domingo, 8 de diciembre de 2019

MÁS CAMIONES DE DOS MOTORES: EL FORD MERRY-NEVILLE DE 1940

🔸 Tenía un sólo acelerador y un solo embrague para manejar ambos motores pero... ¡llevaba dos palancas de cambios!


El vehículo bimotor fabricado por Merry-Neville se ofrecía al cliente con
un semirremolque de tres o cuatro ejes hecho por la misma compañía
MADRID ─ En semanas recientes hemos venido repasando algunos de los camiones con dos motores que se construyeron casi en paralelo con la Segunda Guerra Mundial y que, en contra de lo que uno pudiera pensar a primera vista, parece que no fueron tan excepcionales, aunque hoy los recordemos como hitos inscritos en la mitología del camión. En efecto y aunque no abunden los datos e imágenes de tan curiosos vehículos fueron unas cuantas las compañías que los construyeron, tomando mayormente como base los camiones COE (cabina sobre el motor o cabina avanzada) fabricados por Ford y propulsados por motores Mercury de que se disponía en aquellos años. Así, entre esos constructores se puede citar a los que dieron a luz modelos con las marcas Grico, Thorco, Eisenhauer Freighter (éste con motores Chevrolet), E & L Transport, Spangler y Merry-Neville. A este último vamos a dedicar el presente artículo.

Aunque visto desde nuestro tiempo pueda parecer absurdo construir un camión con dos motores, como ya hemos señalado en artículos previos, hay que tener en cuenta, en primer lugar, el momento histórico en que se construyeron tales vehículos: un conflicto bélico a escala mundial, con todo lo que ello conlleva. Y, en segundo lugar, que, por entonces, aunque ya se fabricaban motores Diesel grandes y potentes como los de la serie 71 de Detroit-GMC y la serie H de Cummins, eran motores nuevos y poco experimentados por no hablar de caros y escasos.

En resumen, no idóneos para sacar adelante lo que entonces estaba en juego: nada menos que la victoria en aquel conflicto bélico. Sin embargo, sí se disponía de motores de turismos baratos, abundantes y fiables, y que, instalándolos a pares, daban la potencia suficiente para prestar servicios de transporte pesado.

Otra vez el Ford COE como base

Así, en el caso que hoy nos ocupa y como habían hecho otros de los fabricantes de camiones bimotores, los ingenieros de la compañía estadounidense Merry-Neville Manufacturing, con sedes en Delphos (Ohio) y Birmingham (Michigan), cogieron un Ford COE de serie y, tras la adecuada modificación de su cabina, le instalaron dos motores Mercury de 8 cilindros en V con una cilindrada de 3.917 centímetros cúbicos y que daban una potencia de 95 caballos cada uno.


La fotografía demuestra que se mantuvieron las dos
palancas de cambios pero no deja claro si las mismas
eran independientes entre sí o iban unidas de alguna
manera para facilitar el engranaje al unísono de la misma
,archa en las dos cajas de cambios
Naturalmente, cada motor llevaba sus correspondientes caja de cambios y árbol de transmisión, uno a cada uno de los dos ejes posteriores de la tractora. Los dos motores podían funcionar juntos o por separado (sólo uno, pero pudiendo seleccionar cuál de ellos), controlándose la aceleración, el embrague y el freno mediante un solo pedal.

Menos claro queda cómo seleccionaba el conductor la marcha que quería engranar, pues aunque se mantuvieron las dos palancas de cambios, una fotografía muestra que las dos palancas iban muy juntas, hasta el punto de que quizá estuvieran enlazadas entre sí de alguna manera.

La promoción que hacía Merry-Neville de su conjunto articulado destacaba que los dos ejes traseros del tractor y los cuatro ejes igualmente espaciados del semirremolque iban provistos de un sistema de suspensión por ballestas que tenía un efecto compensador para asegurar un transporte nivelado de la carga útil, una distribución equitativa del peso en todas las ruedas y un contacto adecuado de la rueda en condiciones variables de carretera y carga.

Además, el fabricante aseguraba que la flexibilidad lateral de las ballestas del semirremolque junto con el uso de barras de torsión centrales para acoplar cada eje del semirremolque al que le precede hacía que las ruedas y los ejes del remolque se ajustasen mejor a las curvas.

Un vehículo concebido para usos civiles

Aunque hemos indicado en párrafos previos que estos camiones bimotores surgieron para cubrir unas necesidades de transporte derivadas de un conflicto bélico, lo cierto es que en el número de octubre de 1940 de la revista estadounidense Commercial Car Journal, se anuncia el lanzamiento al mercado de estos vehículos como un conjunto articulado para transporte pesado dirigido a las explotaciones forestales de la parte occidental de Estados Unidos, las grandes compañías lecheras, los transportistas de petróleo, cemento, larga distancia y construcción de carreteras.


Sobre el faro izquierdo (a la derecha en la fotografía) una placa dejaba
claro que el vehículo era un Ford transformado por Merry-Neville
Según el fabricante, estos conjuntos articulados eliminaban en gran medida la necesidad de convoyes de camiones, ya que se podían operar legalmente con cargas de hasta 30 toneladas en aquellos estados que regulan el peso bruto por peso por eje.

Los semirremolques habían sido diseñados por Edward C. Merry, presidente de Merry-Neville, y los había de tres y cuatro ejes, con un eje direccional arrastrado para mejorar la maniobrabilidad del conjunto.

Se ignora cuántos vehículos de este tipo fueron construidos por Merry-Neville.

Como ya hemos subrayado en artículos previos sobre la misma temática, una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, los avances conseguidos en el campo de los motores Diesel hicieron perder el interés por los camiones con dos motores, los cuales terminaron cayendo en el olvido.