lunes, 15 de enero de 2018

RECUERDOS DEL TRASTERO: ASÍ ME CARGUÉ EL PROYECTO VIRAGES I DE RENAULT VEHÍCULOS INDUSTRIALES

🔴 El prototipo de vehículo futurista del fabricante francés de camiones anduvo de feria en feria durante 10 años, pero los ingenieros franceses sabían que tenía un fallo gravísimo


El VE 10 fue el primer fruto del proyecto Virages de la entonces
Renault V.I., aún independiente del grupo sueco Volvo, y su cabina no

tenía puerta del lado del conductor
MADRID ─ En 1981 y con el apoyo financiero del gobierno francés, la entonces Renault Vehículos Industriales o Renault V.I. (hoy Renault Trucks y convertida en una compañía del grupo sueco Volvo AB) ponía en marcha un proyecto de investigación al que denominó VIRAGES, un acrónimo en francés de vehículo industrial de investigación para una mejor gestión de la energía y la seguridad, cuyo objetivo era estudiar a fondo los componentes y funciones del vehículo, así como optimizar las prestaciones en cuanto a consumo de energía, seguridad, protección del medio ambiente, etc. La primera etapa culminó con la presentación a los medios de un prototipo denominado VE10 en 1985... y yo me cargué aquella presentación.
Los periodistas habíamos sido convocados a uno de los centros industriales de Renault V.I. próximos a Lyon donde nos iba a ser presentado el referido VE 10, un laboratorio rodante precursor de los Optifuel Lab, Edit, etc., que la compañía ha lanzado en años recientes. Un vehículo el VE 10 que se sabía de antemano que jamás iba a comercializarse y que serviría sólo para probar en circunstancias reales, ciertas opciones técnicas que, a más o menos largo plazo, podrían aplicarse en los vehículos de serie.

Según los ingenieros de Renault V.I., los principales resultados obtenidos en el VE10 habían sido una reducción del consumo del 10 por ciento al 30 por ciento, según el tipo de recorrido, la velocidad y la carga transportada, gracias a las mejoras aerodinámicas y de rendimiento de la mecánica; asimismo, se logró mayor seguridad mediante los perfeccionamientos aportados en los sistemas de frenos (ABR y ASR), la visibilidad y el comportamiento del vehículo durante la marcha.

También en este último plano, el de la seguridad, se nos insistió mucho a los informadores en el detalle de que a la cabina del VE 10 se accedía exclusivamente por el lado derecho, para así eludir el riesgo de atropello del conductor por otros vehículos que circulasen por la izquierda de éste en uno u otro sentido, ya que en los países con en que se circulaba por la derecha, la única puerta daba al lado de la acera o de la cuneta.

Y surgió un malvado periodista español

Y llegó el turno de preguntas -entonces, los periodistas aún hacíamos preguntas- y un servidor levantó la mano y dijo algo así como:

A un servidor le llama mucho la atención ese detalle de que la única puerta para subir y bajar de la cabina esté en el lado derecho de ésta, detalle que se nos ha insistido en que supone un notable avance en seguridad. Y es que yo me pregunto: ¿qué pasa si por desgracia uno de estos vehículos sufre un accidente, vuelca y queda recostado precisamente por su lado derecho?. ¿Cómo puede salir el conductor de la cabina o ser sacado de ella por otras personas o por los propios servicios médicos que puedan llegar en una ambulancia al lugar del siniestro?. ¡Peor aún: imaginemos que el vehículo se incendia!.

Una de las características más llamativas del Renault VE 10 era que
sólo disponía de una puerta de acceso a la cabina, en el lado
contrario al puesto de conducción
El pobre ingeniero no entró en situación de pánico porque seguramente lo que habría deseado en ese momento era precisamente que en el edificio donde nos encontrábamos hubieran saltado las alarmas de incendio y hubiéramos sido evacuados todos con urgencia. Seguramente, aquel ingeniero ya no se acordará de mí, ni de la situación, pero yo sí recuerdo cómo, tras enmudecer durante unos segundos, todo azorado balbuceó algo así como: ... Pues no sé... Pienso que el conductor siempre podría golpear el parabrisas con un paraguas... o con uno de sus zapatos para intentar romperlo...

Bien, aunque una de las primeras cosas que se nos dijeron en la presentación del VE 10 fue que no se pretendía que el VE 10 fuera un instrumento de comunicación publicitaria, lo cierto es que el prototipo, con su cabina de una sola puerta estuvo recorriendo todos los salones y las ferias europeas durante 10 años, hasta que, en 1995, Renault V.I. lanzó el segundo fruto de su proyecto Virages, el VE 20, que recogía y profundizaba en las líneas de estudio y evolución que había abierto su precursor, el VE10, sobre todo para el perfeccionamiento de la seguridad y rentabilidad del transporte. A partir de ese momento, el Virages VE 10 empezaría a ser denominado también Virages I, y el VE 20, Virages II.

No es fácil encontrar fotografías de los Virages VE 20 en
que se vea el lado del conductor y su puerta de acceso
Según los ingenieros del fabricante francés, el VE 20 aportaba, además, una rigidez en flexión y torsión del chasis muy superior a la de los valores convencionales de aquellos años, elevando la resistencia al vuelco y mejorando el confort del conductor al reducir las vibraciones. Asimismo, incrementaba la fiabilidad de la mecánica y la capacidad de sobrecarga del vehículo.

En el VE 20 se introducía un sistema revolucionario de anclaje al bastidor de los elementos suspendidos, con un aligeramiento de la tara, gracias a la adopción de largueros de aluminio curvos. En el interior de la cabina del VE 20, el piso era totalmente plano, lo que permitía al conductor pudiendo circular erguido... ¡Ah!, y el acceso a la cabina se efectuaba por dos puertas de cierre hidráulico, una a cada lado del vehículo, que daban a un estribo de 5 peldaños.