martes, 27 de abril de 2021

RECUERDOS DEL TRASTERO: EUROTRAKKER, LOS CAMIONES DE OBRA Y TODO TERRENO DE IVECO

🔸 El fabricante italiano invirtió tres años en sacar al mercado todos los modelos que había previsto que tuviera esta amplísima gama

Iveco Eurotrakker 8X4 volquete
MADRID ─ A mediados de 1993, Iveco sacaba al mercado una nueva gama de vehículos destinada fundamentalmente al sector de obras. El nuevo producto tomaba el nombre Eurotrakker, una europeización del marchamo Trukker que la filial española del fabricante italiano de vehículos industriales había usado para su propia gama de vehículos de este tipo muy poco tiempo antes. Los nuevos vehículos iban a ser producidos en exclusiva en la fábrica de Barajas para toda Europa y, poco a poco, supondrían la desaparición de los Trukker previos. Iveco aseguraba que con los nuevos vehículos podía garantizar a sus clientes una elevada productividad y unos bajos costes de transporte gracias a la concepción modular de los mismos y a la utilización de materiales livianos que reducían sensiblemente la tara.

Respecto a la oferta anterior de Iveco en ese segmento de actividad, los Eurotrakker aportaban un enriquecimiento en configuraciones, tanto por lo que se refería a los motores como a los ejes, las distancias entre ejes y las capacidades de carga.

Inicialmente, los motores disponibles ofrecían cuatro niveles de potencia obtenidos con dos bloques de seis cilindros en línea sobrealimentados con intercooling, con cilindradas de 9.500 y 13.798 centímetros cúbicos, respectivamente. El primero de ellos se podía conseguir en versiones de 300 y 345 caballos a 2.200 revoluciones por minuto; el segundo, con 370 ó 420 caballos.

Iveco Eurotrakker AD 260 T 38
Un nuevo diseño de la cámara de combustión que aumentaba el vórtice (remolino) y mejoraba la mezcla de aire y combustible y un sistema de inyección renovado, con inyectores de seis orificios, dotado de más velocidad y presión de inyección, permitían a Iveco la obtención de unas elevadas potencias específicas, destacando la del motor de 13,8 litros, que superaba los 30 caballos por litro.

Todas las motorizaciones cumplían ya con las normas Euro-I sobre contaminación que habrían de entrar en vigor pocos meses después, concretamente en el mes de octubre de 1993.

Versiones de dos, tres y cautro ejes

Los Eurotrakker se iban a construir en versiones de dos, tres y cuatro ejes, con la posibilidad de tracción a todas las ruedas en el caso de los vehículos de dos y tres ejes y con doble eje tándem motriz posterior en los de tres y cuatro ejes.

Los ingenieros de Iveco también habían elevado la capacidad de los ejes delanteros, que pasaba de 7,5 a 8,5 toneladas, pudiendo llegar hasta las 9 toneladas en algunas aplicaciones concretas. Además de reforzar el eje anterior y el eje motor, se equipaban direcciones hidráulicas más robustas y los neumáticos podían soportar cargas mayores. Los camiones de tres ejes con tracción al doble eje tándem posterior (6X4) tenían capacidad para transportar 26, 33 y 38 toneladas; además, la gama Eurotrakker contaba con versiones tractoras para 44 y 72 toneladas.

En las versiones de cuatro ejes (8X4) había existido hasta entonces un modelo de 32 toneladas de peso total que podía llegar hasta las 34 toneladas. A partir del lanzamiento de los Eurotrakker, éstos iban a contar con una versión de 34 toneladas y otra de 40 toneladas lanzamiento, que era un peso que algunas legislaciones europeas permitían en carretera.

Eurotrakker 410 E 42
Los Eurotrakker venían con distancias entre ejes de 3.800 a 5.700 milímetros en los camiones de dos ejes; y de 2.800 a 4800 milímetros más un entreejes posteriores de 1.380 milímetros en los camiones de tres ejes.

Tres tipos de cabina

La gama Eurotrakker aparecía con tres posibles tipos de cabina diseñadas tratando de llevar al sector de la construcción todo el confort de los camiones de transporte por carretera a larga distancia. Todas aquellas cabinas se construían en chapa galvanizada para evitar problemas de corrosión. Al mismo tiempo el uso abundante de componentes en material sintético contribuía a reducir la tara.

Aunque la toma de aire iba situada normalmente por detrás de la cabina, se ofrecía como opción la toma de aire inferior. Para practicar las operaciones de reparación, la cabina podía abatirse 67° mediante un mando hidráulico, ofreciéndose, también en opción, un dispositivo de abatimiento eléctrico servoasistido. El frontal disponía de un panel de apertura que facilitaba el acceso para las labores ordinarias de mantenimiento.

Exteriormente, la línea de la cabina de los Eurotrakker era muy parecida a la de los Eurotech de carretera que habían sido presentados por Iveco un año antes, con una visibilidad acrecentada por unos apéndices de cristal en la parte inferior de la puerta, para facilitar las maniobras de acercamiento.

Según la configuración de la carga, del tipo de mercancía y del recorrido, puede elegirse para la cabina un sistema de suspensión mecánico con muelles helicoidales delanteros y grupos McPherson en la parte posterior o, como opción, el sistema neumático de cuatro cojines con válvulas de nivelación y amortiguador integrado.

Las siglas con que se referencian los nuevos modelos atañían al tipo de vehículo, de manera que H designaba los camiones de dos, tres y cuatro ejes con tracción a los ejes posteriores (4x2, 6x4 y 8x4x4); HT eran las tractoras de dos y tres ejes con tracción a los ejes posteriores (4x2 y 6x4) y W los camiones rígidos de dos y tres ejes con tracción total (4x4 y 6x6).

Regreso a la denominación Trakker

Al fabricante italiano le llevó tres años completar la oferta de la gama Eurotrakker prevista cuando se lanzó en 1993. En el año 2000, Iveco recuperaría el primitivo nombre Trakker para estos camiones, desapareciendo la denominación Eurotrakker.

También en el año 2000, los otra vez Trakker recibirían nuevas versiones de los motores Cursor, y, en 2001, la transmisión automática EuroTronic2, en 2006 con la adopción de los motores Euro5 y en 2007 una nueva cabina.