🔸 Si la tasa de reemplazo no comienza a aumentar, la mayor parte de estos profesionales habrá dejado la profesión en el plazo de 10 a 15 años
Jorge Pena Izquierdo, autor del libro Entendiendo la brecha entre oferta
y demanda de conductores de camión en España
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Como mi vida profesional se ha dedicado a partes iguales al periodismo y a la formación, me resisto a callarme y quiero mostrar que el problema de la escasez de conductores que padece el mundo occidental no es sólo una cuestión de salario y tampoco algo privativo del transporte español sino un asunto mucho más complejo.
Por eso y aprovechando un avance del libro Entendiendo la brecha entre oferta y demanda de conductores de camión en España, escrito por Jorge Pena Izquierdo, voy a dedicar algunos artículos a profundizar en el problema. El libro mencionado ha sido galardonado con el IX Premio José María Huch, saldrá a la calle en las primeras semanas de 2020 por lo que los interesados en hacerse con él para ampliar su visión del problema deberán estar al tanto de los comunicados que se publiquen en la web de la Fundación Corell, que es quien va a editarlo.
Un problema a escala mundial
Yossi Sheffi, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), situaba en 2015 la escasez de conductores de camión en EEUU entre 35.000 y 40.000 |
El libro de Jorge Pena Izquierdo pone de manifiesto que el problema de la escasez de conductores de vehículos industriales afecta a los países más desarrollados y no es nuevo. En efecto, la escasez de camioneros ha perjudicado a la industria del transporte durante mucho tiempo. Por ejemplo, en 1998, la American Trucking Association (ATA) ya encargó un estudio sobre el problema. En un segundo estudio de la misma ATA realizado en 2005 se hacía un intento de realizar estimaciones de la escasez de camioneros. Estimaciones realizadas en 2015 por Yossi Sheffi, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts, el célebre MIT, donde es director del Centro para el Transporte y la Logística. situaban entonces la escasez de camioneros en EEUU, en alrededor de 35.000 o 40.000.
Quien escribe estas líneas, puede añadir que un empresario estadounidense amigo, que prefiere permanecer en el anonimato, reconoce que para pilotar los camiones que usan sus empresas ha tenido que terminar recurriendo a mejicanos, ucranianos y chinos, ante la falta de profesionales estadounidenses y que, entre estos últimos se aprecia un envejecimiento notable de los que aún ejercen la profesión.
Según se indica en el libro a que nos referimos, un estudio del Comité de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo realizado en 2008 concluyó que en ese año la Unión Europea (UE) necesitaba 74.480 conductores de camiones más de los que tenía, dándose la mayor escasez en la República Checa, los Países Bajos, España y Portugal. En la actualidad, parece que es en Alemania y el Reino Unido donde tienen los problemas más serios entre los estados miembros de la UE y las predicciones no son buenas. Se estima que en los próximos 10 a 15 años alrededor del 40 por ciento de los camioneros alemanes se jubilarán, lo que creará un déficit de 150,000 conductores (Richard Weiss, 2013).
El perfil demográfico de los conductores
Tampoco se ha producido en España un reemplazo suficiente por edad durante los últimos 10 años. Los conductores jóvenes que llegan no bastan para reemplazar a los que van jubilándose, lo que está envejeciendo progresivamente la población, siendo actualmente la edad media de más de 47 años, y teniendo la mayor parte de los conductores más de 40 años. El mayor problema es que, si la tasa de reemplazo no comienza a aumentar, en 10 a 15 años la mayor parte de profesionales habrán dejado la profesión.
Las autoridades están hablando de la posibilidad de que pueda obtenerse el carnet de clase D con sólo 18 años para rejuvenecer la profesión |
Otra dimensión demográfica analizada en el libro de Jorge Pena Izquierdo ha sido el nivel educativo medio, observándose que éste es bajo en la mayoría de los conductores (educación primaria o menor), sin que en los últimos años se perciba una tendencia a mejor.
El coste hundido de entrar en la profesión, entendiendo como tal la suma de los costes en los que ya se ha incurrido y que no se podrán recuperar en el futuro, como es el caso del tiempo empleado, el dinero u otros recursos que se invirtieron para llegar a ser conductor de camión, es muy elevado debido a los costes de obtención de los permisos necesarios. En efecto, sólo el coste medio de obtención del carnet de conducir de la clase D está por encima de los 5.000 euros, lo que constituye una importantísima barrera para la entrada en la profesión de conductores jóvenes. Además, la edad mínima para obtener dicho carnet, establecida en 21 años, no ayuda a solucionar el problema. La combinación de ambas barreras impide atraer perfiles jóvenes, con motivación por la profesión.
Continuará...
Los interesados en leer el segundo capítulo de esta serie pueden acceder a én en este enlace