domingo, 16 de septiembre de 2018

RECUERDOS DEL TRASTERO: A FUERZA DE USARLOS, EL SCANIA 113

🔴 Con ese vehículo se inauguraba una sección que entraba en un terreno tradicionalmente tabú para la prensa de vehículos industriales: su posventa



Scania 113 M795 LTA (FUENTE: Flickr)
MADRID ─ En la primavera de 1996, el director de una revista muy conocida del sector del transporte de mercancías me llamó para plantearme que la revista en cuestión tenía desde hacía tiempo un suplemento de camiones de ocasión que se limitaba a incluir la fotografía del vehículo, el precio y poco más. Como el suplemento había adquirido con el paso del tiempo unas dimensiones respetables, mi interlocutor había pensado que podía dársele un nuevo impulso dotándolo de un contenido de texto sobre los distintos aspectos de la posventa de los vehículos industriales y que había pensado en mí para llevar adelante ese proyecto.

A sabiendas de que aquello podía acarrearme el rechazo de algunos fabricantes de vehículos industriales si no de todos pues iba a ser necesario adentrarse en un terreno que tradicionalmente había estado vetado a los medios de comunicación, que era qué pasaba a los vehículos una vez que eran entregados a los transportistas, como a mí siempre me ha gustado jugar con pólvora, acepté el reto y me puse manos a la obra a toda velocidad.

Y una de las secciones que se me ocurrió para dotar de contenido redaccional al suplemento de que hablamos debía informar al lector sobre cuáles eran los fallos y averías más habituales que tenían los diferentes modelos de las distintas marcas. Y pensé que un buen título para aquella sección podía ser A FUERZA DE USARLOS.

Enseguida descubrí que dar contenido a semejante sección era mucho más difícil de lo que yo había supuesto a primera vista pues no era sencillo encontrar flotistas, ni grandes ni pequeños, ni siquiera muy pequeños, que estuvieran dispuestos a confesar las averías que habían sufrido sus camiones. Es más, eran capaces de mentir descaradamente cuando se les planteaban ciertas preguntas. Al hilo de esto último, diré que la elaboración de los artículos mensuales de esta sección me permitió ratificar algo que yo ya había detectado mucho antes: que uno de los clientes más marquistas es el de Mercedes-Benz. Cuesta lo indecible que reconozcan que también fallan los camiones de ese fabricante alemán.

Un cuestionario de 66 preguntas

Afortunadamente, unos años antes, yo había participado llevando la parte española de un estudio paneuropeo organizado por Markinetics Inc., una empresa de marketing con sede en Maryland, por encargo de una firma muy destacada de otro campo de la industria del motor, firma ésta que no viene a cuento desvelar. Durante ese estudio tuve ocasión de aprender como hacer una pregunta y, poco después, la misma pregunta redactada de forma distinta para pillar en contradicción al entrevistado.

De esta manera, no mucho tiempo después de la publicación de la primera entrega de la serie A FUERZA DE USARLOS, yo contaba ya con un cuestionario de 66 preguntas para tener una información aceptable sobre el comportamiento de un camión después de haberlo comprado.

Un Scania 113M (FUENTE: Flickr)
La dificultad seguía siendo encontrar quién estuviera dispuesto a enfrentarse a semejante interrogatorio. Tengo que admitir que en las primeras entregas fue necesario recurrir a transportistas extranjeros, a los que entrevistaba por teléfono o aprovechando algún viaje a alguna presentación, ya que muchos de los candidatos españoles se negaban a participar en esas encuestas sólo por temor a que, aunque se les garantizaba un anonimato absoluto, llegase a oídos de la marca que él había contribuido a la redacción de alguna entrega de la sección A FUERZA DE USARLOS y hubiera represalias por parte de la correspondiente marca, aunque la represalia fuera una simple conversación con el director comercial o el vendedor de la misma.

También era muy problemático encontrar suficiente volumen de unidades de un modelo en un mismo transportista.

En fin que, como tantas veces me ha ocurrido a lo largo de la vida, me metí en un fregado con el que perdía dinero.

La primera entrega de la serie A FUERZA DE USARLOS la dediqué al Scania 113, entrega que el lector podrá leer al final de esta larga introducción. Al poco de publicarse, sonó mi teléfono y, tras descolgar, dije: ¡Dígame!. Una voz femenina me respondió: ¡Jorge, eres un hdp!. Era la voz de la persona que entonces llevaba la comunicacion en Scania Hispania.

Cada entrega que se fue publicando posteriormente fue seguida de llamadas similares de la marca afectada. No tan expeditivas en cuanto a la calificación de mi creadora, pero siempre en términos de reprobación por haberme adentrado en el sagrado territorio de la posventa.

También recibí palabras de ánimo ─no muchas, desde luego─ por parte de los transportistas. Se me vienen ahora a la memoria las de uno ─no recuerdo su nombre, pero aunque lo recordara tampoco lo haría público─ con el que coincidí en una cena en Murcia y que me aseguró que era un ferviente seguidor de la sección A FUERZA DE USARLOS y que tenía todas las entregas que hasta entonces se habían publicado, ya que él contaba con una flotilla de cinco camiones, todos ellos adquiridos de ocasión, y que mis comentarios le habían sido muy útiles y, sobre todo, le podrían ser mucho más útiles en el futuro.

Como digo, la sección A FUERZA DE USARLOS fue acogida con división de opiniones... Aquella división de opiniones a que se refirió el matador Rafael Gómez Ortega, El Gallo, cuando alguien le preguntó sobre el balance de una corrida en la que acababa de torear: Unos en mi madre y otros en mi padre.

Scania 113 M380 FUENTE: Flickr)
Como el lector ya habrá deducido, la esperanza de vida de aquella sección era muy corta: sólo se publicaron 13 entregas. Un buen día, me llamó el director de la publicación, el mismo que me había propuesto que diera contenido redaccional a un suplemento de camiones usados que su empresa publicaba y me dijo que suspendiera durante un tiempo la publicación de aquellos artículos pues Juan Cunill, a la sazón gerente de la filial española de Renault V.I. le había hecho saber que su compañía no podía insertar publicidad en una revista que criticaba los camiones que aquélla fabricaba. Mi respuesta fue contundente: Tranquilo, la serie queda suspendida para siempre jamás desde este mismo momento. Y desde aquel instante yo dejé de escribir para aquel medio.

Y también en este punto doy fin a los comentarios y lamentaciones sobre la sección A FUERZA DE USARLOS, recuperando la primera entrega de la misma para que el lector interesado pueda ver su contenido. En éste, se aprecian carencias propias de la premura con que se preparó, carencias de las que yo soy el principal culpable por haber subestimado la dificultad de llevar adelante una sección sobre la temática de la posventa en el vehículo industrial.

Es importante subrayar que ninguno de los transportistas a los que pertenecen los vehículos recogidos en las fotografías que ilustran este post participó en las encuestas realizadas para escribir la primera entrega de la sección A FUERZA DE USARLOS.

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A FUERZA DE USARLOS: Scania 113 


Los fallos más frecuentes:

- Desgaste excesivo de frenos y neumáticos delanteros en las unidades con suspensión neumática.

- Calefactores nocturnos de cabina.

Iniciamos en este número de la revista XXXXXX, una sección con la que pretendemos analizar distintos modelos de vehículos industriales después de varios años de uso, en base a la experiencia de algunos de sus propietarios, destacando especialmente sus puntos débiles, al objeto de que el transportista que quiera adquirir un camión usado, tenga una referencia de cuáles son los puntos que le conviene revisar antes de efectuar la compra o, por lo menos, esté sobre aviso de por dónde le pueden venir los sustos.

Scania 113M (FUENTE: Flickr)
La verdad es que los transportistas consultados, en esta ocasión a toda prisa, hacen una valoración global muy positiva de los Scania 113, siendo frecuentes los cuentakilómetros que rondan los 700.000 sin que haya habido que abrir el motor. No obstante, a fuerza de usarlos, terminan por salir a la luz algunos que otros problemas; por ejemplo, en las tractoras de 3 ejes 6X2, hay dos generaciones de transmisión al eje motor y la más antigua cuenta con un árbol que forma un ángulo demasiado forzado, por la proximidad de ese eje a la salida del cambio, con lo que en algunas ocasiones rompen la junta cardan. Los transportistas que han tenido ese problema dicen  que la solución consiste en usar una grasa de muy alta calidad para esa junta. En la segunda generación de ejes, el ángulo que forma el árbol de transmisión es mucho más suave y no se plantean estos inconvenientes.

A fuerza de usarlos, algunos vehículos con motor de 380 CV han presentado problemas en los retenes de aceite de la caja de cambios y del diferencial, concretamente por donde ataca el árbol de la transmisión. También en estos modelos se ha detectado algún problema con los tubos de escape, que a veces rompen antes de un año. Los conductores de los 113 aseguran que éstos tienen una dirección muy sensible al equilibrado de las ruedas, de manera que el "simmy" se presenta con mucha facilidad, incluso tras una mera rotación de cubiertas.

El peso de la robustez

La robustez de los Scania tiene la contrapartida de una tara más alta que la de sus competidores más directos, pero en un país como el nuestro en que se paga por cargas completas, el inconveniente no es tan notable como si el pago se efectuara por kilos transportados.

No olvide que el artículo que
está usted leyendo se refiere

vehículos de hace más de
25 años
Sólo en un caso de los consultados, se nos apuntan algunos problemas con los embragues de los Scania 113, por el mecanismo que Valeo utiliza, el cual desplaza el disco a base de tirar, en lugar de empujar, pero la verdad es que el rendimiento del embrague tiene mucho que ver con la forma de conducir de cada conductor y, también, con la sobrecarga que se le meta al vehículo, por lo que hay que acoger esta queja con ciertas reservas.

A fuerza de usarlos, los Scania 113 parecen presentar un desgaste excesivo de los frenos en el eje delantero, sobre todo en las unidades dotadas de suspensión neumática. Este problema se atribuye a que el corrector de frenada en función de la carga, que estaba perfectamente tarado en las unidades con suspensión mecánica, no va tan redondo en las que llevan suspensión neumática, con lo que el eje motor no frena lo que debiera y sobrecarga el trabajo de los frenos delanteros. Lógicamente, el problema conlleva también un desgaste anormal de las cubiertas del eje anterior, lo que viene a incidir sobre el problema del "simmy" mencionado en párrafos anteriores.

Son frecuentes las quejas sobre el bajo rendimiento de los calefactores nocturnos para la cabina. Los transportistas lo atribuyen a que los Webasto van situados bajo el paragolpes delantero, que no es el sitio más adecuado. Algunos usuarios han terminado por montar calefactores eléctricos.

Un transportista que tiene un Scania 113 con la caja de 8 velocidades, se manifiesta contrariado por la gran amplitud de los escalones entre marchas consecutivas, particularmente entre cuarta y quinta, al pasar de una gama a otra.

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Hasta aquí el primer capítulo de la serie A FUERZA DE USARLOS que durante 13 meses se adentró en el inexplorado y peligrosísimo terreno de la posventa del camión.

Es importante volver a subrayar que ninguno de los transportistas a los que pertenecen los vehículos recogidos en las fotografías que ilustran este post participó en las encuestas realizadas para escribir la primera entrega de la sección A FUERZA DE USARLOS.