jueves, 29 de diciembre de 2016

¿Y QUÉ HACEMOS CUANDO EL SALVAVIDAS QUE NOS LANZAN TIENE UN AGUJERO?

Autoliv, el proveedor sueco de sistemas de seguridad para el automóvil, admite que un fallo de sus airbags podría forzar la revisión de 400.000 vehículos Takata podría abonar 960 millones para que las autoridades estadounidenses se olviden de una causa criminal contra la compañía japonesa por el fallo masivo de sus airbags



MADRID ─ Autoliv, el mayor fabricante mundial de sistemas de seguridad para el automóvil, ha advertido a las autoridades estadounidenses que entienden en materia de seguridad del automóvil (NHTSA), que un fallo detectado en algunos de los airbags que el proveedor sueco fabricó entre el 10 de abril y el 15 de octubre de este año, podría conducir a una revisión de cerca de 400.000 vehículos para ver si los dispositivos de este tipo instalados en los mismos pueden tener ese fallo. Lo malo es que Autoliv es la pieza clave en la solución del problema generado en estos últimos años por Takata, el proveedor japonés de airbags, y uno no puede por menos que preguntarse: ¿Y qué hacemos cuando, estando en el mar, nos arrojan un salvavidas que tiene un agujero?.

Autoliv no ha indicado de qué marcas y modelos son los vehículos afectados. El fallo parece venir de los pretensores y concretamente en unos microgeneradores de gas que pueden soltarse, convirtiéndose en auténticos proyectiles barriendo el interior de la cabina. No hay que confundir estas piezas con los generadores principales de gas que inflan las bolsas de los airbags.

Según indican desde Autoliv, no se han producido daños personales ni se han detectado fallos por los usuarios hasta ahora, y el problema ha sido descubierto al realizar el proveedor sueco pruebas de control internas.

Aunque la dimensión del problema de los airbags de Autoliv es ridícula si se compara con el de los airbags del proveedor japonés Takata, es evidente que llega en mal momento para la firma sueca, que ha de ser el principal artífice de la masiva revisión de vehículos afectados por el fallo de los airbags de la compañía nipona. Un nada oportuno fallo que, aunque confiemos en que no se amplíe, sin duda afectará negativamente a la imagen de Autoliv.

Por cierto, que Takata parece que podría llegar a un acuerdo con el departamento de Justicia de Estados Unidos para que éste retire una causa criminal contra el proveedor japonés a cambio de que éste abone 1.000 millones de dólares (unos 960 millones de euros al cambio actual), según una información publicada por Wall Street Journal, que incluso sugiere que la sanción sería abonada dando una aportación inicial de cierto relieve y el resto en el transcurso de un cierto número de años.

Es lógico que las autoridades estadounidenses acepten esa forma fraccionada de pago ya que Takata está en una situación próxima a la quiebra, por lo que exigir el abono de una sola vez podría suponer la puntilla para la firma japonesa y entonces no podría percibirse nada de nada.