martes, 27 de octubre de 2015

LA CORONA SUECA, CARA Y CRUZ DEL GRUPO VOLVO

La debilidad de su moneda nacional potencia la mejoría de sus resultados financieros pero al mismo tiempo frena la consecución de su objetivo de reducir en 10.000 millones sus costes a finales de 2016



Martin Lundstedt, el que fuera presidente de Scania, hizo por fin
su aparición en público como presidente ejecutivo del grupo Volvo
MADRID ─ La presentación de los resultados financieros del grupo sueco Volvo, fabricante de vehículos industriales, motores marinos y maquinaria para la construcción, ha sido el momento elegido para que apareciera ante los medios de comunicación su nuevo presidente ejecutivo, Martin Lundstedt, el que hasta hace cosa de seis meses fuese presidente ejecutivo de Scania, el otro fabricante sueco de vehículos industriales y motores marinos, sempiterno rival de Volvo. No obstante y en un detalle de elegancia, Lundstedt, tras saludar a los representantes de la prensa, dejó que todo el peso de la reunión fuera llevado por Jan Gurander, el hasta ahora presidente ejecutivo en funciones de Volvo, quien anunció que los beneficios netos de su compañía durante el tercer trimestre de 2015 ascendieron a 3.100 millones de coronas suecas (unos 327 millones de euros al cambio actual), nada menos que el triple de la cifra conseguida en el mismo trimestre del año anterior. Pero antes de echar las campanas al vuelo, conviene tener en cuenta algunos matices importantes.

Y entre esos matices figura la débil paridad de la corona sueca frente a las principales monedas mundiales, factor del que ya se viene beneficiando Volvo desde hace algunos meses y gracias a lo cual el importe de sus ventas durante el tercer trimestre de 2015 ascendió a 73.300 millones de coronas, un 9 por ciento más que en el mismo período del año pasado, de manera que el margen de explotación pasó del 4,3 por ciento de hace un año al 6,9 por ciento. En concreto, la favorable paridad de la moneda sueca aportó 831 millones de coronas a los resultados de explotación de Volvo en el tercer trimestre de 2015.

Así pues, esas mejorías en los resultados financieros no se corresponden más que en parte a incrementos en la entrega de vehículos. Por ejemplo, el número de los camiones entregados creció sólo un 3 por ciento debido a que aunque en Europa se entregaron un 13 por ciento más y un 10 por ciento más en Norteamérica, estos incrementos fueron contrarrestados por la fuerte caída de otros mercados, como Brasil y China, subrayando Gurander su preocupación por que la inestabilidad de la economía del gigante asiático siga provocando una contracción de la demanda de vehículos de transporte y de maquinaria para la construcción.

Además, aunque las entregas en el mercado norteamericano sigan al alza y Volvo mantenga una estimación del 15 por ciento de aumento en la demanda de camiones en ese mercado para el conjunto de 2015 y con respecto a 2014, Gurander reconoció que la entrada de nuevos pedidos de camiones ha bajado un 15 por ciento, a 42.648 unidades, y un 34 por ciento en la maquinaria para la construcción, que está ahora en 7.898 unidades.

Nuevas desinversiones

Pero, como decíamos, la paridad favorable de la moneda sueca en lo que a resultados financieros concierne, se vuelve en contra en lo que afecta al objetivo que Volvo se marcó hace un par de años ─presionada por algunos de sus accionistas más importantes, que se quejaban de que los dividendos que recibían eran muy pocos─ en el sentido de reducir sus costes en 10.000 millones de coronas antes de que concluya 2016.


Jan Gurander, presidente ejecutivo en funciones de Volvo
durante los últimos seis meses, llevó todo el peso de la
presentación de los resultados económicos del grupo sueco
en el tercer trimestre de 2015
Gurander admitió que en estos momentos sólo han conseguido reducir los costes en un 40 por ciento del objetivo que se habían marcado y que debido a ello se habían planteado en Volvo nuevas acciones drásticas, como la ahora anunciada de vender la división de servicios informáticos (tecnología de la información), que da empleo a 2.600 personas, a la compañía india HCL Technologies.

Asimismo, Volvo estudia la venta de Arrow Truck Sales, una filial norteamericana que se dedica a la comercialización de camiones usados y que cuenta con una cartera de financiación a clientes de unos 250 millones de dólares (unos 227 millones de euros al cambio actual).

Volviendo a las ventas de camiones, no se puede pasar por alto la muy favorable evolución de Renault Trucks, el fabricante francés hoy encuadrado en el grupo sueco que, tras pasarlo muy mal por la tardía renovación de su gama de producto, está recuperando el nivel normal a toda máquina. Así, la entrada de pedidos de Renault Trucks ha aumentado un 25 por ciento en los nueve primeros meses de 2015 con respecto al mismo período de 2014, alcanzando 31.427 unidades. Además, hay que prever que esa entrada de pedidos siga creciendo en lo que resta de 2015, ya que si se considera sólo el tercer trimestre del año, dicha entrada fue de 8.314 unidades, un 34 por ciento más que en el mismo trimestre de 2014 y apreciablemente por encima del aumento correspondiente a los nueve primeros meses del año.