jueves, 30 de abril de 2015

YA SON 90 LAS VÍCTIMAS MORTALES EN EL CASO DE LAS FATÍDICAS LLAVES DE CONTACTO DE GM

La compañía se ve obligada a elevar en un 37,5 por ciento los fondos previstos inicialmente para indemnizaciones Un juez exime a GM de responsabilidades por este problema con anterioridad a 2009



El Rennaissance Center de GM en Detroit (EEUU)
MADRID ─ Desde nuestra anterior referencia al triste caso de los interruptores defectuosos del sistema de contacto de ciertas unidades de vehículos fabricados por General Motors (GM), principalmente de los modelos Chevrolet Cobalt y Saturn Ion, que GM ocultó durante más de una década, las víctimas mortales reconocidas por el Fondo de Indemnizaciones que finalmente tuvo que crear la compañía a comienzos del verano último, han subido de 80 a 90. También han subido, de 146 a 152 el número de víctimas con daños de menor importancia que requirieron una breve hospitalización, en tanto que se mantienen en 11 los casos reconocidos en que los daños son calificados de catastróficos por haber alterado radicalmente la vida de quienes los padecieron a partir de ese momento.

Como se recordará, tras reconocer públicamente la existencia del problema, GM terminó llamando a revisión a casi 2,6 millones de vehículos de las distintas marcas que el grupo estadounidense fabrica y a primeros de agosto de 2014 creó un Fondo de Compensación de Daños a cuyo frente puso al abogado Kenneth Feinberg, un especialista en este tipo de asuntos que ya había actuado en casos como el 11-S y el huracán Katrina entre otros.

En principio, GM ─que en aquel momento sólo reconocía 13 posibles víctimas mortales por el problema de las llaves de contacto─ dotó al Fondo dirigido por Feinberg con un capital de 400 millones de dólares (unos 358 millones de euros al cambio actual), aunque mostrándose dispuesta a elevar esa cifra hasta los 600 millones. Pues bien, se acaba de anunciar un aumento de esa dotación inicial del 35,5 por ciento, esto es, hasta 550 millones de dólares. Obviamente, ello denota que GM está viendo que el número de víctimas mortales reconocidas ─a las que se ofrecen las indemnizaciones más cuantiosas─ puede empezar a crecer de manera más acelerada a partir de ahora.


En efecto, a la vista de la evolución de las reclamaciones procesadas, cabe pensar que el personal que dirige Feinberg, una vez cerrado el plazo de admisión de reclamaciones a finales de enero de 2015, se haya dedicado fundamentalmente a quitarse de encima todas las reclamaciones que era evidente que no se sostenían, bien por falta de pruebas documentales, por resultar ilegibles o por otros motivos patentes ─un 33 por ciento de las 4.342 recibidas─ para meterse ahora con aquéllas que realmente parecen tener fundamento y cuyo dictamen va a requerir más tiempo. Como consecuencia de ello, la fecha de finales de junio próximo prevista inicialmente por Kenneth Feinberg para concluir el proceso de compensación, ha sido postergada ahora por la propia GM hasta finales de septiembre. 

Al personal de Feinberg le quedan aún casi un millar de reclamaciones por revisar (997), de las que 47 corresponden a víctimas mortales. Por lo apuntado en el párrafo anterior es lógico pensar que una buena parte de ese casi medio centenar de muertes, termine siendo finalmente reconocidas con derecho a indemnización por el Fondo que dirige Feinberg. Hasta ahora, dicho Fondo ha ofrecido indemnizaciones a 167 de las reclamaciones presentadas, de las que 113 habían sido aceptadas por los reclamantes y 5 rechazadas ─presumiblemente, éstas terminarán llevando a GM a los tribunales buscando una indemnización mayor─ habiéndose hecho ya efectivas 81 de las indemnizaciones ofrecidas.


Un juez de Nueva York echa un salvavidas a GM

En el plano financiero del problema, a GM le han echado hace poco un salvavidas valiosísimo. En efecto, un juez de Nueva York ha dictaminado que la actual GM sólo puede ser denunciada por este asunto de los interruptores de contacto defectuosos en los casos posteriores a su quiebra de 2009, al admitir dicho juez la tesis de los abogados de GM, que argumentaban que la compañía salida de aquella quiebra, gracias a un crédito puente del gobierno de Estados Unidos, era una sociedad diferente de la que llegó a la bancarrota.

De esta manera, GM se va a salvar de multitud de denuncias que ya habían comenzado a llegar por daños y perjuicios derivados de las dichosas llaves de contacto y que podían haber llegado a acumular, según las primeras estimaciones, de 7.000 a 10.000 millones de dólares de indemnización.

Sin embargo, la decisión del juez deja abierta la puerta a las reclamaciones que diferentes grupos de propietarios de los automóviles de las marcas afectadas por el problema de los contactos defectuosos ─que podían llevar la llave a la posición de parado en plena marcha, anulando airbags y otros dispositivos─ querían presentar, pero limitando el período denunciable al que va de 2009 en adelante.

Recordemos que el defecto origen de todo este asunto se detectó por vez primera en los vehículos de 2003, aunque sí es cierto que el grueso de esos vehículos es anterior a 2009. Entre las reclamaciones que se habían anunciado figuraban hasta la pérdida de valor residual en el mercado de ocasión que los vehículos llamados a revisión iban a experimentar en el mercado de segunda mano.