lunes, 23 de diciembre de 2019

UNA BREVE APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE LOS CAMIONES MARMON

🔸 Hechos a mano y con piezas de gran calidad, recibieron el sobrenombre de los Rolls-Royce o los Cadillac de los camiones


Este es el último Marmon fabricado y fue entregado a su propietario el
5 de febrero de 1997; llevaba un motor Detroit Diesel con 470 caballos
MADRID ─ Ayer publiqué en el grupo de Facebook Amigos de los Camiones Clásicos la fotografía de un impresionante camión Marmon y otro miembro del grupo me comentó poco después que era la primera vez que oía hablar de esa marca, con lo cual y dado que estamos en fechas navideñas, pensé que podía ser una buena oportunidad de recomendar a mis lectores algún libro dedicado a la historia de esta marca estadounidense, publicando un comentario sobre dicho libro en la sección de ÍNDICE BIBLIOGRÁFICO de aquel grupo y de esta web-blog. Pero, para mi desesperación, aún no he sido capaz de dar con uno y la cosa no tiene buena pinta, pero en esa búsqueda he dado con una historia interesante de esta marca, la relativa al último camión que fabricó.

Por descontado, si hay libros que hablan de los camiones Marmon, pero no están dedicados exclusivamente a ellos, sino que se trata de libros de tipo general que hacen referencia indirecta a estos camiones dedicándoles algún capítulo o algunas páginas. Pero eso no es lo que yo busco.

Quizá el problema venga de la relativamente corta existencia de los camiones Marmon, aunque alguien puede quedar un tanto extrañado leyendo esta última afirmación, pues en Wikipedia hablan de que el origen de Marmon se remonta nada menos que a 1851. En las líneas que siguen, vamos a tratar de aclarar un poco todo esto.

Lo que nació en 1851, en Indianápolis (Indiana), fue la compañía Marmon Motor Car, fundada por Howard Carpenter Marmon y propiedad de otra compañía denominada Nordyke Marmon. Marmon Motor Car se dedicó a la construcción de coches con la marca Marmon en lo que había sido una antigua fábrica de los coches Duesenberg, hasta que, en 1933, Marmon Motor Car desapareció, cediendo el relevo a Marmon-Herrington, una compañía creada a con la colaboración del coronel Arthur Herrington, un ingeniero especializado en vehículos con tracción a las cuatro ruedas.

Camiones con tracción a todas las ruedas

Marmon-Herrington construyó camiones con la denominación Marmon-Ford que llevaban precisamente tracción a las cuatro ruedas ─en realidad, a las seis ruedas, pues muchos de ellos ya llevaban ruedas gemelas en el eje posterior─ y en los primeros años 60, Marmon-Herrington fue adquirida por la familia Pritzker, que creó con ella y otras empresas de su propiedad, el grupo Marmon.

Un Marmon COE de 1970. Los camiones Marmon de cabina avanzada
fueron muy bien recibidos en el mercado estadounidense
Pero los vehículos que a nosotros nos interesas, los que podríamos denominar Marmon por excelencia, no se empiezan a construir hasta 1963, cuando Marmon-Herrington deja de producir camiones y aparece en escena una nueva compañía denominada sólo Marmon Motor, sin el Car de la primitiva Marmon Motor Car, que compra y revive la marca Marmon, sacando al mercado modelos de camión basados en los diseños que había hecho Marmon-Herrington.

Desgraciadamente, en 1964 sólo se construyeron ocho unidades y de nuevo los activos de Marmon Motor tuvieron que ser vendidos, esta vez a la corporación Space, que trasladó la producción a su fábrica de Garland (Texas). 

Un hito destacado de la historia de los camiones Marmon se produjo en 1973 con la introducción de un modelo convencional (cabina con morro) para mejorar la oferta de productos existente. Otro hito notable fue el rediseño en 1981 de los modelos de cabina avanzada (COE) que ofrecía Marmon, lo que provocó que las ventas se dispararan a más de 900 camiones por año. Sin embargo, en los años siguientes, las ventas descendieron de manera muy notable, quedando en alrededor de 370 camiones por año que, en gran medida por la caída de las exportaciones.

Integración con International

En 1995, los camiones COE habían caído en desgracia y los de cabina con morro (convencionales) constituían la mayor parte de la producción de Marmon; sin embargo, las ventas continuaban resintiéndose. International Harvester alquiló a Marmon dos de las tres cadenas de montaje que había en la fábrica de Garland para construir sus propios vehículos, y, en 1997, la corporación Space decidió alquilar también a International la tercera cadena de montaje, terminando por integrarse todo ello en la división Paystar de International.

Esta es la fotografía de un Marmon que dio origen a este artículo
Los historiadores creen que el fracaso de Marmon se debió al exceso de fabricantes de camiones que entonces había en Estados Unidos y a la falta de una adecuada red de ventas. También hay que considerar como factores determinantes del hundimiento de la marca el hecho de que los camiones Marmon se hacían a mano y su volumen de producción era muy bajo, lo que encarecía enormemente el producto. Tener un camión hecho a mano y ensamblado con piezas de gran calidad desde luego imprime carácter, pero ineludiblemente termina por afectar en exceso al bolsillo.

En febrero de 1997, salía de la cadena de montaje de Garland el último camión Marmon, que el día 5 de ese mismo mes era entregado a Ken y Carol Matuszak de Green Bay (Wisconsin), se trataba de un modelo 125 DHR, con una distancia entre ejes de  tiene el número de identificación del vehículo 1000080 y se encuentra en una distancia entre ejes de 6,35 metros. Iba propulsado por un motor Detroit Diesel de la serie 60, con una potencia de 470 caballos. La caja de cambios era una Rockwell de 10 velocidades, los ejes traseros Rockwell 3.73 y la suspensión una Hendrickson 40 LH.

Muchos camiones Marmon todavía están en servicio. Puede que no fuesen los más conocidos pero para muchos fueron los mejores, hasta el punto de que se granjearon el sobrenombre de los Rolls-Royce o los Cadillac de los camiones.