viernes, 26 de enero de 2018

RECUERDOS DEL TRASTERO: LOS CAMIONES JENSEN (JNSN)

🔴 Mucho más conocida por sus turismos que por sus vehículos industriales, la marca británica Jensen pudo fabricar aquéllos gracias al dinero que ganaba con estos últimos


Actualizado el 28.01.2018 a las 12:30
La rejilla del radiador de los camiones Jensen, construida en fibra de
vidrio, era desmontable y estaba troquelada con las letras JNSN
MADRID ─ El anterior episodio de la serie RECUERDOS DEL TRASTERO, concretamente el que hacía referencia al vídeo HOMBRES DEL TRÁFICO, DE 1961 se abría con una foto de un curioso modelo de camión que habíamos elegido pensando que despertaría el interés de los lectores. Sin embargo y pese a que el artículo en cuestión ha sido abierto, por ahora, más de 200 veces, nadie se ha atrevido a preguntar de qué marca y modelo era el vehículo, algo que no se aclaraba en el texto del artículo precisamente para provocar las preguntas de los lectores. Como estamos seguros de que no es un vehículo de identificación fácil, la cosa nos ha preocupado. ¿Ha muerto la curiosidad?. Si es así, malo, porque la curiosidad es la llave del conocimiento. Pues bien, se trataba de un Jensen.

La actividad de la compañía británica Jensen Motors en el campo de los camiones y autobuses es bastante poco conocida y la documentación sobre la misma confusa y poco abundante; no en cuanto a fotografías, que pueden encontrarse fácilmente en Internet, sino sobre todo en cuanto a datos técnicos, cronología, etc., y la mayor parte de la existente viene de artículos y anuncios publicados en revistas de la época.

Este era el Jensen que abría nuestro episodio anterior de la serie
RECUERDOS DEL TRASTERO. Obsérvese que, seguramente para
facilitar la refrigeración del motor en nuestro clima, se le había retirado
el panel troquelado con las letras JNSN que debía cubrir el radiador
El problema parece venir del éxito que Jensen alcanzó en el campo de los turismos, algo que curiosamente, sólo fue posible gracias al dinero que la marca ganaba con sus vehículos industriales. De hecho, el que esto escribe tuvo noticia de la existencia de Jensen a través de una colección de cromos de automóviles en que aparecía precisamente el Interceptor, uno de los modelos más populares de la marca.

Los hermanos Jensen ─Alan y Richard─ arribaron al mundo del automóvil en 1931, a través de un carrocero llamado W.J. Smith and Sons, que sería comprado por ellos a la muerte de W.J. Smith, pasando la compañía a denominarse Jensen Motors en 1936.

El fuerte de la actividad de Jensen Motors en aquellos años era la construcción de camiones y autobuses a partir de chasis de acero que compraban a otros competidores y que luego ellos carrozaban, actividad que se realizaba en paralelo con la construcción de coches aunque en cantidades más reducidas.

Uso de nuevos materiales

Por aquel entonces, las leyes británicas establecían un límite de velocidad máxima de 20 millas por hora (32 kilómetros por hora) para los camiones de más de 2,5 toneladas, permitiendo a los pesaban menos de esa cifra una velocidad máxima un 50 por ciento más elevada (48 kilómetros por hora) y eso hizo que los hermanos Jensen se pusieran a darle vueltas a la cabeza para rebajar la tara de los vehículos industriales que construían.

La solución era obvia: usar materiales más ligeros pero con una resistencia equivalente y fue así como los Jensen empezaron a colaborar con Reynolds, un fabricante británico de aluminio. Fue así como construyeron un chasis de camión en aluminio en 1938, al que inicialmente se dotó de un motor Ford de 8 cilindros en V que luego sería reemplazado por un Perkins P6 Diesel. La propia Reynolds encargó a los Jensen otras dos unidades de este vehículo, aunque propulsadas por un motor Ford de 4 cilindros en línea y gasolina.

Tras el paréntesis de la II Guerra Mundial, durante la cual Jensen Motors fabricó hasta vehículos blindados, la compañía volvió al transporte civil concentrándose en los vehículos industriales ligeros.

El Jen-Tug tenía un curioso diseño de chasis que permitía extraer con
gran facilidad el motor de debajo de la cabina y por la parte posterior de
ésta. Obsérvese también la notablemente corta vía posterior
Al eliminar las vocales, la marca Jensen se transformó comercialmente en JNSN, siglas que destacaban en el frontal de la cabina, como rejilla de entrada de aire al radiador, idea que se atribuye a Alan Jensen. Era un frontal desmontable, para facilitar el acceso al motor del vehículo que además estaba fabricado ya entonces en fibra de vidrio, al igual que el techo de la cabina, buscando con ello una reducción adicional del peso muerto. 

Un mulo de carga

En 1947, Jensen introdujo un modelo que se popularizó con el nombre Jen-Tug, un vehículo que entonces se consideraba como un mulo de carga y que hoy quizá asimilaríamos a un pequeño tractor de planta. El éxito fue enorme, reportando a Jensen grandes beneficios, ya que la compañía fabricaba también para este vehículo una amplia gama de semirremolques. Los Jen-Tug tenían la peculiaridad de que la vía de sus ruedas posteriores era notablemente menor que la de las anteriores ─a semejanza del célebre Isetta de años después, aunque en éste las ruedas posteriores iban mucho más juntas─ con lo que ganaban en estabilidad frente a los camiones de tres ruedas que en aquella época ofrecían algunos de los competidores de Jensen.

El Jen-Tug tenía también un curioso diseño del chasis, que permitía extraer en muy poco tiempo el motor de debajo de la cabina, lo que facilitaba enormemente las reparaciones y el mantenimiento.


Jensen de 1946: motor Perkins P6, caja de cambios Moss de 5 marchas
Una de las características de los hermanos Jensen era la de estar dispuestos a asociarse con quien fuera ─a apuntarse a un bombardeo, diríamos ahora coloquialmente─ sólo con ánimo de incrementar su producción y sus ingresos, una política que practicaron profusamente no sólo en el campo de los turismos sino también de los vehículos industriales. Así, en 1958 llegaron a conseguir el permiso para fabricar, con licencia de la alemana Vidal und Sohn, la furgoneta Tempo que hacía ésta; eso sí, limitando la venta al Reino Unido y los países de la Commonwealth y preferentemente en carrocerías muy especializadas, siendo particularmente celebrada una a la que se dotó de una plataforma elevadora para facilitar la carga del vehículo, algo que en nuestros tiempos es de uso muy común en los camiones dedicados a la distribución.