miércoles, 13 de diciembre de 2017

SCANIA RECURRE LA SANCIÓN IMPUESTA POR LA COMISIÓN EUROPEA

El organismo impuso al fabricante sueco de vehículos industriales una multa de más de 880 millones de euros en septiembre último por haber infringido normas de libre competencia


MADRID ─ Scania, el fabricante sueco de vehículos industriales perteneciente al grupo alemán Volkswagen, ha presentado un recurso ante el Tribunal General de la Unión Europea (UE) contra la sanción de más de 880 millones de euros que la Comisión Europea (CE) le impuso el 27 de septiembre de este mismo año, por haber participado supuestamente en intercambios de información inapropiados y confabulación con otros fabricantes europeos de camiones en relación con la fijación de precios y la introducción de tecnologías de emisiones durante el período de 1997-2011.

En la apelación, Scania, que asegura haber cooperado en todo momento con la CE,  proporcionando toda la información y explicaciones solicitadas en el transcurso de la investigación, impugna los hallazgos y alegaciones formuladas en la decisión de la CE y afirma que en ningún momento ha establecido acuerdo paneuropeo alguno con otros fabricantes con respecto a los precios. Además, la compañía niega haber retrasado la introducción de nuevos motores que cumplan con la legislación de la UE sobre emisiones contaminantes.

A mediados de julio de 2016, Margrethe Vestager, comisaria europea para la Competencia anunciaba la sanción final de 2.930 millones de euros impuesta por la CE a cuatro fabricantes europeos de vehículos industriales. Una multa que en realidad era de 3.256 millones, pero que se ha quedado reducida a esos 2.930 porque la CE aplica un descuento del 10 por ciento a los multados si éstos aceptan no recurrir la sanción.

El asunto viene de muy lejos ─de 1997, según la CE, que asegura que las prácticas de cártel duraron 14 años─ y en esta web-blog hemos dado cumplida cuenta de sus detalles en comentarios precedentes. Descubierto inicialmente en el Reino Unido, sus dimensiones superaron rápidamente a las autoridades británicas, que lo transfirieron a sus colegas comunitarios.

Básicamente, se supone que para resarcirse de las elevadas inversiones que habían tenido que realizar para adecuar los motores de sus vehículos a las distintas fases de la normativa Euro X ─la primera fase Euro 1, data de 1993 y en 2014 se introdujo la normativa Euro 6─ los fabricantes decidieron ponerse de acuerdo en los precios que pedían por sus vehículos, evitando entrar en guerras de precios que habrían mermado notablemente sus ingresos, y también fijar las fechas de introducción de los vehículos conformes a los distintos estadios de la normativa Euro X sobre control de emisiones contaminantes.

Tras un largo proceso de investigación, la CE ha anunciado 1.009 millones de euros de sanción para Daimler Trucks (Mercedes-Benz), 726 millones para DAF Trucks, una compañía del grupo estadounidense Paccar ─el cual había hecho semanas atrás una provisión de 850 millones para cubrir posibles penalizaciones por este asunto─ 670 millones para Volvo/Renault ─recuérdese que el constructor francés Renault Trucks, pertenece al grupo suevo Volvo AB─ y 495 millones para Iveco, hoy integrada en el grupo CNH Industrial.


La CE también había abierto expediente a MAN, una compañía del grupo Volkswagen Truck & Bus, y a Scania, el constructor sueco igualmente propiedad de Volkswagen. MAN no fue sancionada, por haber sido la compañía que denunció ante la CE las prácticas anti libre competencia, pero fuentes de la CE aseguraron en aquel momento a Bloomberg que, de haber sido multada, MAN podría haber alcanzado una sanción de 1.200 millones de euros. Y Scania no aceptó la decisión sancionadora de la CE, anunciando que recurriría la misma, como acaba de hacer, con lo cual, si, al final pierde el proceso, no podrá beneficiarse del 10 por ciento de descuento comentado en párrafos previos.


¿Ganando tiempo?

La actitud de Scania plantea preguntas muy interesantes como, por ejemplo, ¿fue capaz el constructor sueco de mantener su dignidad comercial durante los 14 largos años en que sus competidores estaban poniéndose de acuerdo para fijar precios y evitar la libre competencia?; ¿estaba Scania tratando de ganar tiempo para no cargar a su casa madre, la alemana Volkswagen, con una cuantiosa sanción precisamente en un momento en que las cuentas del grupo de Wolfsburg se habían visto muy perjudicadas por la multa que les habían impuesto las autoridades estadounidenses, las indemnizaciones al estado de California y otras que pudieran derivarse de las denuncias que están interponiendo e interpondrán los gobiernos otros estados por el asunto del fraude en las emisiones contaminantes de los turismos del grupo Volkswagen?.


La sanción impuesta por la CE a los fabricantes de camiones mencionados estableció un nuevo récord, al duplicar holgadamente la que hasta aquel momento encabezaba el lamentable ránking, que era de 1.700 millones de euros a varios bancos por la manipulación de los índices líbor y euríbor, una multa que a su vez destronó a otra de 1.400 millones de euros 
impuesta anteriormente por prácticas de cártel (fijación de precios) entre fabricantes de pantallas de televisión y monitores para ordenadores. No obstante y dado que durante un tiempo se especuló con que el total de la multa podría llegar a alcanzar 4.000 millones de euros, da la sensación de que la CE se había ablandado un poco en el último momento.

En cuanto a Volvo/Renault, el grupo sueco había aprovisionado inicialmente 400 millones de euros en 2014, una cantidad que hace algunas semanas amplió en 250 millones, con cargo a la contabilidad del segundo trimestre del presente ejercicio. En total, 650 millones que no llegan para cubrir los 670 millones a que ha ascendido finalmente su sanción. Por ese motivo, el grupo sueco tuvo que cargar otros 20 millones de euros en la contabilidad del tercer trimestre de 2016.