martes, 7 de junio de 2016

¿DESINFORMACIÓN, DESPISTE, FALTA DE DOMINIO DEL FRANCÉS, NULO CONTRASTE DE LA INFORMACIÓN... O QUÉ?

😈 El modelo que finalmente hará el grupo PSA en Vigo a partir de 2018 es un hermano algo menor del actual crossover 2008



Un Peugeot 2008 saliendo de la planta que el grupo
francés tiene en Puerto Real (Brasil). En la actualidad,
este crossover se construye también en Mulhouse
(Francia) y Wuhan (China)
MADRID ─ Ni un pequeño modelo del segmento A, ni la siguiente generación de las berlinas Citroen C-Elysee y Peugeot 301, ni el futuro sustituto del 208, por que lo que el grupo PSA hará finalmente en Vigo en 2019 será una versión más compacta de su actual modelo 2008. Ciertamente, desde un punto de vista fonético, para alguien poco familiarizado con el francés, es admisible una confusión entre deux cent huit (208) y ving cent huit (2008), la alternativa frecuentemente utilizada para deux mille huit. Se trata sólo de un cero más, aunque en un lugar muy significativo, pero la verdad es que ese cero ha puesto en evidencia que algo va bastante mal en la comunicación española y que quizá sea esa la nota que nos merezcamos los periodistas españoles.

Tras haberse manejado en las semanas previas a la visita de Carlos Tavares, presidente director general del grupo PSA, a las fábricas que dicho grupo tiene en la Península Ibérica que, aparte del ya adjudicado modelo K9, que vendrá a reemplazar a los actuales Citroën Berlingo y Peugeot Partner, a la planta gallega se le podía también adjudicar la construcción de un nuevo modelo que con el transcurrir de los días fue recorriendo la variopinta lista de modelos enumerados en el párrafo anterior, diversos medios divulgaron que en su entrevista con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, Tavares había aclarado que el futuro modelo, conocido en clave como P24, sería una versión algo más compacta que el actual crossover 2008 de Peugeot.

Otros medios, mantenían que Tavares no había querido dar datos concretos sobre qué modelo iba a ser asignado también a Vigo, alegando que era aún demasiado pronto, cosa que en una entrevista con el presidente de la Xunta cuesta bastante creer. Recordemos cuando Fernando Alonso ya había decidido dejar la escudería Ferrari, y el Rey Juan Carlos le preguntó que a dónde pensaba ir y Alonso no tuvo el valor para negarle la respuesta a su majestad, diciéndole que a McLaren, cosa que a nuestro rey emérito le faltó tiempo para divulgar a los cuatro vientos en cuanto salió de hablar con el piloto español.

¿Se produjo en esa charla entre Tavares y Núñez Feijóo la confusión fonética que indujo a muchos medios a informar de que el P24 era el 208, denominación por otra parte más familiar al público en general que la de 2008?. ¿Manejó Tavares intencionadamente el término familia 208, considerando que el 2008 es un miembro más de esa familia para no desvelar el modelo concreto que iba a asignarse a Vigo?

Puede ser, pero lo que también pone de manifiesto esa confusión modelística es que los periodistas españoles no contrastamos debidamente la información, corriendo a publicar enseguida lo último que nos han contado, sin más... ¿No contrastamos o no tenemos con quién contrastar?.

Esa es una pregunta que también merece consideración. Para quienes llevamos unas cuantas décadas en el ejercicio de la profesión informativa relacionada con la industria del automóvil es un hecho indiscutible que se ha ido produciendo en ese tiempo un importante deterioro de la categoría empresarial de quienes deben ser nuestros interlocutores. En cuanto se pregunta algo sólo ligeramente crítico, nuestro interlocutor se pone nervioso ─no porque lo sepa y tenga miedo de desvelarlo, sino porque simplemente teme que traslada la pregunta a su inmediato superior, éste pueda molestarse y poner a su acólito una mala nota─ y enseguida nos dice que eso debemos plantearlo a la sede central de la compañía, en Francia, en Alemania o donde corresponda en cada caso.

En fin, que, por un motivo o por otro, en este asunto del modelo que PSA fabricará en Vigo a partir de finales de 2018 o en 2019 ─ya ni eso se sabe con seguridad─ los periodistas españoles del motor hemos dado un espectáculo patético.