miércoles, 22 de abril de 2015

CONVULSIÓN EN EL GRUPO VOLVO AL FICHAR AL PRESIDENTE DE SCANIA

Martin Lundstedt estará al frente de los de Gotemburgo a partir de octubre, mientras Olof Persson, a quien reemplazará, deja el grupo sueco  Martin Winterkorn anuncia que Per Hallberg ha sido nombrado presidente ejecutivo interino de Scania


Martin Lundstedt, será el presidente ejecutivo del grupo
sueco Volvo a partir de octubre de 2015
MADRID ─ En un movimiento sorpresa y al tiempo que anunciaba a las 7 de la mañana de hoy mismo que la rueda de prensa para presentar los resultados financieros del primer trimestre de 2015 ─la cual estaba previsto celebrar pasado mañana a las 9 horas─ se adelantaba dos días, el grupo sueco Volvo hacía público que Olof Persson, desde hace cuatro años presidente ejecutivo de dicho grupo, dejaba el cargo y que el mismo sería ocupado a partir del 1 de octubre por Martin Lundstedt, presidente ejecutivo de Scania, sempiterno rival de Volvo. La convulsión ha sido tal que lo de menos han sido los resultados financieros del grupo que presidía Persson, por otra parte de los mejores anunciados desde hace bastante tiempo.

La rueda de prensa comenzó con la intervención de Carl-Henric Svanberg, presidente corporativo del grupo Volvo, que fue el encargado de anunciar la salida de Persson y la futura llegada de Lundstedt con las habituales fórmulas de cortesía para uno y otro con un turno de preguntas de guante blanco en el que nada se aclaró sobre el repentino cambio. Tan repentino que, apenas un mes antes, el propio Svanberg había desmentido una noticia que aseguraba que los de Gotemburgo estaban buscando urgentemente a alguien para reemplazar a Persson.

El desmentido fue interpretado en medios industriales como un balón de oxígeno para Olof Persson, que se hizo cargo de la presidencia ejecutiva de Volvo en 2011 con el objetivo de acometer un profundo plan de saneamiento financiero y reorganización industrial que redimensionara, conforme a la realidad de la década recién comenzada, el gigantesco e insostenible imperio que había creado a lo largo de muchos años su predecesor Leif Johansson.

Al tomar posesión de su nuevo cargo, Persson se había marcado como objetivo aumentar la rentabilidad de Volvo hasta llevarla al nivel de sus competidores más directos (Scania, Daimler...), tomando para ello medidas encaminadas a recortar los costes anuales en 10.000 millones de coronas suecas (unos 1.069 millones de euros al cambio actual) a cuyo fin se anunciaron en varias tandas un total de más de 4.000 despidos, se acometió la reorganización de las cadenas de producción europeas y se trasladó a China buena parte de la producción de la división de maquinaria para la construcción, Volvo CE. Además, está previsto externalizar una buena parte de los servicios informáticos del grupo, encuadrados en Volvo IT, división que en años pasados se había sobredimensionado en exceso.

Sin embargo, los avances conseguidos por Persson no han ido a la velocidad que deseaban los accionistas más activos, capitaneados sin duda por Christer Gardell socio director del fondo Cevian Capital, que controla el 14 por ciento de los derechos de voto del consejo de Volvo, lo que le sitúa como segundo accionista en importancia. Gardell, aunque ha dado unas palmaditas en la espalda a Persson ─al que apoyó en su momento para que tomara el relevo de Johansson─ declarando a la prensa que la labor desarrollada por este último en estos cuatro años será valorada adecuadamente en el futuro, ha dado la bienvenida a Lundstedt diciendo que es una persona muy adecuada para dirigir el salto de Volvo a un nivel más elevado de rentabilidad. La verdad es que las críticas a Persson no venían sólo de Cevian Capital. La Asociación Sueca de Accionistas, que agrupa a un gran número de pequeños inversores, ha sido bastante cáustica con el presidente saliente, cuya etapa al frente de Volvo ha sido definida por dicha asociación como cuatro años perdidos.

Con casi todo en contra

En descargo de Olof Persson hay que reseñar que la herencia que le dejó Johansson era una herencia envenenada, un grupo de compañías que sólo había sido posible mantener en los beneficios en la etapa de la burbuja, sin que nadie se preocupara de su continuidad futura, cuando se extinguiera aquella bonanza económica.

A Olof Persson le faltó tiempo y suerte para llevar a
buen fin la fuerte reestructuración emprendida en Volvo

En la etapa de Persson, Volvo ha tenido que afrontar costosas renovaciones de gama, adecuándola a las futuras normativas europeas sobre control de emisiones contaminante (Euro 6). Una renovación de gama nada bien gestionada en nuestra opinión por lo que a Renautl Trucks se refiere. La marca francesa fue en la práctica abandonada a su suerte hasta el punto de que su renovación de gama ─pese a que su producto futuro iba a contar con buena parte de la mecánica del producto Volvo en renovación─ se produjo demasiado tarde, de manera que los renovados camiones franceses no estuvieron en condiciones de aprovechar el tirón de ventas de la segunda mitad de 2013 y se vieron forzados a llegar al mercado justo en el momento en que, a primeros de 2014, se producía el bajón del mercado derivado del adelantamiento de muchas ventas a los últimos meses del año previo.

La prevista recuperación de la demanda europea de camiones no ha tenido la fuerza que se esperaba y tanto Volvo como Renault Trucks lo han padecido en sus resultados. El hundimiento de las ventas de camiones en Sudamérica, por los problemas económicos de Brasil, también ha venido a complicar las cosas a Persson. El potenciamiento de la división de maquinaria de obras públicas ─comprando incluso otras compañías competidoras para aumentar volumen con el fin de rebajar los costes de los motores de dicha maquinaria, al igual que los de los camiones del grupo que los comparten─ se ha convertido al final en un problema por la crisis mundial de la construcción y la ingeniería civil, problema agudizado muy recientemente por el frenazo en el desarrollo de la economía china.

Persson trató en 2012 de ofrecer algún dividendo a los accionistas que le acosaban desinvirtiendo algún activo financiero de rentabilidad limitada y vendió la división Volvo Aero, lo que fue bien acogido por buena parte del accionariado, pero el alivio que produjo esta operación era sólo una gota de agua en el mar de problemas que agobiaban a Persson, al que finalmente han arrastrado las olas, prestando con ello un último servicio al grupo que presidía, ya que su salida ha provocado una fuerte subida de la cotización bursátil de las acciones del grupo, el mayor registrado en los últimos seis años.

Unos buenos resultados

Volviendo a la presentación de los resultados  financieros de Volvo en el primer trimestre de 2015, tras su intervención inicial, Carl-Henric Svanberg, entregó la palabra a Jan Gurander, director financiero de Volvo, que es quien se ha hecho cargo de las responsabilidades de Olof Persson hasta la toma de posesión de Martin Lundstedt en octubre próximo. Con un tono monocorde que estuvo a punto de dormir a la mitad del auditorio de la sala donde se desarrolló la rueda de prensa, Gurander presentó, como decíamos, unos de los mejores resultados trimestrales de los últimos tiempos que pueden resumirse en unos ingresos netos de 4.200 millones de coronas suecas, frente a los 1.100 millones del mismo trimestre del año pasado, y un aumento de la facturación que pasó de los 65.600 millones del primer trimestre de 2013 a 74.800 millones en el mismo trimestre de 2015.

Jan Gurander, director financiero de
Volvo, será el presidente interino del
grupo hasta la llegada de Lundstedt

En cuanto a la entrega de camiones del grupo, pese a que los mercados europeo y norteamericano creció de manera considerable ─un 19 y un 23 por ciento, respectivamente─ el retroceso en el resto de los mercados, alcanzando una caída del 67 por ciento en Sudamérica se ha comido aquellos crecimientos y el resultado final del primer trimestre muestra sólo un aumento del 1 por ciento en las entregas respecto al primer trimestre de 2014.

El 22 por ciento de aumento en la entrada de pedidos registrado en Europa fue aportado más por Renault Trucks (+27 por ciento) que por Volvo (+17 por ciento), con lo que las entradas de una y otra marca se han vuelto a acercar, contando la francesa con 11.433 pedidos y la sueca con 12.012. En Norteamérica, la entrada de pedidos creció un 18 por ciento, aumento que configuran el avance del 19 por ciento de Volvo y el del 17 por ciento de Mack, que registraron 11.200 y 7.977 nuevos pedidos, respectivamente, en los tres primeros meses de 2015.

Volvo Bus mejoró su rentabilidad pese a haber reducido un 11 por ciento sus entregasen este primer trimestre. No obstante, la entrada de pedidos se elevó nada menos que un 53 por ciento en estos tres primeros meses del año en curso, aunque siempre debe tenerse en mente que se parte de niveles muy bajos. Las entregas de autobuses crecieron un 41 por ciento, alcanzando 4.748 unidades, con el fuerte aumento registrado en Norteamérica (+121 por ciento) ayudando a compensar el tremendo declive de la demanda de estos vehículos en Sudamérica (-58 por ciento).

¿Y quién va a llevar Scania?

Per Hallberg, vicepresidente de producción y logística de
Scania será el presidente interino de ésta hasta que se
designe quién reemplazará a Martin Lundstedt
Pues da la sensación de que el salto de Lundstedt a Volvo ha pillado totalmente a contra pie a los de Södertälje, la pequeña ciudad sueca a unos 40 kilómetros al sudoeste de Estocolmo donde tiene su sede central este fabricante... Aunque en realidad, deberíamos decir quizá que a los que ha pillado en pijama es a los de Wolfsburg ─recuérdese que Volkswagen (VW) es el actual propietario de Scania─ ya que Martin Winterkorn, presidente ejecutivo de VW y también presidente del comité de dirección de Scania, tardó siete horas en anunciar que será Per Hallberg, actual vicepresidente de la compañía para producción y logística el que, manteniendo su actual responsabilidad, se hará cargo de manera interina de la presidencia ejecutiva de Scania hasta que se nombre a la persona que en octubre próximo, seguramente antes, tomará el relevo de Martin Lundstedt.

Este último no debía llevarse muy bien con los gerentes de VW ya que cuando este grupo alemán anunció el año pasado que iba a hacerse con la práctica totalidad del capital de Scania, lanzando una OPA a los accionistas de ésta, Lundstedt recomendó que dicha oferta fuera rechazada, ya que la consideraba muy baja. Desgraciadamente para él, VW se salió con la suya, pero esas actitudes de oposición no suelen ser bien llevadas en el mundo empresarial... sobre todo por los vencedores.

Lundstedt es un hombre de trato afable, llano, sencillo. Siendo ya vicepresidente de Scania, le hemos visto, al final de una fiesta con clientes, concesionarios y periodistas, subir al escenario en mangas de camisa con una guitarra en las manos y cantar algunas piezas de música country. Su carrera profesional se ha desarrollado fundamentalmente en Scania, a donde llegó hace casi 25 años, destacando por su aplicación a los procesos fabriles de este constructor de vehículos industriales de muchos de los conceptos desarrollados por Toyota. Se hizo cargo de la presidencia de Scania en 2012, sucediendo a Leif Östling, quien fue trasladado a Alemania por VW.

¿Veremos a Jan Ytterberg, el que fuera director ejecutivo
de Scania, hoy director ejecutivo de Husqvarna, en Volvo
dentro de algunos meses?
Ahora se nos plantea una duda casi metafísica. ¿Estará relacionada la misteriosa salida Jan Ytterberg de Scania a comienzos del presente año con el ahora anunciado fichaje de Martin Lundstedt?. Ytterberg era director financiero en Scania y mano derecha de Lundstedt, pero dejó su puesto en este fabricante sueco para ir a desempeñar el mismo cargo en Husqvarna, un constructor también sueco de equipo para jardinería. La salida de Ytterberg nunca fue debidamente explicada. ¿Víctima de la oposición a Volkswagen?. ¿Acompañará Ytterberg a Lundstedt cuando éste se incorpore a Volvo?... Como casi siempre, el tiempo dará respuestas a estas incógnitas que ahora planteamos nosotros.