estratos de la muestra. Sin embargo, los folletos promocionales que utilizaban no se ajustaban al Reglamento. Conseguimos averiguar que los talleres especializados eran talleres de grandes franquicias, por lo que sugerimos a Garrido que en la próxima encuesta considerase a estos talleres como grandes superficies especializadas y que incluyera talleres libres.

Garrido señaló que en el caso de los distribuidores, todos ellos incumplían la normativa al no tener en sus páginas web un enlace con la web de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos del Consorcio del Caucho, pero que, excluyendo ese fallo, el incumplimiento se reducía al 66 por ciento. Lo exiguo de la muestra presentada por la dirección general de Consumo de la CAM fue origen de bastantes críticas, y Garrido se defendió diciendo que no habían dispuesto de muchos recursos y anunció que a finales del presente año se va a realizar una nueva encuesta en que la muestra ascenderá a unas 450 encuestas, aunque esa cifra se repartirá entre varias Comunidades Autónomas.