🔴 Se trata de una colección de valor incalculable y cada vez más en peligro de disgregación
Setra Seida S-154 con mecánica Pegaso (FUENTE: Flickr) |
Por entonces, publiqué con los datos y fotos que me facilitaron un artículo en la revista de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) un artículo apoyándome en la información que me proporcionaron Javier Carbajo y José Angel Valdomero, ambos de la mencionada Continental-Auto, a través del desaparecido José Ruiz Mata, a la sazón presidente de GANVAM.
El texto de ese artículo lo reproduzco más adelante, aunque las fotos que utilizo ahora no son las mismas que ilustraban aquel artículo, desgraciadamente ilocalizables por ahora, so pena de que en GANVAM sigan conservando la colección de su revista, que se publicaba trimestralmente y que murió hace ya algunos años, víctima de la digitalización, por aquello de echar la culpa a algo o a alguien que no pueda defenderse.
Salvo indicación en contra, las fotos que ilustran este comentario han sido tomadas por mí mismo en distintas exposiciones, especialmente las ediciones más recientes de la Feria Internacional del Autobús y el Autocar, así como alguna otra organizada por el Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid, etc., pero, como digo, no son las que utilicé en aquel artículo de la revista Información GANVAM.
Y sin más, ahí va el artículo en cuestión.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Autobuses históricos:
UNA VENTANA SOBRE RUEDAS AL PASADO
- El siglo XX visto a través de unos vehículos que transportaron muchos millones de ilusiones, esperanzas, desengaños y sinsaboresMientras en una parte de este convulso planeta, unos locos salvajes bombardean con todo tipo de armas pesadas unas estatuas de Buda talladas hace milenios, demostrando una vez más que, en aras de una religión mal entendida, se han hecho en ocasiones las barbaridades más atroces, hay quienes, en otras partes del globo terráqueo, se esfuerzan al máximo por conservar cosas que apenas tienen un siglo.
El título de este artículo podría ser interpretado de manera superficial pensando que en él vamos a comentar las características técnicas de algunos vehículos más o menos vetustos que son sacados de tarde en tarde a la calle para acudir a alguna exposición o que permanecen aparcados desde hace mucho tiempo en las galerías de ciertos museos.
No olvide que el artículo que está usted leyendo fue escrito hace 17 años |
¿Les parece exagerado poder escuchar el pasado?. No crean que lo es tanto. Desde un punto de vista científico, parece incluso más factible hacerlo que viajar a tiempos remotos como hemos visto en alguna que otra película. Al fin y al cabo, la voz no es más que una perturbación en forma de onda del aire que nos rodea. ¿No aseguran los científicos que han sido capaces de captar el sonido del "big-bang" de la creación del universo?. Sería pues sólo cuestión de refinamiento técnico indagar en las conversaciones del pasado, unas perturbaciones mucho menos importantes que el big-bang pero también mucho más recientes.
Tributo de admiración
Pero este artículo no pretende indagar en las posibilidades que nos deparará el desarrollo científico futuro, sino rendir tributo de admiración a los hombres que han hecho posible una colección de autobuses como la que hoy viene a las páginas de Información Ganvam. Como no podía ser de otra manera, son los hombres de un gran grupo de empresas dedicadas al transporte de viajeros en autobús; concretamente, Continental Auto. Ellos pensaron que el bagaje histórico de todas esas compañías no podía diluirse en el olvido y así pusieron manos a la obra y acometieron la recuperación de los vehículos -autobuses en este caso- más representativos de cada década del siglo XX.
Se ha tratado de una obra de titanes, teniendo que consultar con frecuencia libros y fotografías antiguos para imaginar cómo eran las piezas que faltaban y reconstruirlas a mano o inducir, de la escala de grises de una vieja foto en blanco y negro, cuál podía ser el color de una tapicería o de un guarnicionado. Otras veces, hubo que ir desliando el ovillo hasta que el otro extremo del hilo conducía al lugar en que, cubiertos de polvo en algún estante perdido, se encontraban los ansiados recambios. O componer un vehículo completo a partir de varios incompletos.
Valor incalculable
Naturalmente, el valor de una colección como ésta es incalculable. Cuando se le pregunta a José Angel Valdemoro, uno de los principales motores del proyecto, por la cifra que tendría que suscribir en su cheque uno de esos caprichosos multimillonarios del petrodólar para hacerse con toda la colección de autobuses, la respuesta es una sonrisa y una frase: "¡No se puede calcular!".
Este Ford T de 1914 (1916, de acuerdo con los datos que la DGT tiene asociados a su matrícula), es la joya de la colección, la pieza más antigua de la misma |
Hispano Suiza 30/40 de 1922, aún con su carrocería original |
Admiración similar puede despertar entre los entendidos el Büssing-NAQ de 1933, una de las primeras unidades del modelo Burglöwe (León del castillo), animal que sería el emblema de la hoy desaparecida Büssing, absorbida por M.A.N., y que esta última ha hecho su propio emblema desde aquel momento.
Uno para pegasistas
Los "pegasistas" no podrán evitar la caída de alguna que otra lágrima al verse frente al autocar Pegaso Z-408/1 de 1959 carrozado por Seida ─aún no se había creado Setra Seida─ modelo que, a partir de 1960, pasó a denominarse 5051 y que llevaba ya la dirección en el lado izquierdo, una de las características que lo diferenciaban de su predecesor, el Z-408.
Pegaso 5051, el 1 se cayó del frontal, exhibido hace 10 años en el intercambiador de Plaza de Castilla en una exposición que organizó el Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid |
Particular respeto merece a los artífices de la colección a que hacemos referencia, el autocar Setra 215-H de 1982 en el que, por avería del Papa-Móvil, hizo su entrada en Granada Juan Pablo II, durante la visita que efectuó a España en 1998. Para reverenciar tal circunstancia, los hombres que mantienen esta colección se han ocupado de que el asiento del guía, en el que entonces se sentara Su Santidad, no haya vuelto a ser utilizado por persona alguna desde aquella fecha.
Jorge Palacios